Muy buen link, aunque quiero añadir tres cosas (que las digo aquí por pereza de entrar a mi cuenta para comentar allá):
- Es cierto que es recomendable evitar repeticiones, pero eso no se aplica de la misma manera a los diálogos.
Alguien que dice "perro" no va a comenzar a alternarlo con "can", por ejemplo, y es común que las personas en una conversación usen las mismas expresiones que los demás; cambiar eso le quita la naturalidad. Si notan que repiten demasiado una palabra en un diálogo, es mejor editarlo para eliminar la repetición en lugar de buscar un sinónimo, a no ser que uno de los personajes tenga una manera muy particular de hablar y permita que al menos el o ella use otra palabra.
- Un diccionario de sinónimos es una herramienta útil y puede enriquecer el texto, pero su abuso o la ignorancia al usarlo puede destruirlo.
Pero contemplar denota mirar con atención y atibar indica mirar con cautela o ver algo sin claridad, por lo que no son intercambiables y modifican por completo la frase.
Si no están seguros de si una palabra es la indicada o no, verifiquen su significado en un diccionario antes de cambiarla.
- Esto se une con el punto que toqué arriba: los verbos fáciles. Nadie puede negar que no añaden nada al texto, pero eso no quiere decir que no deben ser usados.
A veces no es necesario dar más información sobre el tono, mas sí se requiere especificar quién está hablando, por lo que "decir" es una palabra que cumple su propósito, no hace ver que el autor está abusando de un diccionario y tampoco hace que el texto se vea pomposo.
Además, los verbos fáciles pasan desapercibidos. Ningún lector va a notar que usaron "decir" tres veces en una página, mas sí se dará cuenta que se esforzaron en evitarla y terminaron usando palabras rebuscadas o erróneas. La idea es que el lector se concentre en lo escrito, no que se detenga a admirar el vocabulario del autor o lo bien que usa el diccionario de sinónimos ¿cierto?
- Es cierto que es recomendable evitar repeticiones, pero eso no se aplica de la misma manera a los diálogos.
Alguien que dice "perro" no va a comenzar a alternarlo con "can", por ejemplo, y es común que las personas en una conversación usen las mismas expresiones que los demás; cambiar eso le quita la naturalidad.
Si notan que repiten demasiado una palabra en un diálogo, es mejor editarlo para eliminar la repetición en lugar de buscar un sinónimo, a no ser que uno de los personajes tenga una manera muy particular de hablar y permita que al menos el o ella use otra palabra.
- Un diccionario de sinónimos es una herramienta útil y puede enriquecer el texto, pero su abuso o la ignorancia al usarlo puede destruirlo.
Tomemos "mirar" como ejemplo.
Podemos encontrar como sinónimos: ver, observar, ojear, otear, contemplar, atisbar, descubrir, divisar, vigilar, acechar, avizorar, examinar, curiosear, fisgar.
Pero contemplar denota mirar con atención y atibar indica mirar con cautela o ver algo sin claridad, por lo que no son intercambiables y modifican por completo la frase.
Si no están seguros de si una palabra es la indicada o no, verifiquen su significado en un diccionario antes de cambiarla.
- Esto se une con el punto que toqué arriba: los verbos fáciles.
Nadie puede negar que no añaden nada al texto, pero eso no quiere decir que no deben ser usados.
A veces no es necesario dar más información sobre el tono, mas sí se requiere especificar quién está hablando, por lo que "decir" es una palabra que cumple su propósito, no hace ver que el autor está abusando de un diccionario y tampoco hace que el texto se vea pomposo.
Además, los verbos fáciles pasan desapercibidos.
Ningún lector va a notar que usaron "decir" tres veces en una página, mas sí se dará cuenta que se esforzaron en evitarla y terminaron usando palabras rebuscadas o erróneas.
La idea es que el lector se concentre en lo escrito, no que se detenga a admirar el vocabulario del autor o lo bien que usa el diccionario de sinónimos ¿cierto?
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