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Billy Elliot - Tantas grietas 2/? anonymous February 19 2012, 13:28:05 UTC
Está empezando a nevar cuando da la vuelta al edificio, los hombros encogidos contra el frío porque se ha dejado la chaqueta en casa en sus prisas por llegar. Curva los dedos dentro de los bolsillos de sus vaqueros, sintiendo la rigidez, y resopla cuando ve quién está en el aparcamiento, mal escondida entre dos todoterrenos de dos devotas familias. Tiene la falda demasiado corta, el pelo demasiado largo y un cigarrillo ha sustituido la piruleta en el espacio privilegiado entre sus labios.

-Marica -saluda Debbie, con un asentimiento.

-Puta -responde Michael, apoyándose en el coche más cercano. Un copo de nieve se descuelga desde el cielo para posarse en el dorso de su mano. Se lo sacude sin mirar.

-Qué, ¿sigues pajeándote mientras espías al viejo Thomas?

-¿Sigues enseñándole el coño a todo el mundo?

Debbie le sonríe de medio lado y le ofrece el cigarrillo. Michael lo acepta, más agradecido de lo que le gustaría, y mira la marca de pintalabios en la boquilla. Cuando pega una calada su propio pintalabios se superpone, como una imagen desdoblada en un color similar.

-Sólo a los que me lo piden por favor. Los chicos educados son mi debilidad -Debbie cruza los brazos para calentarse las manos, las uñas pintadas de un azul intenso. Hay que ser valiente para usar ese color, pero Debbie es más que valiente. Debbie es peligrosa.

-Pensaba que lo que te gustaba eran los viejos verdes.

Todo el mundo sabe que Debbie tuvo una aventura con el antiguo director del instituto, y que cuando su mujer lo descubrió ambos se mudaron a algún lugar lejano, preferiblemente uno sin quinceañeras hipersexualizadas ni madres que amenazan con denunciar por violación estatutaria. Y esta parte es menos conocida, pero Michael sabe que el padre de Debbie tomó eso como su señal para abandonarlas por una chica que bien podría ser su hija.
Debbie le mira por detrás de sus mechones rubios, y cuando habla sus palabras se condensan en el aire en forma de vaho.

-Creo que nuestros gustos no son tan diferentes, ¿mmm? -dice, y a Michael le gustaría hacerse el loco, pero, sinceramente, para qué. Cree que es bastante significativo que ellos dos sean las únicas personas fuera de la iglesia, como si fuesen los hijos rebeldes de Dios, castigados a quedarse fuera de su casa por gustarles demasiado el maquillaje arriesgado, la ropa escasa, el sexo precoz, los chicos que cambian el campo por la ciudad para cumplir sus sueños. El coro canta en el interior, y Michael tiene que pegar otra calada para no ponerse a cantar el villancico con ellos.

-Feliz Navidad, Debbie.

Deja caer el cigarro al suelo y el cielo estalla silenciosamente sobre sus cabezas, los copos cayendo en espiral para apagar la llama. Mira a Debbie a través de la tormenta, y algo en el efecto purificador de la nieve le hace pensar en una versión distorsionada de la Virgen María, sujetándose los brazos desnudos y mirando al frente como si el mundo entero fuese un desafío y ella estuviese dispuesta a aceptarlo. Se gira sin decir nada más, bajando por las calles inclinadas de Everignton como en un sueño prestado- atrapado todavía bajo metros de nieve, sólo en el pueblo del fin del mundo.

*

La antigua fábrica de botellas de plástico está en el borde del paisaje industrial de Everington, donde el bosque empieza a ganarle terreno al asfalto. La parte trasera del edificio desaparece dentro de los árboles, y hay un roble que ha conseguido colar una de sus ramas por una ventana, retorciéndose entre los restos de cristal y madera con facilidad. Michael mira hacia arriba y frunce el ceño. Odia esta parte.

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Billy Elliot - Tantas grietas 3/? anonymous February 19 2012, 13:31:14 UTC
Han hecho muescas en el tronco del árbol así que el ascenso no es tan terrible como lo era al principio, pero Michael todavía tiene que apretar los dientes para no mirar hacia abajo a mitad de camino. Araña la superficie rugosa del tronco y su corazón tropieza dentro de su pecho cuando uno de sus playeros resbala sobre el musgo de una rama. Michael jadea contra la madera, sintiendo cómo la tela de su chaqueta se rasga un poco al quedarse enganchada en las astillas. Su madre va a matarle como vuelva a casa con la ropa rota otra vez. Finalmente consigue alcanzar el alféizar de la ventana y saltar dentro de la fábrica en un sólo movimiento, aterrizando sobre el suelo con un oomf, el polvo levantándose a su alrededor en nubes marrones.

-Pensaba que no ibas a venir.

Billy Elliot está tumbado sobre el suelo de la fábrica, sobre una manta rosa y vieja que Michael trajo de su casa y que Billy aceptó sin reírse demasiado. Han conseguido comprar una televisión en blanco y negro, juntando el dinero que Billy ahorra saltándose clases de boxeo y el que Michael le roba a su madre, y su luz azulada hace que Billy parezca especialmente preocupado, aunque Michael nunca se ha perdido uno de sus martes en su vida.

-Venga ya. Yo siempre vengo -dice, empujando a Billy con un pie para que le deje un poco de espacio sobre la manta.

El sol de media tarde entra por las ventanas altas de la fábrica, iluminando las paredes y las espirales de polvo que flotan en el aire. La mitad de los cristales están rotos porque un día se retaron mutuamente a ver quién conseguía lanzar piedras más alto, y el viento trae restos del invierno que acaba de irse, encajando un frío en las esquinas que ni el calor más intenso en lo más alto del verano será capaz de disipar. Michael se tumba junto a Billy, acomodándose sobre el calor que ha dejado en la manta, y siente como si fuesen diminutos y los muros de la fábrica estuviesen a kilómetros de distancia- un espacio abierto en medio de un pueblo que a veces parece claustrofóbicamente pequeño. Nunca se lo ha confesado, pero esa es la mejor parte de la semana para él: tumbado sobre una manta espesa y sucia, absorbiendo el calor residual de Billy mientras ven un documental aburrido en la BBC. Mira de reojo a Billy, y algo en la manera en la que se relaja le hace pensar que puede que, quizás, ésta también sea su parte favorita de la semana.

-¿Qué es esta mierda? -Michael se apoya contra sus antebrazos, acercándose todo lo que se atreve a Billy sin llegar a tocarle.

-Esta “mierda” son ballenas, tío.

-Eso ya lo veo, imbécil -Michael le pega una patada que llega sin fuerza, y Billy se la devuelve con menos fuerza todavía-. ¿Por qué coño estamos viendo un programa de ballenas?

-Porque me gustan -Billy imita su posición y se sonroja un poco cuando añade que-: Se mueven como si bailasen.

Michael no tiene valor para decirle que él sólo ve un montón de bichos feísimos gruñendo debajo del mar. Mira hacia Billy, y el agua gris de la televisión se refleja en sus ojos. A veces Michael piensa que todo sería mejor si pudiese verlo en los ojos de Billy Elliot, como si fuesen la pantalla de proyección que utilizan en clase de biología.

Billy parece notar su desinterés en su elección de entretenimiento y se gira con un suspiro que es más bien una sonrisa. Un rayo de sol cae sobre el lateral de su cabeza, iluminando su oreja derecha desde atrás. Michael siempre ha sentido algo inexplicable por esas orejas.

-¿Quieres que…

-Sí -Michael contesta demasiado rápido, casi atragantándose con su prisa por asentir, pero a Billy no parece importarle porque le sonríe y ambos se giran sobre la manta hasta que están boca arriba, chocando y soltando risas nerviosas mientras se desabrochan el botón de los pantalones. Sólo llevan unos pocos meses haciendo esto, pero se ha acoplado tan bien a la rutina de sus martes por la tarde que Michael se pregunta por qué habrán tardado tanto en empezar.

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Billy Elliot - Tantas grietas 4/? anonymous February 19 2012, 13:33:46 UTC
La primera vez Michael no está seguro de que Billy vaya a querer. De hecho, si es sincero no está seguro que él mismo quiera hacerlo. Trepa el tronco del roble con el corazón latiendo a toda prisa, y por una vez no por la altura, su mochila más pesada por los nervios que por lo que lleva dentro. Llega a lo más alto como un sonámbulo, y le tiemblan las manos cuando se descuelga de la ventana, arrancándose el trocito de cristal que se le ha clavado en la palma casi sin prestarle atención.

Billy no levanta la vista de la televisión cuando Michael aterriza sobre el suelo. Han reunido el dinero suficiente hace menos de dos semanas, y la idea de tener una televisión para ellos solos (sin hermanos ni hermanas el doble de grandes que la acaparen) todavía es emocionante. Billy ha puesto un montón de papel de plata para mantener las antenas erguidas, sobrecargándolas hasta tal punto que parece la cabeza de su abuela cuando se tiñe las canas, pero parece genuinamente orgulloso de su invento así que Michael se traga todas las bromas sobre abandonar el boxeo por la peluquería que se le ocurren. Michael se seca el sudor con el dorso de la mano, manchándose la frente sin darse cuenta.

-Hey -dice Billy, sin dejar de intentar sintonizar el aparato, las piernas cruzadas. Hasta ahora sólo han conseguido unos segundos granulados de Peter Davison en su TARDIS, pero ese pequeño triunfo ha inspirado horas de entusiastas intentos.

-¿Ha habido suerte? -dice, señalando la televisión con la cabeza. Deja caer la mochila junto a la manta rosa y se quita los zapatos con los pies antes de sentarse. Empuja a Billy con su calcetín, haciendo que pierda un poco el equilibrio y que se gire para mirarle.

Billy chasquea la lengua. Todavía están en pleno invierno, pero ambos llevan camisetas de manga corta, como si el hecho de llevar menos ropa fuese a forzar al verano a llegar antes.

-Me ha parecido ver el culo de Margaret Thatcher durante un momento, pero siempre cabe la posibilidad de que fuese la Luna -le sonríe de medio lado-. Es difícil saberlo.

Michael traga saliva, pasándose una mano por el pelo.

-Ajá -carraspea. Un pájaro canta en el roble, el sonido rebotando por las paredes desnudas, y Michael imagina que puede oler restos de plástico en el aire, como si la fábrica no llevase más de veinte años cerrada-. Y dime, ¿cuánto te interesa el culo de Margaret Thatcher? -suelta, intentando sonar casual. Billy frunce el ceño y sonríe al mismo tiempo, como si intuyese que hay alguna broma ahí escondida pero no fuese capaz de encontrarla.

-¿De qué coño estás hablando?

-Curioso que lo preguntes -Michael recoge las piernas contra su pecho porque ahora Billy se ha girado para mirarle de lleno, las cejas levantadas y una mano tocando el borde de la manta-. Hablo de que igual tengo algo que te puede, ah. Gustar.

Michael toma aire y coge su mochila, abriendo la cremallera en un movimiento rápido, dejando caer las revistas entre ellos. Ha pensado mucho en esto, mirando fijamente al techo de su habitación e intentando imaginarse la cara de Billy Elliot cuando le enseñase su tesoro. Y ahora ahí está, la cara de Billy frente a su tesoro, que tiene los bordes curvados por el uso y algunas páginas de menos. Las fotos de la portada están amarillas, gastadas como si se hubiesen dejado durante horas bajo el sol, y Billy las mira con ojos muy abiertos. Duda un par de segundos antes de coger la más cercana y abrirla con dedos tentativos, como si esperase que el fantasma de su madre fuese a entrar por la ventana para castigarle sin cenar en cualquier momento.

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 5/? anonymous February 19 2012, 13:40:21 UTC
-Hostia puta -dice, más aire que voz. Michael se sujeta los dedos de los pies y estudia fijamente a Billy, que empieza a sonrojarse desde la base del cuello hasta la línea del pelo-. Hostia puta -repite, y luego-. ¿Cómo… Quiero decir, ¿de dónde… O sea, ¿quién coño…

-Mi padre. Guarda sus revistas en el fondo del armario -se lame los labios para no añadir que esas dos son las únicas que tienen mujeres en la portada. Abre sus piernas, sentándose como si fuese a meditar y pregunta-. ¿Te gustan?

-¿Estás de coña? -Billy no levanta la mirada de la chica rubia que se está desabrochando la falda, y se remueve un poco en el sitio, plegando las piernas como si estuviese incómodo.

Ese invierno ha sido inusualmente seco, de noches despejadas y escarcha blanca sobre la hierba todas las mañanas. La madre de Michael ha tenido que comprarle nuevos guantes porque Michael ha roto los anteriores trepando el árbol, y aunque el aire de la fábrica sopla helado por el abandono Michael tiene que quitárselos porque juraría que Billy desprende olas de calor que se le pegan a la piel, como si fuese una estrella particularmente brillante. Michael coge la otra revista y la ojea sin prestar demasiada atención a ninguna de las mujeres, porque Billy ha empezado a frotarse los vaqueros a la altura de la cadera, el movimiento nervioso e inconsciente, y algo en el vaivén rítmico de su palma es tan hipnotizante que Michael empieza a hablar antes de pensar lo que quiere decir.

-Billy -dice, y su voz suena tan diminuta que tiene que repetir-, Billy.

-¿Hm? - Billy está empezando a sudar, el pelo en sus sienes rizándose contra sus orejas cuando mira a una mujer de pelo negro y ojos azules agachada frente a la cámara. No lleva ropa interior bajo su vestido violeta.

-Billy, qué te parece si… -Michael se muerde los labios hasta que siente cómo se quiebra la piel. Billy levanta la vista cuando no termina, las pupilas dilatadas y la revista arrugándose bajo la presión de sus dedos. Michael no sabe cómo hacer la pregunta, así que se baja la cremallera, poco a poco, sin apartar la mirada de los ojos fijos de Billy. El pájaro ha dejado de cantar, y su respiración es lo único que se oye dentro del cubo de cemento de la fábrica.

-No soy marica -suelta Billy, la mano quieta junto al bulto en sus pantalones. Parece asustado y desafiante a partes iguales, estudiándole fijamente como si esto fuese un concurso de miradas y tuviese miedo de perder.

-¡Yo tampoco! -se apresura a contestar, rápido y agudo. La polla le está palpitando entre las piernas, y tiene que curvar los dedos de su mano para no sacársela ahí mismo y correrse sobre la cara expectante de la chica pelirroja en su revista-. Sólo es. Porque somos amigos. Mejores amigos -se lame los labios de nuevo y añade, un poco desesperado con las ganas de convencerle-: Si no nos tocamos no nos hace maricas.

No hace tanto que ha descubierto que lo que tiene entre las piernas vale para algo más que para hacer pis, pero desde que lo hizo no ha podido parar de pensar en compartirlo con su mejor amigo. Cree que se lo debe, de alguna manera, porque Billy fue el que descubrió la entrada a la fábrica y que el señor Hastings, el profesor de matemáticas, es en realidad una mujer. Durante mucho tiempo pensó que nunca reuniría el valor suficiente porque Billy simplemente es demasiado diferente a él- mejor, más puro, más interesado en cosas normales de lo que lo estará nunca Michael, pero todo cambió cuando se quedó a dormir en su casa. Estaban haciendo un proyecto para Historia y se les hizo demasiado tarde, el viento soplando contra las ventanas con tanto ímpetu que Michael no pudo evitar pensar en el lobo del cuento de hadas. Billy puso la cara más inocente de su repertorio al preguntarle a Jackie si Michael podía quedarse a dormir esa noche, y su padre no tardó ni medio segundo en darle permiso, pensando, quizás, que si tardase un poco más Billy recordaría e su madre lleva casi un año muerta.

-Venga ya, ¡no me jodas! -gritó Tony cuando le informaron de que tendría que dormir en el sofá. Miró a Michael como si quisiese arrastrarle a su casa de la oreja, pero a Michael no le importó, la idea de quedarse a dormir con Billy enroscándose alrededor de su estómago como algo vivo y caliente.

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Billy Elliot - Tantas grietas 6/? anonymous February 19 2012, 13:42:34 UTC
Esa noche el viento derribó uno de los árboles del pueblo, entrando en casa de los Hall por el tejado como una especie de Santa Claus. El estruendo despertó a Michael con un sobresalto, el corazón latiéndole en el centro del pecho y los restos de una pesadilla de lobos todavía pegados a la retina. Casi toda la luz de la luna estaba atrapada al otro lado de las cortinas, pero Michael parpadeó un par de veces y sus ojos se ajustaron a la oscuridad, reconociendo la sombra de Billy en la cama de en frente, tan cerca que habría podido tocarle el contorno de una oreja si hubiese estirado la mano. Piensa que se lo habría perdido si la noche no hubiese estado tan callada, el pueblo tan dormido, pero a parte del murmullo del viento los gemidos de Billy eran lo único que podía oírse en la habitación. Michael recuerda tragar saliva y sujetarse a la sábana cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo Billy, todavía dormido sobre su estómago, moviendo las caderas contra la cama y gimiendo en el fondo de la garganta, la boca roja abierta contra el blanco de su almohada. Michael recuerda lo incómodos que eran esos pantalones de pijama prestados, demasiado apretados de repente, y cuánto le hubiese gustado despertar a Billy para hablarle de eso, para trepar en su cama y susurrarle “así que tú también lo sabes”, olvidando al instante todos los posibles lobos con posibles intenciones de derribar la casa, porque todo lo que podría importar en el mundo estaba en su lado de la ventana.

-Vale -dice Billy, finalmente, y Michael no puede evitar el gemido que se le escapa cuando ve a Billy bajarse los pantalones.

Están de rodillas en mitad de la fábrica, la televisión emitiendo un zumbido lejano y estático, su luz iluminando a Billy desde atrás como si fuese un santo con la bragueta bajada. La antena atrapa una señal perdida durante un par de segundos, y la voz de un comentarista les informa de que hay NUEVAS NOTICIAS DESDE EL NORTE DE INGLATERRA, y aunque luego añade algo sobre la huelga minera Michael piensa durante dos dolorosos latidos que está hablando de ellos. NUEVAS NOTICIAS DESDE EL NORTE DE INGLATERRA: Dos chicos miran revistas para adultos en una fábrica abandonada. Billy se toca dentro de los pantalones, en movimientos pequeños y torpes que Michael no puede dejar de mirar, y siente cómo se le moja el interior de los calzoncillos.

-Billy, puedes, ah -Michael traga saliva, y sujeta la revista con más fuerza, como si el gesto fuese a hacer que lo que va a decir sea menos delator-. Puedes sacártela, es mejor así.

Ilustra sus palabras sacándose la polla de los pantalones, y el frío de la fábrica le golpea con fuerza, quitándole el aliento. Aunque igual lo que le quita el aliento sea la manera en la que Billy sigue el movimiento, los ojos tan oscuros que parecen negros. Cuando Michael consigue respirar de nuevo es como si el aire fuese más pesado, como si Billy estuviese consumiendo todo el oxígeno entre ellos y Michael estuviese respirando el aire reciclado de sus pulmones. La idea es absurda pero hace que le palpite la polla y que una gota de líquido transparente se descuelgue desde la cabeza hasta la manta rosa.

-Ah -gime Billy, bajito como una rendición, y se abre más los pantalones, dejando al descubierto el pelo entre sus piernas y la polla más perfecta que Michael ha visto en su vida. Claro que Michael sólo ha visto la suya y la de los hombres en las revistas de su padre, pero cree que no hace falta mucha experiencia para este tipo de revelaciones, que se piensan más entre las piernas que sobre los hombros.

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Billy Elliot - Tantas grietas 7/? anonymous February 19 2012, 13:48:16 UTC
Michael siente el orgasmo desenroscársele bajo los dedos cuando Billy se frota con más rapidez, y ni siquiera finge estar mirando a las mujeres de la revista a estas alturas, porque Billy se masturba como si fuese el fin del mundo, demasiado fuerte, y es mucho más real que las modelos que le miran con ojos de papel desde la página. Billy sin embargo tiene la vista fija en la chica morena que se levanta el vestido como una invitación, y Michael la odia tan repentina e irracionalmente que se asusta. No pasa ni medio minuto antes de que Billy deje escapar una serie de hipidos, cortos y calientes. Se inclina sobre el suelo mientras se corre entre estertores, la mano cerrándose alrededor de la manta rosa sobre la que está sentado Michael. Era inevitable que Michael se corriese también, especialmente cuando el semen de Billy aterriza sobre la manta, pero sólo deja a su orgasmo ir cuando no puede más, cuando le bulle tanto dentro de la polla que cree que va a morirse, y gime, un poco triste por ver cómo se acaba. Después, ambos se dejan caer sobre la manta porque a ninguno le importa que esté más sucia de lo habitual, enroscándose como los lados opuestos de un ying yang y sonriéndose del revés- mitad vergüenza, mitad otra cosa.

-Debbie me ha dicho que quiere ser mi novia -dice el Billy de unos meses después, tumbado al lado de Michael sobre la manta, los pantalones todavía a la altura de las caderas. Ya casi no utilizan las revistas, demasiado vistas a estas alturas, pero Billy siempre tiene la suya abierta por la página de la mujer morena en caso de emergencia.

Las ballenas en la televisión sueltan un sonido de protesta y Michael se gira para mirarle, las cejas levantadas. Todavía siente el efecto sedativo del orgasmo en la punta de los dedos así que no se alarma tanto como la situación merece.

-¿Cómo?

-¡Sí! -dice Billy, más indignado que otra cosa-. Me lo ha dicho. Me ha, no sé, informado de que quiere serlo, como si eso fuese normal. ¿No se supone que hay que preguntar estas cosas?

Billy mira al techo y se sonroja hasta la raíz del pelo por lo que le ha dicho una chica, aunque no parece sentir ni un poco de vergüenza por tener media polla fuera todavía. Michael traga saliva, la lengua pegándose a su paladar como si fuese de papel.

-¿Y tú… quieres que sea tu novia? -pregunta, a duras penas, limpiándose la mano sobre la manta sin ningún remordimiento.

-¿Qué? No sé, no… sé -Billy frunce el ceño y sigue mirando al techo, testarudo. Luego se lame el labio superior y se gira hacia Michael, mirándole como cuando tenían nueve años y le dijo que no podrían verse en una semana porque tenía la varicela-. ¿Cómo se sabe cuando quieres que alguien sea tu novia?

Michael recuerda esa primera vez que se masturbaron juntos, con las noticias de la BBC informando intermitentemente sobre la huelga en las minas y un pájaro cantando en la ventana. Es una estupidez, pero mientras esperaban a que los restos del orgasmo se disipasen Billy se humedeció los dedos para limpiarle la suciedad de la frente, y Michael pensó de verdad que serían novios de ahí en adelante, como si Billy le hubiese marcado con su saliva. Pero eso es Michael, y Billy simplemente es demasiado diferente.

-No sé, supongo que… lo sabes -dice, sintiendo cómo se le calienta la cara. Luego carraspea y le pega un puñetazo en el brazo, haciendo que suelte un ¡au! de protesta. Sonríe-. Billy tiene una noooooooviaaaa.

-¡Yo no tengo ninguna novia, gilipollas! -grita Billy, ofendidísimo, rodando sobre la manta hasta que está a horcajadas sobre Michael. Ni siquiera se digna a subirse los pantalones mientras le hace cosquillas bajo los brazos, hasta que ambos están llorando de la risa y no queda ni un pensamiento sobre Debbie en kilómetros a la redonda.

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Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 19 2012, 13:54:04 UTC
Semanas después están sentados sobre el muro que separa la casa de los Elliot de la siguiente, Everington secado sus sábanas blancas al sol, cuando Billy le mira de reojo y le explica que no ha ido a la fábrica esa semana porque

-Estaba en clase de ballet.

-¿Otra vez? -Michael está comiéndose un polo de naranja y se lame la muñeca cuando se le derrite en la mano.

-Sí, otra vez -Billy suena un poco exasperado, las mejillas rojas bajo las pecas. Suspira y mira hacia arriba, moviendo la nariz como si estuviese intentando oler la lluvia en el aire aunque hace semanas que no cae ni una gota-. La señora Wilkinson dice que podría ser bueno, ¿sabes? Bueno de verdad -Billy traga saliva, el ceño fruncido y la vista fija en sus botas cuando murmura-: Una estrella.

Michael se pregunta si Billy se quedaría con él en la fábrica, no sólo todos los martes sino también algún miércoles o jueves, quizás, si le confesase todas las veces que ha pensado que era una estrella, en privado, brillando sólo para él. Pero supone que no.

-Mmmh -Michael asiente, sintiendo los dedos pegajosos cuando deja caer el palo de madera sobre las rosas de la vecina de Billy-. Vale.

Billy suspira otra vez y salta dentro de su patio, la mano contra la puerta azul cuando murmura.

-Lo siento, ¿vale? No pensaba que fueses a ir tú sólo -Billy parece arrepentido, y abre la boca como si quisiese añadir algo más, pero al final la cierra y se despide con un movimiento torpe de mano.

Una ráfaga de viento azota las sábanas y Michael las observa agitarse en sus tendales escalonados, en un estado de rendición perpetua. Se lame los restos de naranja de los labios, dulces y amargos a partes iguales, y mira hacia el sol.

-Venga ya -dice, bajito, casi sin mover la boca, hablándole a nadie en particular-. Yo siempre vengo.

*

(ok, ¡hasta aquí! me estoy dando cuenta de que esto va a ser un spam de cuidado, así que si os molesta puedo esperar a escribirlo entero :) sólo había pensado que igual el hecho de que alguien lo estuviese leyendo me obligaría a escribir más rápido y dejar de vaguear, pero como me digáis <3)

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 19 2012, 15:17:43 UTC
OMG, OMG. OMG!!! Esto me ha roto el corazón ;-; Es una absoluta preciosidad y me encanta, pero duele. Me encanta el tono que tiene porque es muy sutil, y es como si la historia se revelando de apoco, de una forma tan suave y tan bonita a la vez que muy real. No sé exactamente qué es en tu estilo que lo hace tan tangible, pero creo que cosas como estas Suspira y mira hacia arriba, moviendo la nariz como si estuviese intentando oler la lluvia en el aire aunque hace semanas que no cae ni una gota que son muy sencillas pero se quedan contigo.

Me encantaría que siguieses publicando aquí porque me muero por saber cómo va a seguir su historia y creo que es algo que me gustaría leer poco a poco, para disfrutarlo más ^^

¡Espero que continúes pronto! Aquí tienes una nueva fan ^^

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 20 2012, 14:31:33 UTC
¡Muchas gracias! No estoy para nada segura de esta historia y por eso voy tan despacio, cambiando siempre cosas de sitio y cambiando detalles aquí y allí, así que es GENIAL leer que a alguien le gusta cómo está yendo. También he probado alguna cosa nueva con el estilo así que me alegra muchñisimo que te guste :D:D:D

Todavía no sé lo que haré porque tengo un voto para cada opción, pero muchas gracias por el interés, de verdad <3<3<3

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 20 2012, 09:22:23 UTC
Me encanta. No me esperaba para nada lo mucho que me iba a gustar y lo empecé a leer sin saber qué esperar pero qué capacidad de descripción y qué profundidad le has dado a los personajes. Estoy enamorada de Michael <3
A mi me gustaría leer la historia entera, y creo que la espera merecería la pena =)

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 20 2012, 14:33:34 UTC
¡Muchas gracias por tu comentario! :D Este no es mi fandom, tampoco, pero creo que esta película tiene mucho potencial para escribir y para inventar, porque el background es muy interesante pero está poco desarrollado (y lo que es más: se deja inconcluso al final). Pero entiendo que la gente tenga reparos en leer, así que mil gracias por animarte a ello <3 ¡me alegra mucho que te haya gustado!

Y ya avisaré de lo que hago al final :) Gracias por tu opinión <3

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 24 2012, 00:12:12 UTC
¡Estoy sin palabras! Qué fascinante es tu estilo, anon.

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous February 29 2012, 18:20:39 UTC
Vaya, ¡muchísimas gracias! :) Me anima mucho que pienses eso ahora que estoy pasando por un período de desencanto con este fic <3

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous March 23 2012, 11:21:05 UTC
Recién me animo a leer tu fic, aunque ya lo había visto antes pero quería esperar a que hubiese más y dios! ¡qué preciosidad! Es... estoy sin palabras. Y creo que sé quién eres porque hasta en anónimo se te escapa la genialidad ;)

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 8/? anonymous May 12 2012, 15:39:36 UTC
OH, VENGA YA, *YOU* (((((((YOU))))))).

Y NI SIQUIERA LO HE LEÍDO TODAVÍA PERO *OH* <3<3<3 /fin comentario incoherente. pido disculpas.

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Re: Billy Elliot - Tantas grietas 3/? anonymous February 19 2012, 14:01:14 UTC
A veces Michael piensa que todo sería mejor si pudiese verlo en los ojos de Billy Elliot, como si fuesen la pantalla de proyección que utilizan en clase de biología.

Michaeeeeeeeel ;______; Esto me está provocando ALL THE FEELINGS, anon! Sospecho que el angst me va a matar en esta historia y no puedo esperar para que pase!

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