Memoria Quince
Titulo: Memorias de Jersey
Autor: eminahinata
Fandom: Hawaii Five-0
Palabras: 919
Pareja: Ilyan Wolfe/Daniel Williams
Advertencia: Slash, Personajes Originales, ligero crossover, un poco AU.
Universo: ----
Dedicatoria: A Yvarlcris, quien ha pedido sobre Danny antes del canon y con mi personaje original: Ilyan Wolfe.
Disclaimer: Hawaii Five-0 y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de K/O Paper Products y 101st Street Television en asociación con CBS Productions. Este fic se hace sin fines de lucrar, ¿vale? Si fueran míos, Danno y Steve estarían juntos desde hace mucho tiempo de forma definida y no sólo por el condenado y maravilloso subtexto. ¿Qué? ¡Se vale soñar!
Resumen: Hay situaciones que marcan una amistad. Y otras que marcan algo más grande. AU.
Notas de Autor: ¡Hola! Wow, como se pasa el tiempo. Hasta ahora puedo actualizar (¡exámenes finales!) y he estado pensando en hacer una segunda serie paralela a esta, pero desde el punto de vista de Ianto y Ryan… pero aún lo estoy pensando. Estoy algo cansada, y es que estuve estudiando hasta esta mañana sobre “Los problemas particulares de la Teoría del Conocimiento”, que eran en equivalente a 51 páginas. Me duele la cabeza de recordarlo. Éste capítulo no salió precisamente como quería, pero tuvo un buen resultado. Así que está bien. Como me quejo, ¿no? Oh, bueno. Saben que sus comentarios son siempre bienvenidos y sin más que agregar, ¡a leer!
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Memoria Quince
By: eminahinata
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Ilyan Wolfe, de diecinueve años, vio con asombro a Danny, colocando inconscientemente una mano en la mejilla que hace unos minutos fue golpeada por el otro chico.
Nunca, en ningún momento, se habían levantado la mano uno al otro. Nunca. Y ahora él había sido golpeado por el rubio, quien ahora portaba una clara mirada de arrepentimiento.
−Ilyan, yo… −dijo, pero no continuó, no sabiendo que decir. Tras ellos Emina y Emily veían toda la escena con verdadero asombro.
En los últimos meses de no verse había resultado como un bálsamo para las heridas, especialmente para las de Danny, pero cuando habían llegado para las vacaciones y Danny había anunciado su aplicación a la academia de policías, él no había podido esconder su disgusto.
Tío Connor había hecho un escándalo, pero al final respeto los deseos de su hijo y le deseo lo mejor. El resto de la familia se veía emocionada y había expresado exactamente eso. Él no. Él no quería que Danny se expusiera al peligro de esa forma.
Después de eso Emily había llegado a insistir a Danny con el asunto de la inseminación y él había salido a visitar a Emina un rato. Todo fue muy bien hasta que cuando caminaban por la calle vio a Danny en compañía de Emily y Stuart, esté apoyado cómodamente contra el costado de su mejor amigo. Lo enfureció, porque sabía que ellos andaban en ese limbo que existe entre la amistad y un noviazgo. Lo enfureció, porque no podía evitar pensar en hacer todo lo posible por separarlos y llevarse a Dan-Dan lo más lejos posible.
Y entonces sucedió: Stuart inclinándose para besar a Danny, la risa de Emily de fondo. No entendía que sucedió después, sólo recordaba a Stuart alejarse, y luego ellos se encontraban gritando uno al otro.
“¡Porque eres un inútil!”, había gritado y conseguido gracias a eso un golpe en el rostro.
Bajó la vista y tragó saliva, el arrepentimiento llenándolo por completo. Por otro lado, Emily sacó a la otra chica del lugar, alegando que necesitaban privacidad en ese momento.
−Dan… −suspiró, alzando la vista para encontrarse con los tormentosos azules de su mejor amigo−. Lo siento… no debí haber dicho eso… −dijo, un verdadero tono de arrepentimiento en su voz. Danny se movió incomodo en su lugar, desviando la vista.
−¿Eso es lo que piensas de mi? -susurró Danny, la voz rota en la última palabra.
−¿Qué? No, yo… −.
−¿Piensas que soy inútil? -regresó la mirada, una inmensa tristeza bailando en sus pupilas.
−No, no, no, no -negó con la cabeza, dando los suficientes pasos para estar más cerca del otro muchacho−. No, no Danny… Soy un idiota y no debí decir eso. Tú no eres inútil… Tú eres indispensable en las vidas de todos… en mi vida… −dijo. El otro muchacho lo vio por un largo rato, mordiendo su labio inferior y buscando cualquier cosa en su expresión.
Él se removió inquieto en su lugar y bajo la vista hasta las manos del más bajo. Con un suspiro, tomo la mano derecha del otro joven y la alzó hasta la altura de su rostro, besando los nudillos con devoción.
−Yo te amo, Dan-Dan… Haces de todos una mejor persona… tú nunca ha sido inútil o algo por el estilo -murmuró contra la piel áspera de la zona y escuchó como la respiración del rubio se perdía por un segundo.
−No digas eso… −exclamó minutos después. Él alzó nuevamente la vista.
−Dan… −hizo una mueca cuando el rubio retiró suavemente su mano del agarre que tenia y daba un paso atrás para hacer más grande la distancia entre ellos.
−No digas eso… por favor… −.
−¿Qué? ¿Qué te amo? -preguntó, sintiéndose estúpidamente enojado. Danny lo vio con cólera pintada en su rostro.
−¿Qué quieres? -preguntó el rubio de repente.
Él guardo silencio.
−… Los quiero a los dos −.
−Ese es el problema -rió sin humor el rubio−. No puedes tenernos a los dos… no de la forma que quieres -señaló con un dedo.
−Lo sé -admitió con gran triste. El otro suspiró−. Lo sé, ¡lo sé! ¡Y no sabes cómo me duele ver que aceptes que te bese alguien más! -gritó dejando sorprendido a Danny.
−¿Lo… lo vistes? -él asintió.
−Sí −.
−Ya veo -bajó la vista y momentos después la alzó para hacerle frente−. Nosotros… Stuart y yo… sólo llevamos siete meses desde noviembre del año pasado. Iba a decírtelo, pero no encontré el momento adecuado… más ahora que estamos en diferentes universidades y… −negó con la cabeza.
−Entiendo -dijo segundos más tarde, pasando su vista por toda la calle inquietantemente vaca. Tal vez era lo mejor, una alusión a la privacidad que ellos necesitaban.
−Yo también te amo -dijo de repente−, pero creo que ya no hay un “nosotros”. No de esa forma… Ilyan, nosotros… −carraspeó−, nosotros podemos seguir siendo amigos… lo fuimos antes de que todo esto sucediera y… −.
−Eso me encantaría -dijo y, en un momento de euforia, abrazó a Dan-Dan contra su pecho, hundiendo su rostro en el cabello de éste. Sintió como se tensaba y un momento después regresaba el gesto, envolviendo sus brazos por su torso. Como extrañaba poder abrazarlo.
Se mantuvieron de esa forma por largos minutos, consientes de la otra presencia que los envolvía.
Él amaba a Danny, pero ya había hecho su elección y si aún podría tener a Danny como a su mejor amigo… se conformaría con eso, aunque el pensamiento fuera triste. Y doliera como el infierno.