CAP 22
Volver a la oficina, su oficina, después de ese viaje inesperado y sumamente accidentado no convence a Sam Wesson. Misha y Jo estaban allí desde una hora antes que ellos entraran, sentados en sus sillas, se sintió invadido al verles alli en un lugar tan restringido y donde solo Dean y el podían entrar, pero Dean los puso allí, la noche anterior no pudieron mencionar nada de lo que se suponía pasaría ahora. El agente ojiazul con un gesto indicó a su prima que se levantaran y se fueran, como fantasmas que nunca estuvieron allí, como un solo mecanismo moviéndose con los mismo engranajes. Sam miró a su prima marcharse, ella le guiñó un ojo y a boca del chico se abrió como una ostra.
Verla así, con traje entallado, serio, gris impecable, cabello recogido, poco maquillaje y... ¿¡Y eso era un chupón en su cuello!? ...Casi da un paso hasta ella, por suerte Dean lo detiene y lo hace sentar en su silla, un poco violentamente debe admitir, pero el asunto es que su cabeza aun no procesaba esa posibilidad.
Tiene todavía la sensación inaudita de lo imposible en la piel debajo de las uñas y dentro del cuerpo, porque fuera de esa fortaleza al que él y Dean llaman colmena o la base secreta del FBI, en la que se conocieron, en la que algo grande e inmenso dio lugar, todo parece tan superficial con respecto a la oscuridad que existe fuera de esos muros.
Trabajan en silencio por horas, hasta el almuerzo, hacen la rutina de siempre pero no dicen nada, las horas pasan y Sam se siente atrapado en esos pasillos, sin aire, sin poder estirarse o explayarse, sin libertad de decir lo que Dean no le dejó decir anoche mientras el consuelo de volverse a tener se consumía piel contra piel. No ve la hora de salir de allí, de volver a la granja, se da cuenta de que hay dos hombres ahí, esperándoles, unos que son dos gotas de agua, unos con los que compartió mucho de su tiempo cuando cayó en esa otra dimensión, desvía la mirada a Dean y un pesar le aprieta más el corazón.
Si Dean no hubiera ido por él, si no se hubiera arriesgado a lo desconocido, el aun estaría allí y esta dimensión habría dejado de existir...
- Sam… Sam...- le dice repentinamente, pero no es repentino, el castaño se había desmayado sobre su escritorio.
- ¿Dean?- el rubio lo recuesta en la silla y le pone una botella de agua fría en la frente haciéndolo volver.
- Demonios, qué te paso ahora...- el chico toma su manos colocándolas en su rostro, notando que no hay rechazo y se levanta con las piernas temblando, se abraza a él sin pesar en las cámaras que le vigilan.
- Perdona creo que, solo que no puedo estar aquí...- le dice retirándose un poco para que su rostros queden enfrentados, independientemente de ser diez centímetros más alto que su novio.
- Sam este es nuestro lugar...- le dice Smith sin pestañear, sin retirar los ojos verdes, firmes, de los suyos.
- Lo sé... pero cuando pienso lo que hay allá afuera... lo que vi, lo que viví...- Dean le tapa la boca y él lo observa atónito por un instante.
- No podemos hablar aquí lo sabes...- le da un beso al retirar su mano, le ayuda a sentarse le da hielo de la heladera y le pide terminar el turno en un mudo gesto al cual el asiente.
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Sam Winchester está barriendo los pedazos de yeso que hay en el piso de la sala cuando el ruido de una auto le hace mirar fuera y ve llegar esa primera mañana en la granja a Johanna, soltándose el pelo al salir del auto y con un pie en el porche al abrir la puerta ella se quitaba la corbata de un traje gris entallado, la chica le mira con desconfianza un segundo hasta que su rostro se relaja y es la misma muchacha que él conoce o que conoció la noche anterior.
Que Dean no este allí con ellos le da la oportunidad de hablar, de enterarse si la casa está adecuadamente protegida o de si aún le faltan arreglos específicos para hacerla segura... Jo le muestra el cuaderno de Bobby ademas de como usar el material y conjuros que él conoce pero que nunca aplico como partes de una construcción para hacerlas invisibles a la vista, juntos recorren la casa terminando esos detalles, usan los conductos plásticos de los cables eléctricos para que los demonios son puedan invadir o queden atrapados al rededor o dentro de la casa, es algo suma mente ingenioso por parte del Bobby de este mundo, haber calibrado aquello.
Tapian puertas que estaban escondidas en las paredes o clausuradas, colocan maderas nuevas en los techos, grabadas con símbolos y ponen clavos personalizados en diferentes puntos de la casa, según estaban antes. Jo le comenta porqué la casa está en esas condiciones a Sam mientras trabajan, la inspeccion de rutina del FBI le sorprendió mucho mas por el nivel de desconfianza dentro de sistema en el que se manejan, mas aun por que jo siendo su primo el involucrado por un grupo de asesinos de SHIELD. Por supuesto la muchacha puede revelar esto porque en realidad ella que no es una agente. Sam sonríe en grande porque su simpatía y descaro son revitalizantes.
No hay mucho de la niña que quería cazar como su padre, de la niña que él conoció en su mundo, esta Jo es más madura,curtida, está en el negocio sobrenatural por herencia de responsabilidades y conocimiento de ello, esta porque no tiene nada más y es lo único que sabe hacer bien, la escucha atento, escucha su anécdotas y su miedos, pero pone más atención cuando menciona que está cansada, cansada de estar sola, de no poder confiar en nadie y se detiene en esa frase para darle un golpe en el brazo que él no tiene ni idea de porque es... solo que ella responde a su mirada de “WTF” con...
- Eso es por tirarme de la lengua y tener la cara de mi primo...- contesta antes de levantarse.
Solo cuando Dean aparece detrás de ellos con cara de perro y con rabia a su alrededor en el altillo, la chica vuelve con un martillo y unos clavos en la mano, ella baja su guardia instintiva cuando el cazador protesta a su hermano que tiene hambre y él no ha preparado nada para el almuerzo que en realidad a esas horas sería una merienda muy cargada.
Los tres comen lo que Sam prepara una hora mas tarde, Dean pide más, el siempre pide mas, porque nunca está satisfecho y Jo le mira de lleno pregunta a Sam donde lo mete, porque lleva dos platos repletos y ahora va por el postre, Sam mira a su hermano y suspira alegando que siempre come así, desistiendo de que cambie. Cuando las dieciséis horas pasan y los agentes no vuelven Dean se pone inquieto pero la pequeña rubia le calma diciendo que no tienen por qué volver si ellos están ahí. Parados en el porche, tomando su coche para marcharse quién sabe dónde, repiten al unísono un gran ¿Porque?, pero las palabras “novio, cama y departamento cercano a la base” los deja fríos y mientras el coche arranca ella se ríe a pulmón de sus caras.
- Jodida niñata.- suelta Dean nuevamente furioso al entrar a la casa delante del menor.
- Bueno Dean... creo que es normal ¿No? - Dice para aminorar las cosas y se distrae tratando de no recordar los sonidos de la noche anterior y agradeciendo no tener que escucharlos esta noche tampoco.
- ¡A la mierda! Sam que estos dos sujetos estén follando por allí me...- y Sam se le eriza cada cabello de la nuca y voltea hacia su hermano solo para callarlo.
- ¡¿Podrías por favor no decir esa palabra?!- trata de caminar lejos de él pero su hermano lo interrumpe... siendo Dean.
- Que ¿follar?- y los hombros de su hermano se tensan y frunce el ceño sin entender.
- Si esa, no quiero pensarlo, cavilarlo ni nada ¿Ok? Solo son nuestros clones, primero que nada no tienen parentesco con nosotros ni entre ellos asique... deja de lado su relación, son nuestros anfitriones, esta es su casa y estamos de paso... como siempre...- Dean se queda algo sorprendido por lo del parentesco y su manera de erizarse, pero cierra la boca cuando recuerda que Smith confundió a Sam con Wesson y eso no abandona su mente por un buen rato hasta que ve el impala por la ventana y se queda pensando, ¿Si el no fuera el hermano mayor de Sam le vería de ese modo...?
El silencio es inmenso en la granja, ni la tele o la radio ni nada asemeja el sonido de la gente viviendo a su alrededor como están acostumbrados en los moteles que viven, pero en la noche les cuesta dormirse por ese silencio, Dean se levanta en la noche en el cuarto que tomo para él, ya que Sam le daba no sé qué volver a dormir en el mismo lugar, o en la cama de Bobby, por lo que él se quedó en el cuarto de Wesson y Dean en el de invitados que parecía más familiar y más campestre que el resto de la casa.
Está somnoliento con ganas de dormir pero está intranquilo en ese lugar que no es el suyo y para ser específicos lo que más lo intranquiliza es no estar en el mismo cuarto que Sam. Va a la cocina por algo de alcohol pero vuelve arrastrando los pies por las escaleras y el pasillo, solo una exhalación intensa es lo que lo detiene en el sitio y espabila sus sentidos, dejando la cerveza en el pasillo, mirando dentro de la puerta entreabierta de su hermano con cuidado.
Esta dormido, despeinado y con las sabanas revueltas sobre su cuerpo, todo está bien, mira que no haya nadie más en la habitación y está retomando su camino cuando el mismo sonido resuena en el vació de la casa y en su oídos, haciéndolo voltear su cabeza de nuevo donde su hermano duerme y abre la puerta otro poco para ver si no se le escapó algo.
Solo que esa exhalación es un gemido contra la almohada de su hermano. Está soñando y él quiere reírse cuando le ve voltearse boca abajo e inspirar pesado y sugestivo, meneando la cabeza divertido por el sueño húmedo de su hermano, pero no suena como si él estuviera actuando en consecuencia con quien sea este en su mente sino todo lo contrario al murmurar entre labios que quien sea que este con el allí en su cabeza aminore el paso porque le duele. Dean se queda helado en el lindel de puerta, rígido hasta el punto de que cada musculo de su espalda se pone como piedra.
- Nnnn No....- exhala.- Aquí... si... - suspira agitado, Dean se pregunta si está dormido realmente y se le acerca lo suficiente para notar la distensión en su rostro indicándole que sí lo está, profundamente, y como no puede apartar la mirada de él, le ve relamerse los labios entre una agitación estimulante, su reacción es salir de allí corriendo.
Cierra la puerta del cuarto en el que se instaló esa noche, porque sus ojos dejaron el rostro de su hermano para recorrer su cuerpo hasta notar como era que su trasero se mecía levemente ansioso de ser tocado y miles de agujas atravesaron su dedos.
Estar allí o saber de la relación de sus clones no estaba siendo sano para ninguno de los dos... lo complicado el silencio extremo del cual era dueño el lugar que los más mínimos ruidos eran audibles, que el mismo silencio te hacia prestar atención a los cambios de viento leves y los murmullos en el aire.
Su hermano estaba del otro lado del pasillo quejándose de falta de atención o el deseo de la misma, mascullando incoherencias en una de las noches más calurosas que había tenido el placer de recordar, pero lo que su hermano soñaba le alteraba, caminó pesado y enojado hasta la cama y se hundió entre las sabanas intentando no escucharlo.
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Por el otro lado Sam fantaseaba con Smith entrando junto a Wesson en su cuarto... a hurtadillas, metiéndose debajo de su cama y despertándole entre risas cómplice y murmullos. En algún momento del sueño su clon desaparece y Dean se sube a su cuerpo, lamiéndolo y meciéndose sobre su ingle con fuerza, excitándolo y el sin poder apartar la mirada del rostro tan familiar, que también pertenece a su hermano y como socarronamente este lo acaricia, por cada rincón como le arde cada toque y cada beso húmedo dejado sobre su pezón subiendo por su cuello y derramando esmero en sus labios.
Pero no quiere, no quiere que Smith se meta en su cama, que le de lo que ansía y le empuja un poco, rechazándolo, solo que Smith se sonríe en vez de molestase o imponerse, al no entenderlo es que él se voltea lejos y ve a su hermano en la puerta entre sueños esperándole y suspira, ve a Dean acercarse a su cama a Smith, y se cuela en su espalda empujando al otro lejos que se desvanece rápidamente, besándole el hombro antes de que sus pieles hagan contacto; Ahora si entregándose a la sensación de placer de solo rozarse, de darse un poco del cariño que sienten por el otro de otra forma más que leves palabras espaciadas en el tiempo.
La sensación de los besos en su espalda y la ingle de Dean clavándose en su retaguardia lo hace estremecerse en lujuria que hace tiempo no comparte con nadie, solo que el sueño se le espabila por el calor y él se da cuenta de que es un sueño, de que en realidad su hermano no le tocaría así jamás y una angustia le va consumiendo todo ese deseo, como el placer de esos toques dejando... un vacío, que en la taciturnidad del despertar duele.
Causándole una congoja dura en su pecho, un miembro duro y palpitante que no se baja cuando da los primeros parpadeos y ve la habitación apenas iluminada por la luz de la luna. Y sabe lo imposible de su sueño dejándose invadir por la pena, abraza su almohada necesitando la compañía; ya despierto mirando el reloj son las cuadro de la mañana, cree que su hermano debe de estar muy dormido, lo suficiente para sentirse libre de apretar más la almohada contra su rostro y llorar el desconsuelo con el que carga hace tiempo.
Toparse con Wesson o que Smith le confundiera con su novio, solo alborotó su subconsciente. A él le había costado un infierno ocultar y mantener a raya sus pensamientos, olvidarse de que cuando su hermano cumplió los dieciocho le lastimaba verlo con chicas diferentes todos los días o simplemente verlo con cualquier otra persona cuando su hermano era suyo desde pequeño, solo cuando tuvo edad para entender lo que pasaba y cómo se clasificaba lo que sentía lo enterró lo más profundo posible.
Pero no podía evitar sentirse atraído por chicas con características muy similares a las de su hermano en aspecto y personalidad.
Dean salta de su cama aún dormido, los ojos abriéndose lo más que pueden, pegados de sueño y hechos una fina línea verde, con el cuchillo de veintidós centímetros de largo en una mano y la otra tanteando su ropa por la colt, fue un milagro poder dormirse después de presenciar el sueño homoerótico de Sam, pero con algodón en los oídos, un par de almohadas sobre la cabeza y una manta gruesa sobre él es que pudo hacer un capullo donde el sonido no pudo llegarle. Dean no recuerda eso o por qué, pero ahora sus sentidos están buscando el motivo de las lágrimas que escucha de lejos y espera que no sea una llorona o un fantasma porque lo cuece a tiros, la colt se le cae y el llanto cesa.
Lo primero que hace es cruzar el pasillo, a tropezón limpio, verificando que la habitación de Sam este segura, checando el closet y debajo de la cama, las ventanas también, aún con el cuchillo en la mano cierra la puerta y se frota un ojo, distingue en la cama a su hermano inmóvil, su respiración no es profunda por lo que supone está despierto.
- ¿Sam?- lo ve hacerse un nudo y se da cuenta de que el que lloraba era él, no lo entiende parecía bastante feliz hace unas horas atrás, o eso cree, en realidad no se quedó a comprobarlo.- Oye...- está por zamarrearlo cuando escucha su voz entre la almohada y la tela de la cama.
- Vete, estoy durmiendo...- masculla.-
- Por qué estas llorando...- pregunta despacito para no avergonzarlo en el proceso.
- No lo estoy, vete, estoy durmiendo...- Dean deja el cuchillo en la mesita de luz y lo empuja, haciendo que Sam salga de la almohada donde ocultaba su bochorno y le mira sobre el hombro.
- Tarado, muévete que quiero dormir...- dice Dean abriendo las sabanas para subirse al colchón y deslizarse entre la ropa de cama y a lo largo de Sam que siente un escalofrió al darse cuenta que aún no se recupera de su sueño. Protesta.
- ¿¡Dean que haces?! ¡Vete!- lo empuja. Pero su hermano va con los los cerrados tentando por donde mete la pierna para subir a la cama, Sam ve el rostro de su hermano y duda de que en realidad este despierto.
- No te preocupes Sammy, solo fue una pesadilla.- masculla recostándolo a la fuerza a su lado, abrazándolo, pasando su mano por su cabello para tranquilizarlo, él chico no puede más, y con el pecho apretado se gira de un tirón y se abraza a él con toda la fuerza que puede. -Ya Sammy, tu hermano te cuida, asique duerme tranquilo...- es un balbuceo convincente pero el ya no tiene diez años.
Además se supone que él es más grande que Dean... se supone que es más fuerte y sin embargo, dormido y todo, su hermano mayor puede someterlo a abrazarle.
Despertar en el intenso calor de los brazos de Dean no es lo que esperaba. Se durmió apaciblemente en su pecho a los cinco minutos de que Dean metiera sus dedos en su cabello y masajeara su cuero cabelludo, al sobarle la espalda él se acurruco un poco más contra el mayor, cerrando los ojos. Aunque no pudiera estar con Dean, su hermano le quería, y mucho, como para que a los treinta años aún vele por él en las noches y trate de alejar las pesadillas de sus sueños. Es mínimo lo que obtendrá de él, pero al menos es algo a lo que puede aferrarse por unos minutos más.
Sam puede dormir tan tranquilamente con su hermano cerca y se reprocha eso. Sabe que, cuando no les queda más opción, compartir cama no era difícil o incomodo si sólo hay una cama o en los hoteles no tienen más cuartos o catres, las bolsas de dormir tampoco les causan inconvenientes cuando quedan varados en medio de la nada en pleno invierno. Los Winchester han pasado por muchas cosas juntos y dormir así nunca es un percance, siempre es endemoniadamente placentero como calmo, es uno de los pocos beneficios de ser el menor, de que Dean le criara prácticamente... así que sujeta con fuerza la camisa de su hermano y aunque despierto disfruta de esos momentos.
El timbre es condenadamente inoportuno en ese instante y bufa antes de que suene de nuevo, haciendo rumear fastidiado a Dean en sueños por el ruido, asique él debe levantarse rápidamente para volver a acostarse junto a él o para saber quién es el que no sabe despegar el dedo del botón, porque duda que sea Wesson o Smith, pero tal vez es Jo ya que no le aviso que cerraría las puertas de la casa. Con el cabello despeinado y la ropa del piyama de Wesson arrugado, baja las escaleras tan rápido como puede, se quita una legaña antes de abrir y quedarse parado, quieto como una lapida, sin saber qué hacer cuando el rostro y la vos de esa mujer le reprocha en su mejor tono de madre descontenta.
- ¿Se puede saber cómo es que medio pueblo sabe que ya que tienes novio y yo no? Por si se te ha olvidado la que ayudo a Bobby a cambiarte los pañales fui yo...- reprende con los puños cerrados y posados en las caderas, su pie golpeando las tablas del pórtico y Sam, con la boca seca sin saber que hacer al comprender que... lo está confundiendo con Wesson.
- ¿Jody?- es lo único que su garganta apretujada logra soltar.
- Ni que hubiera visto al demonio en persona niño; Ahora dime ¿Tu teléfono se descompuso u olvidaste como marcar mi numero? ¿Y cómo es que hasta el cabo de mi dependencia sabe lo que desayunan ustedes dos eh? OH! y más vale que no sea Timothy Howerrik, porque ahora si me enojaré.- espeta ya dentro de la casa y Sam solo puede retirarse cabello de la frente porque no tiene ni idea de lo que la mujer dice.
- ¿Sam?- pregunta Dean en la puerta del cuarto escuchando la voz femenina de fondo.
- ¡EH! ¡TÚ! ¡BAJA YA MISMO!- su tono maternal funciona siempre y sobre todo para un Dean Winchester que baja las escaleras frotándose el rostro y mirándola sorprendido.
- ¿Jody?- interroga a su hermano con la mirada y espera dos escalones arriba sin saber qué hacer.
- Bueno, no solo es apuesto, también sabe quién soy... ok te perdono, solo dame un beso y ve por las compras que hice para el desayuno...- Sam traga y se le acerca cuando ella pone el dedo índice en su mejilla, la besa y mira a Dean algo espantado y con el corazón latiéndole muy... lentamente.
- Déjame ayudarte Sam...- murmura el mayor preparado para huir pero Jody le pone una mano en el pecho y le detiene.
- No, no cariño tú te vienes a la cocina conmigo, quiero saber cada detalle de como conquistaste al cabeza de ordenador aquí presente...- le sonríe y tomándolo del brazo le hace caminar junto a ella hasta a cocina. Cuando se alejan, es cuando Sam reacciona y se toma de la cabeza espantado.
- Dios, Jody cree que soy Wesson y que Dean es Smith...- no sabe para dónde correr y decide buscar rápidamente las compras de la mujer, Dean va a matarlo... piensa. Si analiza la situación, esto no es su culpa, en realidad, pero de todas formas están metidos en un lio muy grande.