Inspirada
Un buen amigo me mostró su blog anoche y he decidido regresar a escribir... la verdad, es de esas actividades que me relajan; no sé por qué no lo hago tan seguido.
Ayer encontré un libro muy interesante en mi cajón... un libro pequeño, muy pequeño; apenas del tamaño de la palma de mi mano. Las letras están ya borrosas; las páginas amarillas y cafés... pero el contenido sigue siendo el mismo, y mejor aún.. el recuerdo de ese pequeño ejemplar sigue vivo en mi mente. Puedo verlo aún en las madres de mi abuela (QEPD); todas las noches y todas la mañanas podía verla sentada en una esquina de la cama, junto a su buró, con el librito en la mano... repitiendo de manera rápida y casi inaudible las palabras impresas en las páginas. "15 minutos de oración con el Cristo Sacramentado"... ahora el título es difícil de leerse, pero mi memoria apoya a la lógica y me permite reconocerlo al instante.
Ahí, en el cajón, junto a mi cama... tomé el libro y recordé que hace ya muchos años, cuando mi abuelita falleció... todos se abalanzaron para poder quedarse con cadenas de oro, esclavas, fotografías, joyas... yo opté por este pequeño libro y un muñeco que mi abuela adoraba (y nadie quería jeje)... la esencia de mi abuela está ahí, y no necesito de más para recordarla.
Ayer tomé pues el librito y por primera vez. Decidí abrirlo para saber qué era aquello mi abuela tanto leía.... oraciones.. oraciones y más oraciones... algunas veces, debo admitir que me perdía entre tantas palabras... pero al terminarlo comprendí, que más que las palabras, la constancia y la fe de mi abuela era lo que día a día le permitía vivir ý superar las adversidades... Además de oraciones... ese ejemplar me ha dejado esperanza, sorpresa, anhelos y sobretodo.. recuerdos...