Memoria Epilogo Extra
Titulo: Memorias de Jersey
Autor: eminahinata
Fandom: Hawaii Five-0
Palabras: 1,057
Pareja: Ilyan Wolfe/Daniel Williams
Advertencia: Slash, Personajes Originales, ligero crossover, un poco AU.
Universo: ----
Dedicatoria: A Yvarlcris, quien ha pedido sobre Danny antes del canon y con mi personaje original: Ilyan Wolfe.
Disclaimer: Hawaii Five-0 y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de K/O Paper Products y 101st Street Television en asociación con CBS Productions. Este fic se hace sin fines de lucrar, ¿vale? Si fueran míos, Danno y Steve estarían juntos desde hace mucho tiempo de forma definida y no sólo por el condenado y maravilloso subtexto. ¿Qué? ¡Se vale soñar!
Resumen: Hay situaciones que marcan una amistad. Y otras que marcan algo más grande. AU.
Notas de Autor: ¡Hola! Bueno. Al final ha salido esto. Esta memoria es un extra, por lo que no tomarlo mucho en cuenta, ¿vale? Es algo un poco de comedia y algo de sufrimiento para Steve. Una pequeña probadita para el Seal. Saben que sus comentarios son siempre bienvenidos y sin más que agregar, ¡a leer!
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Memoria Epilogo Extra
By: eminahinata
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Steve McGarrett, de treinta y cinco años, un Seal hecho y derecho, con un carácter altanero, decidido y dedicado nunca en su vida se había sentido tan nervioso e incómodo como lo hacía en ese momento.
De verdad, esto era algo hilarante.
Grace, Danno y él habían viajado al New Jersey para visitar a la familia de Danny y que de esta forma fuera presentado a los padres y al mejor amigo de su pareja, del cual había escuchado mucho en los últimos meses, así como los hijos que compartían ambos.
Eso lo había dejado sorprendido, claro, pero luego de la explicación del rubio y toda la historia, no pudo más que terminar de enamorarse de ese hombre fuerte y valiente con un corazón bondadoso y compasivo.
Ahora él, Grace, Danno, Casey (la hermana de Danny y la única que en ese momento se encontraba en la ciudad), Sr. Williams, Sra. Williams (quien le había pedido que la llamara suegra o mamá, especialmente mamá), Ilyan y los dos gemelos, Deian y Naomi, se encontraban comiendo en la casa Williams, la casa de la infancia de su Danno.
Todo estaba bien y la comida era increíblemente deliciosa por parte de Mamá Williams (a lo cual pudo ver de dónde Danno había sacado ese talento), pero las constantes miradas asesinas que recibía por parte del Sr. Connor y de Ilyan era algo que lo ponía muy incómodo. Y extremadamente nervioso. Si las miradas mataran… seguramente estaría ya tres metros bajo tierra. Enterrado por esos dos.
De verdad, esto era algo hilarante.
−Entonces, Comandante -dijo el padre de Danno desde el otro extremo de la mesa. Tragó saliva−, Danny nos ha dicho que eres un Seal de la Marina, ¿me equivoco? −.
−Así es, señor -contestó, consciente de la mirada que su pareja le mandaba, como pidiendo disculpas, quien se encontraba a su lado derecho en la mesa rectangular, Grace al lado derecho del rubio.
−Uh-uh -tarareó el Sr. Connor−. ¿Y qué es exactamente lo que hace? −.
−Bueno… −carraspeó−, esa información es clasificada, señor. Se me prohíbe decir sobre ello -escuchó resoplar a su lado izquierdo, en donde se encontraba sentada Casey, igual de rubia que su hermano y los ojos avellana que había heredado de su madre.
Se preguntaba de donde Danny había sacado los ojos azules cuando el padre los tenía castaños y la madre avellana. Cosa interesante. ¿Tal vez un abuelo?, pensó distraídamente.
−Ya veo -asintió el hombre mayor. Al lado derecho de él se encontraba sentada su esposa y al izquierdo Ilyan. Deian se encontraba sentado al lado derecho de Mamá Williams y al izquierdo de Casey, mientras que Naomi al lado derecho de Grace y al lado izquierdo de su padre.
Poco después terminaron la cena y los dos adolecentes junto con Grace subieron a las habitaciones a ver algo de televisión, dejando a los adultos en el salón.
−Danny, cariño -llamó Mamá Williams−, acompáñame a traer el postre -pidió, poniéndose de pie. Danny asintió.
−Está bien, momm -musitó el rubio, volteándolo a ver con una pequeña sonrisa y luego desaparecer en la otra habitación.
Repentinamente un frió envolvió el salón y él pudo darse cuenta que tres pares de ojos lo veían con intensidad desde donde se encontraban sentados. Él volvió a tragar saliva y reprenderse mentalmente por sentir pánico en una situación como esta cuando se hubo enfrentado a otras mucho más peligrosas.
Kono seguramente se reirá en su cara si lo supiera.
−Así que… −desde su lugar Ilyan habló, la espalda recta y una pierna doblada sobre su rodilla, un aire de autoridad y desafió en su postura, viéndolo con los ojos verdes completamente fríos y con promesas de mucho dolor en ellos−, Steve, ¿puedo llamarte Steve, verdad? Bueno, eso no importa. Lo que importa es que sabemos -hizo un gesto a los otros dos y por primera vez Steve vio la escopeta que con tranquilidad era limpiada con un trapo viejo por Casey−, que tienes un gran interés por nuestro Danny y eso no nos agrada -cortó, su voz un poco más oscura en lo último.
Él sólo pudo asentir.
−Conoces a Rachel, ¿no es así? -él volvió a asentir−. Bien. Eso es bueno. Porque no queremos que vuelva a suceder algo por el estilo, ¿cierto? Usted tampoco, ¿verdad? -él negó con la cabeza, encogiéndose en su lugar.
Maldita sea. Si se sentía de esa forma con sólo tres miembros de la familia de Danny, no quería ni imaginarse como seria con todos ellos en la misma habitación.
Chin y Kono se reirían tanto, seguro que lo haría.
−Pero aun así queremos que Danny sea feliz -habló esta vez Casey, una sonrisa malvada pintada en su bonito rostro−, y sabemos que el último año has logrado ese estado de ánimo en mi lindo y adorable hermano mayor que tiene un corazón demasiado bondadoso para su propio bien -él asintió ante eso, una tonta sonrisa formándose en su boca. Sonrisa que desapareció cuando la fuerte voz del Sr. Williams se escuchó.
−Te lo dejo fácil, Comandante -se inclinó hacia él desde su lugar y por primera vez él sintió miedo por su vida. La mirada en el rostro del hombre mayor, con una apariencia relativamente joven para su edad (54 años), era algo que muchos de sus superiores matarían por lograr−: Si le rompes el corazón a mi niño, yo te rompo la cara, ¿capisse? -él asintió vigorosamente con la cabeza, seguro que había dañado algo en su cuello ante tan brusco movimiento.
Los dos Williams y el Wolfe sonrieron en su dirección.
−Bueno, bueno. Me alegro haber llegado a buenos términos, Comandante -asintió el Sr. Williams, recostándose contra el sofá, al lado de Ilyan.
Un minuto después Danny junto con su madre entraron al salón ambos con bandejas en sus manos.
−Gracias -dijo cuando se le entregó un plató con una rebanada de pastel de queso y una taza de café. Danny se sentó a su lado y le sonrió con suavidad, antes de regresar su atención a su familia.
Él notó que la escopeta había desaparecido misteriosamente y la sonrisa de Casey le causaba escalofríos nada placenteros.
Inconscientemente se inclino contra el costado de su pareja y gimió internamente.
Y pensar que todavía le quedaban dos semanas en aquella ciudad.