SPN FBI fic au. [5/¿?]
FBI: Relations.
Paso a paso Sam nota como Smith se abre a su nueva amistad, solo tienen unos tres meses de ser amigos y ha sigo genial, sabe perfectamente que son solo unos cuantos centímetros los que a penetrado de ese duro caparazón al que él llama personalidad fuerte, pero el sabe que en realidad muchas cosas lo han llevado a ser el impenetrable, el aislado, aquella clase de persona que por mas que pasen años nunca terminas de conocer del todo.
El se esmera por sacar a flote sus sentimientos, tratar de ver en el recio perfil algún atisbo de expresión por las cosas importantes, la casa de Dean es una reflejo perfecto de su yo interno, lineal, calculado, firme y frio, pero con sus indagaciones las continuas conversaciones la logrado dejar a un lado esa clausula por la que iniciaron esa amistad. El silencio pacifico.
Así fue como lo denomino porque se notaba que a Dean le encanta compenetrarse con su trabajo, por mas rutinario que sea, por ahora en la horas de oficina ese silencio se ha reducido una hora menos, aun le quedan por disolver otras dieseis mas pero es un avance, miles tiraron el muro de berlín en un día y el esta solo en esa difícil tarea.
Ha dormido en el sillón de Dean unas cuatro veces, comparten cenas día de por medio y en esos días que en los cuales no cenan van a un bar, en realidad el se ha trasformado en su vida social entera, no cree que sea algo malo de hecho nunca tuvo muchos amigos antes del FBI o después de entrar a la agencia, por lo que descubrir a Smith a sido muy entretenido.
Sabe que adora el pai, la cerveza, su impala... por el cual ha estado obsesionado con el e incluso lo ha empezado a llamar bebe y a incluirlo en las conversaciones que tienen... lo cual es muy perturbador pero cree que puede tolerarlo; ama la música de los setenta encabezando por los AC/DC, toda música luego de esa década es intolerable para sus oídos, no soporta a los niñatos que atienden los mini mercados y es una maquina de seducción con toda chica que se cruce por su camino, de hecho le ha sorprendido bastante este hecho.
Cree que desde que salen a bar la única chica a la que ha rechazado a sido aquella que les sirvió la primera vez que tuvieron una conversación sobre sus vidas, piensa detenidamente en esa noche, hace el esfuerzo por acomodar las imágenes y los sonidos, algún tipo de sensación que le recuerde que paso exactamente, solo que se le hace difícil, incluso por su manía de no dejar cosas al azar, sin saber ni siquiera de su vida que fue lo que paso, por lo que empezó a anotar cada cosa que se le viniera a la mente.
Solo tiene media carilla de una pequeña libreta con cosas vagas y sueltas, nada en concreto y son solo seis palabras, ha tratando de volver al tema con Dean pero una sola mirada verde de ese hombre y el tema queda fuera de discusión en menos de un segundo, no solución hasta que se le ocurre hakear las cámaras de seguridad del edificio de Dean, del bar y rastrear el paso de su impala del punto A al B.
Es solo en ese momento cuando se hace de algunas imágenes de ellos llegando, riéndose a carcajada suelta, a la camarera esperándole a fuera del bar, los cinco minutos que el intento encender su auto borracho como una cuba y Dean dejo a la mujer para impedirle semejando cosa, eso lo hizo sonreír, siguió su camino hasta el departamento por la cámaras de transito desde su laptop en plena granja donde estaba ahora, sentado en su cama y vio que a Dean también le costaba manejar ya que el impala no iba muy derecho que digamos.
Se vio salir del auto a cuatro patas sobre la vereda si no recuerda bien esa fue su primera borrachera, luego ve a Dean levantándolo del suelo donde se recostó un momento, como lo cargo puertas adentro del edificio, las risas en la cámara del elevador y en el pasillo del departamento de décimo E, se ve a si mismo apoyarse en el marco de la puerta con su mano por encima de su cabeza, tambaleando la otra como si su equilibrio fuera nulo, son los últimos treinta segundos lo que le dejan preguntándose mas cosas aun.
Son treinta segundos me los cuales su mano cubre su boca, cuando su sonrisa se agranda en la pantalla tanto que no se reconoce, con su cabello revuelto sobre la cara y la mano de Dean que lo toma por la solapa del traje y lo mete dentro de un tirón cerrando la puerta con llave, se queda mirando el video finalizado unos segundos, imágenes de todo el trascurso del bar al departamento le hacen recordar un poco las bromas, recuerda haberle llamado “nena” y recuerda el tirón en su ropa y el golpe en su espalda cuando Dean lo mantuvo contra la pared mientras cerraba la puerta...
Frunce el ceño y se frota la sien, no recuerda nada mas pero solo sabe que se despertó sin ropa, que Dean estaba en piyamas, como también la reticencia de hablar al respecto sobre eso, nuca mas tocaron el tema y suelta el aire pensando que no volverán nunca a mencionarlo siquiera, suelta la laptop sobre la superficie de la cama y solo se desliza sobre las mantas, con la mano debajo de la almohada piensa que solo debería dejarlo ir, por mas que le cueste, debería dejar las cosas como están ya que no están nada mal.
Basto solo es pensamiento para quedarse dormido, feliz de tener un buen amigo como Dean, la relajación entraba en su cuerpo pausadamente desde sus pies, sintiéndose mas liviano y tranquilo, es cuando no siente mas las manos ni el rostro que su conciencia entra en estado rem, y empieza a soñar con lo ultimo que su mente ocupo.
Solo cae sobre una cama repentinamente pero no es la suya, esta mareado pero no tiene ni idea de donde esta se da la vuelta cuando nota que esta sobre su estomago, pero a los pies de la cama una sombra se acerca, es un hombre se quita la ropa poco a poco y en realidad no le preocupa el porque solo el que no puede ver su rostro con claridad, es una mezcla de sombras, tonos y matices que parecen cambiar demasiado rápido como si fueran pinceladas de grueso oleo terracota dándole a entender partes de esos rasgos intrigandole.
Se da la vuelta apoyando los codos en la cama mientra desnudo de cintura para arriba ve como se desabrocha el cinturón de cuero reglamentario de a tirones, es solo en ese momento que nota la placa familiar, es un agente y en su rostro una la luz tenue de la ventana alumbra su quijada, dejando al descubierto el fuerte mentón y unos labios que le parecen familiares, un tirón sobre su cuerpo lo devuelve a lo que ocurre allí notando la nebulosa a su alrededor que se desencaja al moverse de lugar, dándose cuanta de que es un sueño.
Ese hombre tomo con fuerza de su tobillo hasta dejar caer su pies al suelo, se incorpora un poco y el mismo le saca la corbata de un tirón, le desabrocha botón por botón antes de deshacerse de ella y el saco con un solo movimiento, aun no puede ver su rostro por mas que este mas cerca de el, solo lo ve morderse los labios de manera familiar y se pierde en el brillo húmedo que queda en ellos, en el deseo por el que muestra con este acto. El tacto de su recias manos sobre su hombros desvistiendole empieza a afectarlo.
Se siente sin aire, agitado y se da cuenta de que clase de sueño es, solo que jamas había tenido uno así, generalmente Roxanne una niña de su colegio secundario y a sus dieciocho años ocupaba el puesto que ese tipo esta ejerciendo ahora, lo ve arrodillarse entre sus piernas tal cual su frecuente fantasía solía hacer, le desabrocha el cinturón, tira su placa a sus espaldas y con un gesto de su cabeza le hace levantar las caderas.
Lo hace, no tiene nada que perder, ver su vientre desnudo o como el corto bello púbico rodea su escroto frente a otra persona desconocida alza cuatro pulsaciones mas arriba sus latidos, ver como lo acaricia desde los pies hasta su ingle lentamente, descubriendo la forma de su fuertes piernas dispara diez latidos mas intensos en su interior.
Aun no esta erecto, todo eso es solo pura y completamente nervios de estar tan expuesto ante otro tipo, jamas se había imaginado con un hombre en su fantasía habitual erótica adolescente la cual no ha cambiado mucho hasta ahora, es allí cuando la nariz aparece en escena y puede ver un poco mas de ese rostro desconocido, esta cubierto de pecas, sus mejillas y nariz como su cuello, repleto de motitas cafes que lo intrigan hasta la médula sin poder descifrar quien es en realidad; da un respingo cuando esa mano enorme ajena le toca su miembro flácido, lo mira a la cara de nuevo, sin saber si eso funcionara o no...
Lo masajea intentando despertarlo, siente el calor allí, la caricia aun intentando levantar su falo, en su reticencia a ello el solo puede mirar sus manos cuando nota que tiene esposas en las muñecas que lo atan al acolchado, es inverosímil esa imagen del metal fundiéndose con la tela sin dejar que se aparte pero vuelve a saltar sobre su culo desnudo cuando la lengua de ese hombre lame sus testículos y ya no puede evitar algún tipo de reacción, su boca rellena se abre cuando le ve desviarse un poco de lo que hacia para dejar besos húmedos y calientes por su ingle.
Es piel suave y frágil la de esa zona, como también se desvía por completo de lo que el suele soñar regularmente, toda su atención se dirige al cabello claro, la luz le da tonos casi dorados de a momentos, nota el cuerpo fornido y por alguna razón se le hace tan familiar, los hombros redondo, los brazos fuertes, el cuerpo afilado como las mejores maquinas, como agente es normal esa contextura pero también es diferente la manera en que se mueve, sensual, lenta, muy felina y completamente predeterminado cada uno de su actos, es como si le conociese como si supiera de el cosas que ni el mismo ha visto.
Y como las dos veces anteriores en que un pensamiento casi racional que cruzo por su mente el resto de ese rostro le es develado, su agitación es estrepitosa y pierde el aire cuando identifica a su amante en ese sueño,húmedo pero simplemente no puede creerlo, las largas pestañas, esas cejas y esa frente, nada puede devolverle sus latidos ahora, los ojos se abre lentamente mientras saca la lengua de su boca dándole una lamida lenta y torturadora, con esos ojos verdes refuljentes que detiene cualquier pensamiento sensato.
De repente toda la sangre se le va a la entre pierna hinchando el miembro que Dean lame encantado con esa sonrisa socarrona que le pone cuando se sale con la suya en la cena o en quien paga la segunda y cuarta ronda de cervezas. No pude ser él no puede y todo se va al demonio cuando se mete la media erección en la boca y la succiona llenándola de calor con su saliva, con su lengua enroscándose mas y mas al rededor de la cabeza de su pene, su cabeza solo cae hacia atrás por la sensación tan maravillosa que pone sus sentido completamente a disposición de esa mira penetrante.
Le esta devorando con ahincó y sin reparo alguno, le llama por su nombre y el solo acelera el paso, tira la piel hacia atrás dejándolo mas sensible y le mira cuando lo lame a lo largo, ahora es su excitación completa lo que contempla delante de sus ojos rasgados, las miles de pecas empiezan a bailar en el rostro de Dean mientras se acerca a su cara, como una pintura en movimiento rosa sus labios gruesos con los suyos, cree que le besara pero le esquiva obscenamente, riéndose de su deseo en plena cara.
Llegando a su cuello para morderlo y recostarlo en el colchón aun atado, las esposas se convierten en cuerdas y luego en seda, solo una tela verde que Dean desata mientras deja caer su peso sobre su cuerpo, calentando su piel, haciendo lo jadear al sentir la excitación contraria sobre la suya, después de eso todo se vuelve difuso, esta demasiado caliente para meditar cada paso como lo había hecho anteriormente.
Solo sabe que lo recorre entero deslizándose como si tuviera el cuerpo cubierto por alguna clase de oleosidad, le acaricia las palmas y el hueco detrás de sus rodillas, nota que le da la vuelta de un tirón y que lo maneja como si no pesara mas de noventa kilos y metro noventa y cuatro de altura, con su trasero en el aire se lo folla directamente, puede sentir la carne entrar y salir de su cuerpo, puede escuchar repetidamente su nombre mientra se lo hace, lo llama Sammy, sujetando su cabello con fuerza como si lo estuviera amansando de algún modo, solo puede pensar en la sensación el calor del otro cuerpo y como lo penetra haciendo estragos con su cuerpo que gime y le pide que lo haga mas fuerte mientras le complace mas y mas.
Dean se acerca a su oído frotando sus labios resecos de tanto jalar el aire para darle lo que le pide con su mejilla contra el colchón escucha un susurro, entre cortado, latente, uno que lo distrae de lo bien que lo esta pasando en ese bizarro sueño, es hasta que las palabras entran en su cabeza y lo racionaliza su lado cognitivo que lo escucha claramente entendiéndolo finalmente.
- Solo tienes que pedírmelo, Sammy...- la vos ronca con el aliento agrio de la cerveza en rostro lo despierta de repente cuando le rosa la oreja y su mejilla al rojo vivo con la lengua.
El golpe que se da en la cabeza contra la mesita de luz al despertar del susto lo tira de la cama cayendo sobre su trasero al piso aquejadolo con un punzante dolor en el hueso de su cadera junto con su laptop, que suena cuando la pantalla se hace trisas la caer también por el estrepitoso movimiento, devolviéndolo a la realidad, a una hora de ir a trabajar, a cinco minutos de que suene el despertador, a treinta segundos de que salga corriendo al baño asustado a darse una ducha fría para bajar su erección y poder pensar que demonios fue todo eso.
Cree que ese mismo día de trabajo fue el mas incomodo de todos los tiempos, mas porque tiene a Dean a medio metro de distancia, las pecas en donde deben estar, la mirada verde que le pregunta en silencio que demonios le pasa y porque le mira así como si no quisiera decirle algo, solo que no se puede sacar las imágenes de su cerveza y la pregunta si aquello eran recuerdos o en realidad solo una fantasía producto de su investigación, de lo que piensa de su relación con Dean.
Cree que no podría decirle jamas lo abrumado que lo tiene eso, solo pone en orden sus papeles, escribe a mano cada anotación para ingresarlos al sistema, suspira cada cinco minutos tratando de quitarse la sensación del cuerpo que le dejo ese condenado sueño, solo espera que Dean no lo note y el pueda superarlo pronto, y si ruega a dios un poco mas fuerte tal vez ese sueño no se repita nunca mas.
Paso a paso Sam nota como Smith se abre a su nueva amistad, solo tienen unos tres meses de ser amigos y ha sigo genial, sabe perfectamente que son solo unos cuantos centímetros los que a penetrado de ese duro caparazón al que él llama personalidad fuerte, pero el sabe que en realidad muchas cosas lo han llevado a ser el impenetrable, el aislado, aquella clase de persona que por mas que pasen años nunca terminas de conocer del todo.
El se esmera por sacar a flote sus sentimientos, tratar de ver en el recio perfil algún atisbo de expresión por las cosas importantes, la casa de Dean es una reflejo perfecto de su yo interno, lineal, calculado, firme y frio, pero con sus indagaciones las continuas conversaciones la logrado dejar a un lado esa clausula por la que iniciaron esa amistad. El silencio pacifico.
Así fue como lo denomino porque se notaba que a Dean le encanta compenetrarse con su trabajo, por mas rutinario que sea, por ahora en la horas de oficina ese silencio se ha reducido una hora menos, aun le quedan por disolver otras dieseis mas pero es un avance, miles tiraron el muro de berlín en un día y el esta solo en esa difícil tarea.
Ha dormido en el sillón de Dean unas cuatro veces, comparten cenas día de por medio y en esos días que en los cuales no cenan van a un bar, en realidad el se ha trasformado en su vida social entera, no cree que sea algo malo de hecho nunca tuvo muchos amigos antes del FBI o después de entrar a la agencia, por lo que descubrir a Smith a sido muy entretenido.
Sabe que adora el pai, la cerveza, su impala... por el cual ha estado obsesionado con el e incluso lo ha empezado a llamar bebe y a incluirlo en las conversaciones que tienen... lo cual es muy perturbador pero cree que puede tolerarlo; ama la música de los setenta encabezando por los AC/DC, toda música luego de esa década es intolerable para sus oídos, no soporta a los niñatos que atienden los mini mercados y es una maquina de seducción con toda chica que se cruce por su camino, de hecho le ha sorprendido bastante este hecho.
Cree que desde que salen a bar la única chica a la que ha rechazado a sido aquella que les sirvió la primera vez que tuvieron una conversación sobre sus vidas, piensa detenidamente en esa noche, hace el esfuerzo por acomodar las imágenes y los sonidos, algún tipo de sensación que le recuerde que paso exactamente, solo que se le hace difícil, incluso por su manía de no dejar cosas al azar, sin saber ni siquiera de su vida que fue lo que paso, por lo que empezó a anotar cada cosa que se le viniera a la mente.
Solo tiene media carilla de una pequeña libreta con cosas vagas y sueltas, nada en concreto y son solo seis palabras, ha tratando de volver al tema con Dean pero una sola mirada verde de ese hombre y el tema queda fuera de discusión en menos de un segundo, no solución hasta que se le ocurre hakear las cámaras de seguridad del edificio de Dean, del bar y rastrear el paso de su impala del punto A al B.
Es solo en ese momento cuando se hace de algunas imágenes de ellos llegando, riéndose a carcajada suelta, a la camarera esperándole a fuera del bar, los cinco minutos que el intento encender su auto borracho como una cuba y Dean dejo a la mujer para impedirle semejando cosa, eso lo hizo sonreír, siguió su camino hasta el departamento por la cámaras de transito desde su laptop en plena granja donde estaba ahora, sentado en su cama y vio que a Dean también le costaba manejar ya que el impala no iba muy derecho que digamos.
Se vio salir del auto a cuatro patas sobre la vereda si no recuerda bien esa fue su primera borrachera, luego ve a Dean levantándolo del suelo donde se recostó un momento, como lo cargo puertas adentro del edificio, las risas en la cámara del elevador y en el pasillo del departamento de décimo E, se ve a si mismo apoyarse en el marco de la puerta con su mano por encima de su cabeza, tambaleando la otra como si su equilibrio fuera nulo, son los últimos treinta segundos lo que le dejan preguntándose mas cosas aun.
Son treinta segundos me los cuales su mano cubre su boca, cuando su sonrisa se agranda en la pantalla tanto que no se reconoce, con su cabello revuelto sobre la cara y la mano de Dean que lo toma por la solapa del traje y lo mete dentro de un tirón cerrando la puerta con llave, se queda mirando el video finalizado unos segundos, imágenes de todo el trascurso del bar al departamento le hacen recordar un poco las bromas, recuerda haberle llamado “nena” y recuerda el tirón en su ropa y el golpe en su espalda cuando Dean lo mantuvo contra la pared mientras cerraba la puerta...
Frunce el ceño y se frota la sien, no recuerda nada mas pero solo sabe que se despertó sin ropa, que Dean estaba en piyamas, como también la reticencia de hablar al respecto sobre eso, nuca mas tocaron el tema y suelta el aire pensando que no volverán nunca a mencionarlo siquiera, suelta la laptop sobre la superficie de la cama y solo se desliza sobre las mantas, con la mano debajo de la almohada piensa que solo debería dejarlo ir, por mas que le cueste, debería dejar las cosas como están ya que no están nada mal.
Basto solo es pensamiento para quedarse dormido, feliz de tener un buen amigo como Dean, la relajación entraba en su cuerpo pausadamente desde sus pies, sintiéndose mas liviano y tranquilo, es cuando no siente mas las manos ni el rostro que su conciencia entra en estado rem, y empieza a soñar con lo ultimo que su mente ocupo.
Solo cae sobre una cama repentinamente pero no es la suya, esta mareado pero no tiene ni idea de donde esta se da la vuelta cuando nota que esta sobre su estomago, pero a los pies de la cama una sombra se acerca, es un hombre se quita la ropa poco a poco y en realidad no le preocupa el porque solo el que no puede ver su rostro con claridad, es una mezcla de sombras, tonos y matices que parecen cambiar demasiado rápido como si fueran pinceladas de grueso oleo terracota dándole a entender partes de esos rasgos intrigandole.
Se da la vuelta apoyando los codos en la cama mientra desnudo de cintura para arriba ve como se desabrocha el cinturón de cuero reglamentario de a tirones, es solo en ese momento que nota la placa familiar, es un agente y en su rostro una la luz tenue de la ventana alumbra su quijada, dejando al descubierto el fuerte mentón y unos labios que le parecen familiares, un tirón sobre su cuerpo lo devuelve a lo que ocurre allí notando la nebulosa a su alrededor que se desencaja al moverse de lugar, dándose cuanta de que es un sueño.
Ese hombre tomo con fuerza de su tobillo hasta dejar caer su pies al suelo, se incorpora un poco y el mismo le saca la corbata de un tirón, le desabrocha botón por botón antes de deshacerse de ella y el saco con un solo movimiento, aun no puede ver su rostro por mas que este mas cerca de el, solo lo ve morderse los labios de manera familiar y se pierde en el brillo húmedo que queda en ellos, en el deseo por el que muestra con este acto. El tacto de su recias manos sobre su hombros desvistiendole empieza a afectarlo.
Se siente sin aire, agitado y se da cuenta de que clase de sueño es, solo que jamas había tenido uno así, generalmente Roxanne una niña de su colegio secundario y a sus dieciocho años ocupaba el puesto que ese tipo esta ejerciendo ahora, lo ve arrodillarse entre sus piernas tal cual su frecuente fantasía solía hacer, le desabrocha el cinturón, tira su placa a sus espaldas y con un gesto de su cabeza le hace levantar las caderas.
Lo hace, no tiene nada que perder, ver su vientre desnudo o como el corto bello púbico rodea su escroto frente a otra persona desconocida alza cuatro pulsaciones mas arriba sus latidos, ver como lo acaricia desde los pies hasta su ingle lentamente, descubriendo la forma de su fuertes piernas dispara diez latidos mas intensos en su interior.
Aun no esta erecto, todo eso es solo pura y completamente nervios de estar tan expuesto ante otro tipo, jamas se había imaginado con un hombre en su fantasía habitual erótica adolescente la cual no ha cambiado mucho hasta ahora, es allí cuando la nariz aparece en escena y puede ver un poco mas de ese rostro desconocido, esta cubierto de pecas, sus mejillas y nariz como su cuello, repleto de motitas cafes que lo intrigan hasta la médula sin poder descifrar quien es en realidad; da un respingo cuando esa mano enorme ajena le toca su miembro flácido, lo mira a la cara de nuevo, sin saber si eso funcionara o no...
Lo masajea intentando despertarlo, siente el calor allí, la caricia aun intentando levantar su falo, en su reticencia a ello el solo puede mirar sus manos cuando nota que tiene esposas en las muñecas que lo atan al acolchado, es inverosímil esa imagen del metal fundiéndose con la tela sin dejar que se aparte pero vuelve a saltar sobre su culo desnudo cuando la lengua de ese hombre lame sus testículos y ya no puede evitar algún tipo de reacción, su boca rellena se abre cuando le ve desviarse un poco de lo que hacia para dejar besos húmedos y calientes por su ingle.
Es piel suave y frágil la de esa zona, como también se desvía por completo de lo que el suele soñar regularmente, toda su atención se dirige al cabello claro, la luz le da tonos casi dorados de a momentos, nota el cuerpo fornido y por alguna razón se le hace tan familiar, los hombros redondo, los brazos fuertes, el cuerpo afilado como las mejores maquinas, como agente es normal esa contextura pero también es diferente la manera en que se mueve, sensual, lenta, muy felina y completamente predeterminado cada uno de su actos, es como si le conociese como si supiera de el cosas que ni el mismo ha visto.
Y como las dos veces anteriores en que un pensamiento casi racional que cruzo por su mente el resto de ese rostro le es develado, su agitación es estrepitosa y pierde el aire cuando identifica a su amante en ese sueño,húmedo pero simplemente no puede creerlo, las largas pestañas, esas cejas y esa frente, nada puede devolverle sus latidos ahora, los ojos se abre lentamente mientras saca la lengua de su boca dándole una lamida lenta y torturadora, con esos ojos verdes refuljentes que detiene cualquier pensamiento sensato.
De repente toda la sangre se le va a la entre pierna hinchando el miembro que Dean lame encantado con esa sonrisa socarrona que le pone cuando se sale con la suya en la cena o en quien paga la segunda y cuarta ronda de cervezas. No pude ser él no puede y todo se va al demonio cuando se mete la media erección en la boca y la succiona llenándola de calor con su saliva, con su lengua enroscándose mas y mas al rededor de la cabeza de su pene, su cabeza solo cae hacia atrás por la sensación tan maravillosa que pone sus sentido completamente a disposición de esa mira penetrante.
Le esta devorando con ahincó y sin reparo alguno, le llama por su nombre y el solo acelera el paso, tira la piel hacia atrás dejándolo mas sensible y le mira cuando lo lame a lo largo, ahora es su excitación completa lo que contempla delante de sus ojos rasgados, las miles de pecas empiezan a bailar en el rostro de Dean mientras se acerca a su cara, como una pintura en movimiento rosa sus labios gruesos con los suyos, cree que le besara pero le esquiva obscenamente, riéndose de su deseo en plena cara.
Llegando a su cuello para morderlo y recostarlo en el colchón aun atado, las esposas se convierten en cuerdas y luego en seda, solo una tela verde que Dean desata mientras deja caer su peso sobre su cuerpo, calentando su piel, haciendo lo jadear al sentir la excitación contraria sobre la suya, después de eso todo se vuelve difuso, esta demasiado caliente para meditar cada paso como lo había hecho anteriormente.
Solo sabe que lo recorre entero deslizándose como si tuviera el cuerpo cubierto por alguna clase de oleosidad, le acaricia las palmas y el hueco detrás de sus rodillas, nota que le da la vuelta de un tirón y que lo maneja como si no pesara mas de noventa kilos y metro noventa y cuatro de altura, con su trasero en el aire se lo folla directamente, puede sentir la carne entrar y salir de su cuerpo, puede escuchar repetidamente su nombre mientra se lo hace, lo llama Sammy, sujetando su cabello con fuerza como si lo estuviera amansando de algún modo, solo puede pensar en la sensación el calor del otro cuerpo y como lo penetra haciendo estragos con su cuerpo que gime y le pide que lo haga mas fuerte mientras le complace mas y mas.
Dean se acerca a su oído frotando sus labios resecos de tanto jalar el aire para darle lo que le pide con su mejilla contra el colchón escucha un susurro, entre cortado, latente, uno que lo distrae de lo bien que lo esta pasando en ese bizarro sueño, es hasta que las palabras entran en su cabeza y lo racionaliza su lado cognitivo que lo escucha claramente entendiéndolo finalmente.
- Solo tienes que pedírmelo, Sammy...- la vos ronca con el aliento agrio de la cerveza en rostro lo despierta de repente cuando le rosa la oreja y su mejilla al rojo vivo con la lengua.
El golpe que se da en la cabeza contra la mesita de luz al despertar del susto lo tira de la cama cayendo sobre su trasero al piso aquejadolo con un punzante dolor en el hueso de su cadera junto con su laptop, que suena cuando la pantalla se hace trisas la caer también por el estrepitoso movimiento, devolviéndolo a la realidad, a una hora de ir a trabajar, a cinco minutos de que suene el despertador, a treinta segundos de que salga corriendo al baño asustado a darse una ducha fría para bajar su erección y poder pensar que demonios fue todo eso.
Cree que ese mismo día de trabajo fue el mas incomodo de todos los tiempos, mas porque tiene a Dean a medio metro de distancia, las pecas en donde deben estar, la mirada verde que le pregunta en silencio que demonios le pasa y porque le mira así como si no quisiera decirle algo, solo que no se puede sacar las imágenes de su cerveza y la pregunta si aquello eran recuerdos o en realidad solo una fantasía producto de su investigación, de lo que piensa de su relación con Dean.
Cree que no podría decirle jamas lo abrumado que lo tiene eso, solo pone en orden sus papeles, escribe a mano cada anotación para ingresarlos al sistema, suspira cada cinco minutos tratando de quitarse la sensación del cuerpo que le dejo ese condenado sueño, solo espera que Dean no lo note y el pueda superarlo pronto, y si ruega a dios un poco mas fuerte tal vez ese sueño no se repita nunca mas.