Bitten For By. [2/12]

Jun 17, 2012 17:39



Capitulo 2

No soporto demasiado las inquietudes de los demás con respecto a Jenna, él mismo no sabia nada de esa tipa ni quería saberlo, la sensación en su clavícula y la mordida llenaban completamente su atención, le fastidiaba terriblemente la incapacidad de no poder pensar en nada que no sea esa loba, lo que estaría haciendo, como se estaría moviendo por el pueblo, y le asqueaba la necesidad de ser tocado por ella o la intensidad de percibir su toque sobre su piel.

Se dirigió al baño apenas estuvo en su cuarto y miro con detenimiento la marca casi cerrada de la mordida, son grande las incisiones en ella pero pequeña la mordida eso le hizo inmediatamente pensar en los labios de esa mujer tan apetecibles -sacudió su cabeza luego de ese pensamiento-, roso la marca circundándola y su pulso se disparo robándole el aliento, un segundo después la ira de estar preso por algo tan vano lo llevo al arrebato de golpear el espejo frente a el, marcando un circulo pequeño y roto del impacto, con mas serenidad tomo el abrecartas y lo miro detenidamente.

Era lo mas afilado que tenia a mano y analizo sus pensamientos mostrando una mueca de aceptación antes de dejarlo a un lado del lavabo, se desabrocho la camisa lentamente con la mirada concentrada en la imagen que le devolvía el espejo roto identificándose completamente con la devolución de la imagen, se la quito y la dejo doblada a un lado mientras con su mano derecha tomaba en abrecartas y hundía sin titubeos la afilada hoja de plata en su carne, rodeando la mordida extirpándola de su cuerpo con satisfacción, levantando la carne que rebanaba de su cuerpo con determinación y sin miedo al dolor que le producía o a las consecuencias de ello, solo quería apartar la sensación del tener a Jenna a su lado solo con ver esa marca.

La sangre corría por su pecho hasta la cinturilla de su pantalón, casi con asco y tranquilidad dejo el pedazo de ser profanado por la loba junto al lavabo y a su vez el filo al que le dio uso en ese instante, fue a respirar aliviado al ver como su carne se regeneraba sola en el reflejo astillado y una sonrisa socarrona casi superada quiso formarse en su rostro para reflejarse en el espejo, solo que un intenso dolor se formo en su vientre como si le arrancara las entrañas de cuajo.

El aire se le escapo como si estrujaran su pulmones desde dentro en el segundo siguiente y metieran verbena por su garganta impidiéndole tomarlo devuelta, su mirada se enturbio y el cuarto giraba vertiginosamente haciéndose imposible mantenerse en pie, tambaleando termino desparramando en el piso sin saber como detener todo ese dolor que sentía, las nauseas y el frío que se expandía desde dentro, lo único que pudo percibir en ello fue como se desmayaba muy lentamente perdiendo la conciencia, y el miedo que sintió solo era porque no tenia a Jenna cerca.

Una dolorosa bocanada de aire que lo despierta de un tirón dejándolo tosiendo y sentado en el piso de su baño minutos después, antes de siquiera ubicarse o de procesar que fue lo que paso su mano se posa sobre la herida, el corazón le late de manera vigorosa en el pecho al sentir con lujo de detalles las incisiones de los caninos de Jenna, no sabe cuanto tiempo a pasado en ese baño o hace cuanto fue que Jenna se fue con el hermanito de Elena pero necesita verla ya.

Traga con bronca mientras se levanta como puede, haciendo un esfuerzo por que el cuerpo le responda lánguido aun, se mira al espejo sin dejar de rosar con mas intensidad la marca, aliviado que de este allí y odiándola por parte iguales, sintiendo el fuerte lazo que lo une a esa mujer sin pedirlo ni desearlo, golpea la mesa del baño con su mano libre frustrado, toma su camisa con bronca, camina tambaleante en la oscuridad de la habitación hasta llegar a la cama, colocándose la camisa de mala gana sintiendo la piel ardida, negándose la necesidad del calor, el contacto de la loba, extrañándola.

Aprieta la boca en una mueca mientras se mete entre las sabanas, le duele su virilidad ya que le costo sacar su mano de la mordida, de rozarla y apretarla excitándolo hasta ese punto, le recorre el cuerpo la rabia tanto como la excitación, esta dividido entre lo que lo llama a placeres y cariños que no se ha atrevido a pedir o pensar desde lo de Katherine, su reacia terquedad a simplemente ser engañado y usado por una mujer que no le conoce, ni le importa quien es él en realidad.

Suspira intentando calmarse, enredándose en la sabanas pero el cuerpo pide y el no había estado tan reacio a complacerse como lo esta ahora, solo que no puede esperar mas y abre su pantalón para acabar con esa tortura que el mismo se causo, ya no puede esperar a que Jenna vuelva, se estaba poniendo ansioso de la nada, no la conoce y no sabe que mierda le esta haciendo esa marca, pero no la podido dejar de tocarla y de tocarse, paso dos horas revolviéndose en la cama, buscando en su cuerpo el aroma de esa mujer, pero era tan tenue que la frustración no lo dejaba disfrutar ni satisfacerse.

No tiene idea de nada, o mejor dicho no sabe nada de lobos… tiene miedo de ser usado… de nuevo, no quiere depender a ese nivel de nadie mas después de el puñal que le clavo Katherine, 145 años esperando su regreso solo para que ella corretee a su hermanito como premio -la garganta se le cierra- no soportara si eso vuelve a pasar y esta vez no meditara tanto el como morir, ira tras la persona que mas le odie y sin mas se dejara matar.

Mira entre los arboles desde el colchón, hace horas que se fue… ¿Qué tanto puede estar haciendo en la casa de Elena? ¿O con Jeremy?

*******

Llegando a la mansión Lockwood, Jeremy le dice que se comporte, que él la presentara y que lo trate con cautela que anda muy volátil, la mujer solo sonríe, el chico no se da cuenta de como lo protege a pesar de no querer ser beta de ese lobo, pero esta en el aire el olor al celo del joven lobo y Jeremy a pesar de no haber hecho ningún esfuerzo anda algo agitado y con las mejillas rojas, ella solo asiente y sonríe dejándole pensar que esta en control de la situación.

Pero no llegaron al ultimo escalón de la entrada de la casona, que un joven de cabello negro y ojos oscuros sale desesperado por la puerta, casi corriendo hasta donde se encuentra Jeremy, el chico retrocede un paso y el lobo no ve nada mas que al beta, ella se interpone y es solo en ese momento cuando la nota.

- Pero que…- levanta la vista.- ¿Jenna? Es… es imposible…- la mira anonadado, ¿Es que en todo el pueblo conocen su rostro?

- Si ya, eso lo discutiremos luego o tu amorcito te contara, la verdad me da pereza, no es por eso que he venido.- Jeremy observa atento cada movimiento y como Tyler solo quiere esquivarla para llegar a él.

- Déjame pasar, no sé que pretendes pero...- Jenna lo corta.

- Si ya, tu celo, lo olí desde hace medio quilómetro atrás… solo que Jeremy no esta “tan” interesado y tu estas aun maldito…- sonríe confiada y divertida.

- ¿Aun? - dicen al unísono Tyler y Jeremy.

- ¿Quién eres tu? - pregunta intentando ver a Jeremy por sobre el hombre de esa mujer.

- Soy Jenna Scott, licántropo de la manada de los Lightwalkers…- dijo tornando su mirada dorada tal cual se había presentado en la casa de los Salvatore siguiendo el aroma de Damon hasta allí.

- Un lobo… ¡Jeremy! - dijo sin poder controlar la furia y los celos, encajando la mandíbula, apretando los puños.

- ¡Eh! ¡eh!... tranquilo yo ya tengo pareja, pero asustas al chiquillo hermano de la niña.- dice poniendo su manos sobre su pecho notando el exceso de calor y manteniéndolo en su lugar.

- ¿Niña? ¿Que niña? Yo no asusto a nadie, Jeremy ven acá - le ordeno como si le perteneciera y Jeremy estuvo a milésimas de moverse ante el llamado, todo su cuerpo dudando, como si algo lo instara a obedecer.

- Habla…habla de Elena. - murmura Jeremy, si, asustado de la mirada dorada y la violencia de los celos de su amigo, conocido de la secundaria.

- Oye no le hables así, que sea tu beta no significa que sea una propiedad aunque así lo sientas… necesito hablar contigo a solas...- miro a Jeremy esperando que reaccione y le mire.

- ¿Cómo? ¿Quieres que me vaya?- dijo sorprendido, soltando los brazos de su alrededor una posición de la que no se dio cuenta que tomo.

- Si, esto es algo delicado y tú lo distraes…- menciono divertida mostrando una sonrisa de medio lado.

- Pero yo quiero… - dijo Tyler alzando la mano hacia Jeremy, necesitaba aunque sea tocarlo, le resultaba imperioso, pero Jenna lo detuvo con gran fuerza haciéndolo trastabillar hacia atrás.

- Vete...- le insiste y el chico obedece intentando sacar su mirada del Tyler que lo mira suplicante.

- Ok...- apenas murmura, nada convencido, pero retomando el camino devuelta caminado rápidamente, ahora se patea mentalmente porque el no tiene un auto para volver a la casa Salvatore.

- Tú y yo será mejor que entremos para hablar, ¡Oye presta atención! - le grita prácticamente empujándolo dentro, el no responde solo puede mirar la figura de Jeremy desaparecer en la noche.

Jenna apenas logro meterlo en la casa lo golpeo tirándolo al suelo, su fuerza era inmensa y parecía no hacer una pizca de esfuerzo, el reacciono solo en ese instante levantándose tan rápido como pudo para devolver la agresión pero la loba era cuatro veces mas fuerte haciendo imposible defenderse, lo golpeo hasta que sintió su carne blanda, cuando creyó que ya no lo golpearía mas lo mordió en la espalda, mas precisamente entre los omoplatos, sintió como los dientes se encajaban y no lo soltaban levantando la piel del hueso, sentía la sangre correr por su piel, caliente y húmeda, el gruñido de la misma atravesarle el cuerpo, el alma al soltarlo alertando y desgarrando algo desde muy dentro.

La sensación repercutió con mas intensidad cuando la segunda mordida en su hombro llego, el fuego que se formaba en su vientre burbujeaba como lava intentando escapar por cada poro y un intenso aullido lo dejo sordo, resonando en su cabeza como un eco desesperado, cara intento de moverse a través de él para escapar, “esa” Jenna volvía morderlo, dejando al animal que llevaba dentro sin escapatoria acorralando a la bestia en su interior.

Podía sentir las garras, el pelaje y los dientes del lobo rasguñar, moverse con desespero debajo de su piel como si ese animal lo estuviera usando como un traje, como una mascarada de la cual ahora no puede huir, desgarrando músculos royendo huesos, masticando su venas, dejando dolor intenso por donde se mueva.

Una hora mas tarde Tyler esta apaleado y medio noctambulo entre el tormento interminable, Jenna lo mordió tanto que el calvario de esa noche no se la olvidara en su vida, no se siente como la típica trasformación que ya a tenido varias veces, se siente como si desde el centro de su cuerpo su estomago se prendiera fuego y que mata al monstruo que se siente por dentro, tanto como su sangre, sus venas, su carne, sus huesos, no dejando nada de lo que él es.

La loba dijo entre golpes y mordidas que si él no había matado a nadie, entonces sobreviviría a la transición, a la depuración de su ser, sino moriría al instante, el resultado de tanto dolor durante lo que cree son larguísimas horas deja algo más calmada su conciencia a pesar de lo que siente, el remordimiento que cargaba era pesado y solo Caroline sabía exactamente que o como había pasado.

Era extraño, pero se sentía libre, tirado en el suelo sangrando por todos lados, del hombro la segunda mordida que tenia a la vista con su mejilla pegada al suelo y del que no se podía despegar retorciéndose agónico aun sin remedio, a la cual le siguieron mas… la siguiente en su otro hombro, otra en su nuca, una en su muslo y su gemela en su otra pierna, eran mordidas estratégicas, estaba cubriendo zonas donde el lobo maldito en él no pudiera esconderse y terminara matándolo por el abrasivo e intenso magma que reducía en su interior a la bestia, destruyéndola, dejándolo libre para ser el…

Libre de la maldición y tal vez de su desesperación por Jeremy, escuchaba a Jenna a lo lejos cayendo en la inconsciencia luego del dolor, diciendo cosas importantes, pero solo pensar que no estaría como un loco persiguiendo al hermanito de la ex novia de su ex mejor amigo, lleno su cabeza todo el tiempo aplazando la femenina y socarrona voz.

******

Jenna volvió cansada, en ese pueblo pasaban más cosas que en su manada en el trascurso de una semana, y ella solo había estado un día. La manada a la que creyó podría unirse por tener este lugar como su asentamiento era solo un cachorro, uno perdido y solitario al que le costaba confiar, pero ese cachorro esta ligado al hermanito de la chica chillona, ahora que camina por los jardines de los Salvatore rumbo a la puerta es en que piensa en esto, en la chica que esta ligada a Stefan, y Stefan es el hermano de Damon por lo tanto “familia”, lo que hace de ese conjunto de gente algo demasiado variado para una manada de lobos.

Al morder inconscientemente a Damon, al intentar alimentarse de él, noto que era suyo, su beta, lo pudo percibir justo en el limite de la vida y la muerte, por suerte se detuvo, claro le gusto su aroma y se sintió atraída por el instantáneamente mientras lo miraba dormir, mientras esperaba que despertara, pensando… creyendo, asimilando sus sentimientos por él al instinto de caza.

Su alfa líder se enojo mucho con ella por el estado en que llevo a su beta a la manada, pero al ser vampiro, ella no podía quedarse y arriesgar al resto de la comunidad de licanos donde vivía, desde siempre, sus padres la bendijeron y le recomendaron instalarse antes de mandar sus cosas donde fuera que se asentara con Damon.

Estar mas de un día lejos de su familia no le gusto nada pero ella pertenecía donde Damon y Damon no podía estar con lobos mas jóvenes o niños dada su naturaleza, suspiro…. ya les extrañaba, abrió la puerta de la casona y entro en la oscuridad, sus ojos se adaptaron por completo a ella, notando a el Salvatore mas joven sentado en una silla supuestamente dormido.

Siguió su corazón escaleras arriba, notando al acercarse el olor a excitación saliendo a mares de la habitación de Damon, sonrió mordiéndose el labio inferior, eso para ella era solo una invitación para copular, para vincularse con su pareja tan excitante que sin proponérselo empezó a emanar feromonas, renegó de su suerte por alejarla de ella en la primera etapa de su relación, teniendo que ocuparse del cachorro ya que no había nadie mas.

No había nada mas importante que pasar días enteros en la cama con su beta, y la personalidad de ese vampiro le hacia burbujear algo dentro, pero su aroma la ponía mal, deseando no soltarlo mas, solo al abrir la puerta y notar el cuerpo tendido entre sabanas blancas con sus ropas negras puestas la ponía feliz, Damon esta enojado podía sentirlo pero tampoco estaba para nada dormido, sabia que la estaba esperando, él no se movió de la casa con tal de ser encontrado.

- ¿Duermes?- pregunto juguetona.

- Sabes bien que no, tenemos que arreglar esto de ser “beta” porque ni modo, no creas que simplemente lo aceptare…- dijo sentándose en la cama mirando como la loba rodeaba el perímetro del colchón.

- Eso dices… no es lo que huelo…- lo miro a los ojos y Damon se percato de que hablaba, poniéndolo incomodo.

- No sé de que hablas...- intento disimular con su enojo sumado a su mirada fija y fría, pero sintió como el calor emergía de su mejillas, aunque no lo deseara una vez mas se sentía cazado.

- Si sabes pero aun no se de donde bien tanta reticencia… a mi, a esto…- movía su dedo en un vaivén que los señalaba a ambos, y gateo por la cama para sentarse de frente a él y mirar a ese hombre tan especial que se negaba así mismo.

- No sé de que hablas. - Damon intentaba ponerse duro con ella, inflexible a pesar de que el cuerpo le temblaba solo por la proximidad.

- Si sabes… ¿Planeas jugar a eso de “No se y sabes” toda la noche? - dijo tirando un poco la camisa azul descubriendo su piel, dejando ver la mordida que padecía un color rojizo.

- Yo…- aspiro el aire tan deprisa que lo tuvo que mantener allí, enterrado en sus pulmones mientras que Jenna deslizaba un dedo por el borde de la mordida, poniendo loco en las ansias que tenia de ser tocado por ella.

- Damon, solo lo diré una vez…- se movió ágilmente sobre su regazo y lo tendió sobre las almohadas apoyando su peso en su pecho, metiendo sus delicado dedos en su negro cabello.- Lo que ahora compartimos es para siempre… como dije ya hoy “Es como en los cuentos… no hay vuelta atrás y no tiene remedio alguno”, eres mio y soy tuya… para siempre, te cuidare, te amare y velare porque seas feliz hasta mi ultimo aliento… el resto... carece de importancia, todo lo que sientes esta dirigido a mi y todo mi ser esta predispuesto para ti… esto no es un juego, es muy serio y espero que lo comprendas…- Jenna se detuvo, mirando los ojos del vampiro que parecían rígidos, aterrados, no podía respirar de los nervios y la angustia que el recorrían, ella no entendía porque, ladeo su cabeza y paso su dedo por la mejilla, tomo las lágrimas rabiosas del vampiro con sus labios en cálidos besos, haciendo que el vampiro soltara el aire de repente asustado.

- Damon… nunca te haré daño…- le aseguro.

- Eso no es cierto…- su voz temblorosa, renegando de si mismo, apretando los dientes.

- ¿Por qué dices eso?- se levanta para mirarle.

- Porque nadie me ama realmente… nunca en 145 años lo han hecho y no creo que pase nunca…- espeto, tan seguro de sus palabras que parecía haber una muralla de hierro a su alrededor.

- Damon...mírame… yo te estoy amando, ahora, y no lo dejare de hacer nunca…- susurro.

- No puedo creerte - su voz rota lastimaba a Jenna, dejándola con solo una razón.

- ¿Quién te hizo daño Damon? ¿Quien fue tan cruel para jugar contigo, llevarte a este punto de desesperanza y miedo…? - pregunto dolida y preocupada, acariciando su rostro, su cuello, juntando sus rostros solo para tocarse levemente.

- Katherine…- salió de su boca como un despojo.

- ¿Katherine?- repitió.

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