Vamos ahora con las perspectivas rusas. Y en como enfrentan los mismos problemas que tienen los estadounidenses y franceses.
1. ¿Aumenta el uso y costo del gas y carbón? Se responde con la apertura de plantas nucleares y de energía alternativa. Hay más planes para centrales hidroeléctricas. También se abren centrales térmicas, pero en general para reemplazo de plantas envejecidas. En todo caso, son productores de estos productos y lo reciben a “precio de costo”.
2. Se deben cerrar reactores por alcanzar su vida útil. Solución: construir nuevas centrales nucleares. A una velocidad de 5 años por reactor (esperando reducir los tiempos a 4 años simplificando los procedimientos). La capacidad actual de construcción de Rosatom teóricamente es de casi 6 reactores VVER por año. De estos, 4 se diseñan y construyen para exportación.
3. Fuentes de uranio para las centrales. Para eso hay soluciones rusas no estándar. Para empezar, con sus centrífugas pueden enriquecer el uranio a 4% de U-235 a una fracción el costo, incluso con uranio empobrecido previamente con métodos “occidentales”. Luego, ya han desarrollado capacidades de usar uranio de nivel militar (90% de U-235) para convertirlo en uranio de reactor. Tercero, están yendo por el camino francés, utilizando óxidos de plutonio para alimentar las centrales nucleares térmicas. Este último paso está en relación al cuarto problema.
4. Tratamiento de combustible nuclear irradiado. A diferencia de los Estados Unidos, Suecia o Finlandia, los franceses, ingleses, japoneses y rusos sí procesan su combustible después de descargarlo de las centrales nucleares térmicas. Lo procesan y lo reintroducen en el ciclo nuclear, cerrándolo de forma parcial. Para los interesados:
http://www.world-nuclear.org/information-library/nuclear-fuel-cycle/fuel-recycling/processing-of-used-nuclear-fuel.aspx.
El combustible irradiado es combustible en perspectiva, no un desecho nuclear. De hecho, sólo el 4-5% de lo que se extrae de las centrales se podría considerar desecho (50 kg en lugar de una tonelada de “desechos”). El resto se puede usar en diferentes aplicaciones. De esta manera, con esfuerzo se puede reducir la cantidad de desechos. Almacenar 50 a 100 kg de desechos al año por reactor es muy diferente a almacenar una o dos toneladas.
Sin embargo, los rusos no se quedan ahí. Siendo el único país con reactores comerciales en neutrones rápidos, logran varios cometidos. a) Usar el U-238 como combustible. A diferencia de los reactores corrientes, el reactor a neutrones rápidos sí logra fisionar este isótopo. b) Quemar más eficientemente el combustible de tal manera que se reducen aún más los actínidos, reduciendo su cantidad y necesidad de almacenamiento. c) generar combustible nuevo para centrales térmicas “corrientes.”
Para finalizar con este apartado, se está diseñando (y construyendo) un reactor en neutrones rápidos de plomo como termoconductor. En perspectiva, usará nitridos en lugar de óxidos y permitirá cerrar de forma efectiva el ciclo nuclear. Pero de eso, en la siguiente entrega.