Luego de que la conferencia terminara, él junto con los Williams (Dan-Dan y Grace) decidieron pasar un día juntos antes de que tuviera que regresar a New Jersey.
-¡Tad! -corrió hacia él la pequeña Grace, una sonrisa boba estampándose en su boca, porque, Dios, la había extrañado tanto.
-Hey, nena -la alzó, notando el nerviosismo de Rachel y Stan en la puerta.
Sonrió, satisfecho por el escalofrío que recorrió a Stan.
La venganza era una cosa dulce.
-¿Y cómo están Deian y Naomi? -preguntó mientras los encaminaba hasta el auto, Danny quedándose atrás un momento para despedirse de los Edwards, sonriendo a la niña que se parecía tanto a su mejor amigo.
-Pues muy bien. Nao sigue con sus clases de chelo y Deian ha decidido aprender a jugar soccer, lo cual es raro porque ya sabes cómo es tu hermano con los deportes. Pero shhh, no le digas que yo dije eso, ¿vale?
Grace rió, asintiendo de tal forma que sus coletas se movieran por todo el lugar. Diablos, como la había echado tanto de menos.
-¿A dónde vamos?
-Estaba pensando en ir al acuario y comer algo en Waikiki, ese lugar que te gusta tanto, y luego le mostramos aquel lugar en la playa que encontramos aquel día a Tad, ¿eh? -dijo Danny, viéndola desde el espejo retrovisor en el asiento del piloto.
-Oh, eso me parece muy bien -sonrió a la niña, sentándose de tal forma que pudiera verla a la cara-. Y así me cuentas como le ha ido a Danno y si se ha portado mal.
Grace volvió a reír y él le sonrió a la mirada crítica de su mejor amigo, sentándose correctamente para empezar el viaje. Éste viaje sería mejor si sus hijos estuvieran aquí, pero por ahora estaba bien.
Volteó a ver a Danny y sonrió con la ternura que siempre le provocaba Danny, por lo que tomo la mano del volante y la apretó el resto del camino entre los asientos, la dulce voz de su Grace hablándole sobre lo grandioso que es Hawaii y su escuela y su hermano menor y su tío Steve, tío Chin y tía Kono.
El día no podía ser mejor.
-
Lo que ninguno notó fue que una fan del McDanno los vio comiendo en el restaurante, percatándose de lo cerca que eran el Detective Williams y el extraño atractivo y como la pequeña Williams sonreía a éste hombre.
Esa noche, con muchas fotos, ésta fan abrió una nueva publicación con el tema: ‘¿Es posible que nuestro matrimonio favorito esté en problemas?’ y ‘OMG, el Detective Williams sí que tiene buen gusto. ¡Nuevo galán al acecho!’, en la página de fans.
Kono, desde su apartamento, rio escandalosamente y mandando la publicación a su primo.
-¡Tad! -corrió hacia él la pequeña Grace, una sonrisa boba estampándose en su boca, porque, Dios, la había extrañado tanto.
-Hey, nena -la alzó, notando el nerviosismo de Rachel y Stan en la puerta.
Sonrió, satisfecho por el escalofrío que recorrió a Stan.
La venganza era una cosa dulce.
-¿Y cómo están Deian y Naomi? -preguntó mientras los encaminaba hasta el auto, Danny quedándose atrás un momento para despedirse de los Edwards, sonriendo a la niña que se parecía tanto a su mejor amigo.
-Pues muy bien. Nao sigue con sus clases de chelo y Deian ha decidido aprender a jugar soccer, lo cual es raro porque ya sabes cómo es tu hermano con los deportes. Pero shhh, no le digas que yo dije eso, ¿vale?
Grace rió, asintiendo de tal forma que sus coletas se movieran por todo el lugar. Diablos, como la había echado tanto de menos.
-¿A dónde vamos?
-Estaba pensando en ir al acuario y comer algo en Waikiki, ese lugar que te gusta tanto, y luego le mostramos aquel lugar en la playa que encontramos aquel día a Tad, ¿eh? -dijo Danny, viéndola desde el espejo retrovisor en el asiento del piloto.
-Oh, eso me parece muy bien -sonrió a la niña, sentándose de tal forma que pudiera verla a la cara-. Y así me cuentas como le ha ido a Danno y si se ha portado mal.
Grace volvió a reír y él le sonrió a la mirada crítica de su mejor amigo, sentándose correctamente para empezar el viaje. Éste viaje sería mejor si sus hijos estuvieran aquí, pero por ahora estaba bien.
Volteó a ver a Danny y sonrió con la ternura que siempre le provocaba Danny, por lo que tomo la mano del volante y la apretó el resto del camino entre los asientos, la dulce voz de su Grace hablándole sobre lo grandioso que es Hawaii y su escuela y su hermano menor y su tío Steve, tío Chin y tía Kono.
El día no podía ser mejor.
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Lo que ninguno notó fue que una fan del McDanno los vio comiendo en el restaurante, percatándose de lo cerca que eran el Detective Williams y el extraño atractivo y como la pequeña Williams sonreía a éste hombre.
Esa noche, con muchas fotos, ésta fan abrió una nueva publicación con el tema: ‘¿Es posible que nuestro matrimonio favorito esté en problemas?’ y ‘OMG, el Detective Williams sí que tiene buen gusto. ¡Nuevo galán al acecho!’, en la página de fans.
Kono, desde su apartamento, rio escandalosamente y mandando la publicación a su primo.
Esto iba a ser delirante.
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