Nocturno Deleite

Nov 17, 2008 22:03

Death Note no me pertenece. Este fics está hecho sin ánimos de lucro. Espero que disfruten de la lectura.

Las caricias, con toques entre lujuriosos e inocentes que le proporcionaba el muchacho de cabellos azabaches, era una corriente de placer que experimentaba la modelo. La pálida y delgada mano del detective jugueteaba con los pezones rosáceos de Amane. La muchacha luchaba por no gemir más de la cuenta, mientras la maniática actitud de L, con sus ojos saltones y negros como la misma oscuridad, no dejaba de observar divertido las reacciones que él le hacía tener a la muchacha.

Se alejó de la joven, comiéndola con su particular forma de observar con su dedo pulgar en sus resecos labios, que constantemente se relamía por la excitación. La modelo estaba completamente inquieta en la cama. Luego de unos segundos los espasmos sensuales que provocó L dejaron de surtir efecto en ella. Se levantó de la cama mostrando cierta molestia en su rostro. Quería más...

El detective, como si de un felino se tratase, tomó rápidamente el cuerpo de Amane Misa, acomodándola entre sus piernas, con su peculiar forma de sentarse. Lawliet estaba más cómodo de esa manera. Seguía mirándola obsesivamente, tanto que a la rubia le provocó cierto miedo, quiso soltarse de él. Pero el fuerte agarre se lo impidió, más unos flacuchos y pálidos dedos recorrieron su cuerpo hasta llegar a su sexo. Esos dedos traviesos comenzaron a jugar en su zona prohibida: su sensible botón rosado. La muchacha no aguanto más, se corrió liberando su placer culpable. Luego vergonzosamente escondió su fino rostro entre los brazos del detective…

- ¡Ah! Ryuzaki, “pervertido”-gritó la chiquilla, abrazándose a sí misma. Sus mejillas estaban sonrojadas, la transpiración de su cuerpo no la dejó tranquila. Asqueada consigo misma y por el sueño, “que más que eso fue una terrible pesadilla", rápidamente se fue al baño a limpiarse…

Era media noche. Todos descansaban de la agotadora jornada de investigación sobre un importante caso policial. Nadie se percató del grito de susto de cierta mujer. Y peor, rondada veinticuatro horas, rodeada de cámaras de vigilancia. Unos ojos saltones y curiosos observaban desde la pantalla lo que presenció hace unos instantes. Tan importante fue, que había abandonado su deliciosa tarta de frambuesa. Su compañero dormía incómodamente echado en el escritorio. L no le tomó importancia a su primer sospechoso y compañero, Yagami Light. El pálido muchacho se olvidó por completo del caso Kira y, además, sintió algo bastante interesante: sus vaqueros estaban más apretados de lo normal. Curiosamente, siempre habían sido holgados, como le agradaba al detective. Bajó su mirada a su entrepierna: el enorme bulto, su miembro, deseoso de salir. Esa era la gran causa de sus estrechos vaqueros en esos momentos. L arqueó una ceja extrañado… llevó automáticamente su dedo pulgar a su boca mordiéndolo nerviosamente, esperando, meditando. Sintiendo...
Luego volvió a mirar la pantalla. Amane Misa nuevamente estaba acomodándose en su cama.

El bulto creció nuevamente. El detective optó por seguir mirando a la modelo. Le gustó lo que estaba experimentando en esos momentos, si bien, ya lo había efectuado en solitario, pero observar a una bella mujer era diferente y mucho mejor si aquella lo nombrara en sus sueños más eróticos. Esperó a que la rubia se consumiera en el mundo de los sueños y volviera a fantasear con él.

Fin.

Previous post Next post
Up