Caballo Miel
Aquí está un caballo color miel, brillante; bufa, se azota los flancos con la cola, escarba la tierra con su casco. Tiene ojos oscuros y suaves, con pestañas doradas. Si los miras, te perderás en su dulce profundidad.
Su aliento tiene aroma a pasto fresco. Este caballo no conoce la noche, ni el día, ni la hora, ni la razón. No sabe ni por qué fue su primer suspiro, ni cuándo será el último.
Hasta cuando sus pestañas se hacen más cortas y ennegrecen, sigue ignorando su destino. Hasta cuando se convierte en un hombre de ropa sencilla quien, con paso rápido y firme, baja por el sendero para encontrar a sus iguales, para invitarlos a probar el vino que lleva en su bota.
En aquel momento, tampoco sé donde estoy ni a dónde voy. Ni tú lo sabrías de ti.
(traducción: Jesús Torres Briones)