Escuchando el
especial reylo del podcast
Skytalkers me he dado cuenta de que no me tomo la ficción tan en serio como otras personas. No es que las historias y personajes no signifiquen nada para mí o que no lo viva a tope, es sólo que no le doy más significado del que pueda tener dentro de la historia; no lo veo como algo especialmente profundo. A lo que voy es que creo que cuando veo/leo algo no llevo a cuestas conmigo todos mis valores morales sino que me olvido de ellos, los dejo a un lado mientras estoy inmersa en la historia. La ficción es escapismo y si pretendo que todo sea siempre respetuoso/correcto nunca me voy a divertir. A mí nunca me ha molestado la frase “you know I can take whatever I want” que Kylo Ren le dice a Rey en TFA durante el interrogatorio porque en realidad me pone XDD Mi vida real, donde sí me molestaría algo así, se queda fuera cuando entro a la sala y no vuelvo a ella hasta que salgo.
Aun cuando no shippeaba nada en TFA nunca he sido anti reylo, nunca he visto nada que me haga odiar la idea de que pasara (aunque lo veía poco menos que improbable), porque todo esto es ficción, mentira, y creo que la gente tiende a sobreactuar. El mundo de la ficción está complicado desde que los social justice warriors y los guardianes de la moralidad (a veces son los mismos) lo convirtieron en otro campo de batalla en el que dar la barrila. Hay ciertos temas que merecen la pena, como más inclusión para géneros y razas, pero en cuestión de lo que puede o no puede representarse en una historia tenemos una manía exagerada de meter las narices e impedir todo lo que no sea de nuestro gusto.
Hace poco escribí en mi cuaderno/diario que hemos convertido a Flanders y Helen Lovejoy en modelos a seguir en vez de dejarlos como lo que son: personajes paródicos; incluso Lisa Simpson, que es molesta en ocasiones y que nunca, nunca baja la guardia en cuestiones de justicia social, está siendo emulada como si fuera algo normal. Echo de menos cuando no había redes sociales y cuando las había pero la gente no era tan pesada. La ficción está dejando de ser divertida porque está sujeta a demasiadas normas.
Volviendo al podcast, en la mitad del programa contestaron emilios que les habían enviado y uno de ellos era de un anti reylo que quería conocer su opinión sobre la pareja y la controversia que hay. Sinceramente yo jamás habría contestado un correo de un anti reylo, por muy educado y curioso que sea. Estoy cansada de tener que explicarme/justificarme y me niego a seguir haciéndolo. Me gusta lo que me gusta y punto. Odio cuando las reylos se muestran comprensivas en este punto porque creo que es seguirle el rollo a ese tipo de Flanders o Lovejoy que mencionaba antes. Y si bien no puedes impedir que la gente responda de forma diferente a las mismas historias y personajes, lo que es lógico, me cabrea sobremanera que porque alguien ve en una historia un elemento peligroso a su juicio, lo tomen como la verdad absoluta en vez de como otro punto de vista más. Ahí es dónde está el problema de lo que pasa últimamente. Además, los anti reylo nunca tratan de entender nuestro punto de vista, ¿por qué he de molestarme en ver el suyo? Que paso, que prefiero intentar pasármelo bien.
También (y esto lo digo ya para acabar de escribir esto) tengo unas ganas locas de que llegue diciembre para ver el episodio IX y pasar página porque la gente que odia el reylo está especialmente intensita, con su superioridad moral y su supuesto mejor entendimiento de la saga; que me tengo que reír…