Vuelvo después de dos años
Sí, hace muchísimo tiempo que no escribo en mi journal y si esta vez doy señales de vida es para dar a conocer qué hago ahora pero ya no volveré a escribir más.
En los tiempos de "Cultura gótica" me gustaba escribir sobre lo más oscuro, sobre lo extraño y en muchas ocasiones hacer gala de un humor bastante negro. En casi todos mis mensajes aparecían referencias a muñecas tétricas, calles perdidas, espejos...
Pues bien, lejos de desaparecer o al menos disminuir en estos años mi interés por esos temas tengo que decir que ha ido en aumento.
En la actualidad puedo decir que mis aficiones han ido un grado más allá y se han convertido en una forma de vida. Fundé un club dedicado a lo extraño, un club cuyos miembros son de varios países, un club que dentro de unos meses cumplirá dos años.
Isabel comparte mi pasión por lo extraño y hemos ido acumulando libros y más libros, pateando librerías de viejo, haciendo pedidos a Estados Unidos, coleccionando series de televisión...
Espejos, muñecas, mansiones victorianas, maniquíes, laberintos, autómatas, novelas clásicas de detectives... Todo eso conforma nuestro universo privado, un universo que nos proporciona, no sólo a Isabel y a mí sino también a los demás miembros del club, un inmenso placer.
En los tiempos de "Cultura gótica" me gustaba escribir sobre lo más oscuro, sobre lo extraño y en muchas ocasiones hacer gala de un humor bastante negro. En casi todos mis mensajes aparecían referencias a muñecas tétricas, calles perdidas, espejos...
Pues bien, lejos de desaparecer o al menos disminuir en estos años mi interés por esos temas tengo que decir que ha ido en aumento.
En la actualidad puedo decir que mis aficiones han ido un grado más allá y se han convertido en una forma de vida. Fundé un club dedicado a lo extraño, un club cuyos miembros son de varios países, un club que dentro de unos meses cumplirá dos años.
Isabel comparte mi pasión por lo extraño y hemos ido acumulando libros y más libros, pateando librerías de viejo, haciendo pedidos a Estados Unidos, coleccionando series de televisión...
Espejos, muñecas, mansiones victorianas, maniquíes, laberintos, autómatas, novelas clásicas de detectives... Todo eso conforma nuestro universo privado, un universo que nos proporciona, no sólo a Isabel y a mí sino también a los demás miembros del club, un inmenso placer.