Orangután, Orang Hutan, gentes de la selva.
Y quedan pocos. Y están siendo exterminados, fundamentalmente por destrucción de su hábitat. Como con tantas otras especies...
Míralo que bonico
Su avistamiento era controlado. En diferentes estaciones del parque de Tanjung Puting tienen plataformas de alimentación, donde se deja comida para que poblaciones salvajes engan y coman. Y al lado, dejan acercarse a los turistas, cuya aportación económica va a la gestión del parque (al menos en nuestro caso, a través de la
Fundación mencionada anteriormente). Esto hace que las poblaciones salvajes estén algo más acomodadas que otras realmente salvajes. Al menos son menos vulnerales.
Plataforma de alimentación para poblaciones acomodadas.
Plataforma de observación para tener controlados a los humanos.
Sin embargo, aqui cada uno va a su bola. Los monetes allá, dando sus paseos arbóreos, los turistos acá, haciendo nuestras foticos. Y la verdad, merece la pena.
Oranguniños. Trepando.
Dígitos orangutánicos.
Los orangutanes estaban realmente cerca.
Una pasada. Como somos asín, llegabamos más tarde que el resto de turistos, los cuales se iban yendo mientras nosotros nos quedábamos con el sitio pa nosotros. Y eso siempre mola.
Ala pues, pronto habrán más. Sean felices.