TEATRO

Mar 24, 2013 17:33

Después de acabar mis tres meses de prácticas en Medialab-Prado (temporalmente en Matadero Madrid), me propuse ir más al teatro porque lo último que vi fue el musical de El Rey León hace ya casi un año y habiendo estudiado audiovisuales y espectáculos, estaría bien dedicarle algo de tiempo a esa parte.

Pero para variar, lo dejé y lo dejé y nada. Puedo decir que lo dejé estar por el precio, pero sería mentira. Hay un montón de obras de teatro asequibles por las que no tienes que gastarte 40 euros y verlo desde el final de la sala. Atrápalo tiene buenos descuentos en un montón de obras y los socios de Fnac disfrutamos de descuentos adicionales en varios teatros. Por lo tanto excusa 1, descartada.

La verdad, ignorante en cuanto al cartel se refiere. En el cine es fácil, te lees el argumento de la película, conoces a alguno de los actores y (ahora) te gastas los 8 o 9 euros. Pero cómo decides qué obra de teatro ver y te gastas 15 euros?!

En noviembre, varias personas me dijeron que habían ido a ver WILT. El Crimen de la Muñeca Hinchable



En navidad me decidí a ir con una amiga al teatro Bellas Artes y fueron casi 2 horas muy entretenidas y sobre todo divertidas. Ana Milán está increíble. Personaje autoritario y dominante como en los tiempos de Camera Café y es que eso a ella se le da genial. Un Fernando Guillén Cuervo sumiso pero con conocimiento de ello. Y Ángel de Andrés en el papel de un policía torpe y despistado que no sabe por dónde le vienen las cosas.

Terminaron las funciones de Madrid y ahora están con la gira por el resto de España, por si a alguien le interesa.

Pues después de esta obra, período de inactividad teatral hasta ahora, porque he leído las críticas de El Intérprete con Asier Etxeandía que está hasta el 26 de abril y ya tengo entradas para el mes que viene. Veremos a ver qué tal.



Otra que tengo ganas de ver y que si mi economía me lo permite iré también en abril es Los Miércoles No Existen que está un mes escaso en la sala El Sol de York





Y de momento esto es lo único de teatro que voy a ver hasta que después del verano mi querido Daniel Grao vuelva a las tablas. Con esta obra (aún por definir) perderé toda la objetividad, me dará igual el argumento, el resto de los actores y el precio (a no ser que sea exagerado). Pero es el efecto que tiene Daniel en mí. Te obsesionas con un actor y tienes que verle en todo lo habido y por haber. Y como además en persona es TAN majo, pues no se me quita la tontería.

daniel grao, teatro

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