Aug 16, 2008 01:23
Tabla: Experta
Fandom: Harry Potter- Original
Claim: Hogwarts en los '80- General
Personajes: Él y ella. (En un futuro, seguramente serán Marcos y Giuliana. No puedo asegurarlo.
Tema: #19 Nombre
Nº de palabras: 717
Notas: Esto fue un sueño. Y tendrá la continuación del sueño, supongo.
Advertencias: Ninguna.
Nombre
Había sido ella la que lo había besado (pero había sido él quien la viera por primera vez, y decidiera que esa chica iba a ser solo suya durante toda aquella noche, si no durante toda la vida).
Pero para comenzar por el principio (porque aunque no guste generalizar, suele ser la mejor forma de empezar casi cualquier cosa), había sido ella la que se escapara del colegio para ir a esa reunión, así que ella había elegido el lugar personalmente (y lo que es aún más importante, voluntariamente). A él, en cambio, lo habían arrastrado los amigos (los de él, no los de ella).
Ella no había ido para bailar, y él menos: ella buscaba la conversación, el ambiente, tal vez algo de inspiración, y sobre todo esa sensación de que se tienen diecisiete años y uno puede llevarse el mundo por delante; él buscaba garronear algo de alcohol (solo algo, se ponía melancólico cuando bebía de más, y además no le gustaba la sensación de no ser dueño de si mismo), y así conformar a sus amigos para poder volver a su cama.
(Los dos encontraron algo completamente distinto a lo que estaban buscando).
Fue entonces que él la vio. Sentada en un sillón, abrazada a sus rodillas, atentos los ojos de ciervo, verde claro, verde agua (se daría cuenta mucho después de que había sido un efecto de la luz: en realidad eran color miel. Por ese entonces, poco importaba: ya estaba irremediablemente perdido), ávidos los ojos, dilatada la nariz, borrachos los cinco sentidos del humo, de las luces, de la música y de la realidad. Ella también lo vio, o creyó verlo, porque en realidad estaba ciega.
Él se acercó, pero no la sacó a bailar (ni ella lo hubiese permitido), sino que sólo se sentó a su lado en el sillón de dos cuerpos. Se rozaban apenas rodilla contra rodilla (ella ni lo sentía, o simulaba no sentirlo; a él, el simple roce lo obligaba a sonreír).
Fue él el que la tomó de la mano (aunque ella no opuso la menor resistencia), acariciándole los nudillos con el pulgar.
(Tiempo después, ella intentaría recordar si lo había permitido por inercia o por algo más, pero nunca podría recordarlo).
Fue ella que se tomó el atrevimiento de arrellanarse cómodamente entre sus piernas (¡las de un extraño! ¡Y ni siquiera lo había mirado a la cara!). Él le acarició el cabello con suavidad, y ella sintió que se estremecía bajo el contacto (y ni siquiera entendía el por qué, o no quería entenderlo). El cruzó las manos sobre su ombligo, y ella cerró los ojos para poder escuchar mejor su respiración pausada en su oído.
(Él pensó por un momento, con amargura, que ella estaba tan embebida de fantasía que se dejaría estar en esa misma situación con cualquier otro- pero en seguida lo pensó un poco mejor, y fue consciente de que él no tendría por qué tener ninguna prerrogativa sobre nadie más; ella supo, con ineludible certeza, que él no podía evitar un pensamiento similar, y consideró que era una lástima que un hombre con esas manos no pudiera evitar esa clase de prejuicios).
A él comenzó a latirle el corazón demasiado rápido. Ella se sintió vulnerable (pero, por algún motivo, no era una sensación desagradable) entre sus brazos. Él entendía que ya la quería, pero aún no entendía el por qué. Ella no era aún capaz de definir con exactitud el sentimiento que él le despertaba, pero ya entendía los por qué. Lo de él había sido amor a primera vista; lo de ella, deslumbramiento estático.
Ella tenía ganas de besarlo (él también, pero jamás se hubiera atrevido). Él se sentía indescriptiblemente pleno.
La utopía duró apenas unos instantes (podrían haber sido horas, pero de todos modos, a ellos el tiempo les hubiera parecido injustamente corto). Ella fue arrancada de entre sus brazos por una amiga que creía que la estaba salvando cuando en realidad estaba oficiando de verdugo. Él fue arrastrado fuera de la reunión por una oleada imparable de amigos que ni se habían enterado de lo que había sucedido (porque la explosión no había sido real, sino solo dentro de su alma).
Insoportablemente lejos el uno del otro, inconfesablemente tristes. Y ni siquiera habían podido decirse sus nombres.
hp: 80': giuliana,
personajes originales,
tabla experta,
fandom: harry potter,
comunidad: menteoriginal,
fandom: original,
fandom: harry potter: generación del '80,
hp: '80: giuliana/marcos