¿Problemas? Ningún problema...
Te hacen la pregunta, porqué antes no, o sea qué es lo que esperas, y piensas en la suerte que has tenido de que alguien tenga la determinación que a tí te hace falta y que por encima aún se interese en tí, a pesar de indecisiones, mariconadas y pajas mentales, eso de las mentes complicadas que si las miras compasivamente se dejan admirar, pero sólo si las miras compasivamente... Y me tuvieron compasión, y esta vez fui un idiota feliz, pero antes fue un idiota triste y solo, porque ya la he pagado antes, por contenerme, por no dejarme ver -y querer- lo antes posible, porque se me atoran las mujeres que me gustan de verdad, y por eso te digo K. que tienes razón, yo no soy tímido, pero me gustas de verdad, y me atoré un poco, sólo un poco, yo obsesionado con el control, tan cómodo cuando no hay nada que perder sin pensar en nada más que en las ansias, el puro instinto, y ese control se me fue contigo, la pasión rompe mi equilibrio -del que cabe dudar, al que cabe renovar-, mi comodidad, y la miré pasar, la maldije y ahora vivo más allá de ella, idiota y feliz.