En vista de que tumblr tarda la vida en cargar, voy a ver si escribo algo de El Hobbit aunque tengo menos ganas que nunca. El día que lo acabe, voy a estar muy contenta de no tener que hacer el post semanal de comentar (soy muy vaga, jaja)
Los capítulos 15 y 16 son los preliminares de la batalla final, con Smaug muerto y los enanos parapetados en la montaña porque no quieren ni que entre el dragón ni que nadie les quite el dinero. Me ha hecho mucha gracia que encuentren al (probablemente) único cuervo que habla como los humanos y que, con mucha paciencia (porque parece por un instante que les va a mandar a la mierda) acepta hacer de recadero y llevar un mensaje a otros enanos para que les ayuden a defender el tesoro. Y además, hace de radio patio y les informa que Smaug está... sniff, muerto. Thranduil habla poco y le deja a Bardo, que no será más guapo pero habla mejor y está más dispuesto a negociar con los enanos, aunque esto consista mayormente en “o me das el dinero o me das el dinero” Lo dice de buenas maneras pero aun así…
Aquí es donde Thorin empieza a tocarme las narices mucho, y es que le ha entrado la avaricia esta del tessssoro y no quiere soltar ni un centavo o lo que sea que manejen ahí.
Lo mejor ha sido el pequeño Bilbo. El pobre Bilbo que siempre está pensando en su agujero hobbit y en la comida que podría estar degustando allí en lugar de estar en una montaña que no tiene ni una triste sucursal de McDonalds. Tienen cram, pero no es suficiente. Y como Bilbo está ya hasta donde sea que estén los hobbits cuando se cabrean (¿la punta de los pelos de los pies?), pues va y les lleva la piedra del Arca a Thranduil y Bardo a ver si así aligeran las negociaciones y él puede merendarse un buen par de huevos fritos con panceta (por ejemplo) Es uno de mis momentos favoritos de las pelis, gracias a la interpretación de Martin Freeman que pone un careto genial cuando Thorin amenaza con esmochar al que le haya robado la piedra (pero no sospecha de él porque es su nobio) Y como Bilbo es un rompecorazones de primera, pues hasta Thranduil y Bardo beben los vientos por él. ¡Si es un encanto!, cómo no quererle.
Bueno, al final resulta que sobrevivieron 3 poneys. Demos gracias a Tolkien por no masacrarlos a todos :
Citas favoritas:
“Pero no tuvo en cuenta el poder del oro que un dragón ha cuidado durante mucho tiempo, ni los corazones de los enanos.”