Sueños, magia...
Estos días estoy leyendo "El contorno del abismo. Vida y leyenda de Leopoldo María Panero" escrito por J. Benito Fernández y releyendo textos relacionados con el surrealismo, no sólo los manifiestos de Breton sino también escritos de, entre otros, Bataille y Magritte.
Por lo que se refiere a uno de los temas relacionados con el surrealismo, los sueños, es un tema que me interesa mucho pero no su interpretación; de hecho, estoy absolutamente en contra de su interpretación. Si un niño sueña con juguetes querrá tener ese sueño más veces pero si llega alguien y dice "los juguetes representan la tensión existente en el colegio, los exámenes a los que tendrá que hacer frente...", ¡apaga y vámonos! Disfrutemos de la magia de los sueños y no la rompamos, no le quitemos ese halo de misterio mediante la interpretación.
Es como si estamos viendo un juego de magia y nos dicen cómo se hace. Todos, al ver un truco, pensamos en cómo lo habrá hecho el mago, qué técnica habrá usado; pues bien, en el caso de los sueños no me planteo ni remotamente cuál es su significado.
Ya que hablo de magia (en el sentido de ilusionismo o prestidigitación no en el sentido esotérico) hay veces en que tengo sueños maravillosos en los que recorro calles perdidas y doy con tiendas de magia, es como si el misterio estuviera a flor de piel.
No sé si lo he dicho alguna vez pero siempre he sido un gran aficionado a la magia y cuando era pequeño no me bastaba con los típicos juegos de Magia Borrás sino que con 11 años fui por primera vez a una tienda de magia. La verdad es que ahora no estoy tan metido en ese mágico mundo pero hace años solía ir a tiendas y leer bastante (libros de Tamariz, Maestro de Maestros sobre todo en lo relativo a cartomagia, de Florensa, de Alfonso Moliné...).
Y algo que también estoy leyendo estos días es cómics de terror y de suspense de la E.C. Casi todas las historias tienen unos deliciosos finales inquietantes y algunos son especialmente bestias como el de "Personalidad dividida".
Por lo que se refiere a uno de los temas relacionados con el surrealismo, los sueños, es un tema que me interesa mucho pero no su interpretación; de hecho, estoy absolutamente en contra de su interpretación. Si un niño sueña con juguetes querrá tener ese sueño más veces pero si llega alguien y dice "los juguetes representan la tensión existente en el colegio, los exámenes a los que tendrá que hacer frente...", ¡apaga y vámonos! Disfrutemos de la magia de los sueños y no la rompamos, no le quitemos ese halo de misterio mediante la interpretación.
Es como si estamos viendo un juego de magia y nos dicen cómo se hace. Todos, al ver un truco, pensamos en cómo lo habrá hecho el mago, qué técnica habrá usado; pues bien, en el caso de los sueños no me planteo ni remotamente cuál es su significado.
Ya que hablo de magia (en el sentido de ilusionismo o prestidigitación no en el sentido esotérico) hay veces en que tengo sueños maravillosos en los que recorro calles perdidas y doy con tiendas de magia, es como si el misterio estuviera a flor de piel.
No sé si lo he dicho alguna vez pero siempre he sido un gran aficionado a la magia y cuando era pequeño no me bastaba con los típicos juegos de Magia Borrás sino que con 11 años fui por primera vez a una tienda de magia. La verdad es que ahora no estoy tan metido en ese mágico mundo pero hace años solía ir a tiendas y leer bastante (libros de Tamariz, Maestro de Maestros sobre todo en lo relativo a cartomagia, de Florensa, de Alfonso Moliné...).
Y algo que también estoy leyendo estos días es cómics de terror y de suspense de la E.C. Casi todas las historias tienen unos deliciosos finales inquietantes y algunos son especialmente bestias como el de "Personalidad dividida".