Avatar (3D): La película que lo consiguió

Dec 31, 2009 02:58

¿Que Ana Lucía consiguiese caerme bien? Casi, pero no.

Avatar (en 3D) ha sido la pelicula que ha conseguido convencerme de que los efectos digitales no siempre tienen que ser un lastre, que enmascaren una mala película, sino que pueden ser una ayuda tan efectiva como cualquier otra para conseguir que el espectador entre en la historia.



No voy a entrar en grandes críticas, a estas alturas del partido ya todo el mundo ha visto la película y sacado sus propias conclusiones.

A mi, por supuesto, me ha gustado muchísimo, desde el minuto 1 y hasta el final (¡por fin un jodido final feliz! ultimamente en el Jolibú está de moda que para que una historia 'llegue' al espectador tiene que ser triste y angst y hacerte llorar a moco tendido, por eso cada vez siento más y más predilección por las peliculas que acaban bien).

Me ha gustado mucho la historia, me han encantado los personajes (sí, incluso George Bush el comandante inmortal que no muere aunque le quemen, le asfixien y le atraviesen), me ha gustado el ritmo, el desarrollo, la metáfora y hasta la moralina de la película.

Y sí, el amor no me ciega, esta película es un tópico cien por cien, y se nota mucho que el guión se escribió en una semana. Los personajes son lo más cliché que te puedas encontrar, la historia se sucede en un ritmo tan básico que sabes absolutamente todo lo que va a pasar desde el minuto cero y hay diálogos que parecen directamente sacados de los apuntes de clase de algún aspirantillo a guionista.

Pero.

Ahi está el gran PERO de Avatar. En los efectos digitales, en lo visual. Que pasa de ser un aderezo, espumillón en el arbol, para SER el arbol. Para contar la historia, para SUMERGIRTE en ella. Porque sí, el esquema de la historia es tan básico que solamente en la f-list podría nombrar a 20 personas capaces de escribir una historia muy similar e incluso mejor. Un poco de ciencia ficción, un poco de fantasía, las fuentes de esta película son tan dolorosamente claras que no hace falta ni nombrarlas.

Pero DUELE cuando destruyen en arbol madre, cuando incendian el bosque. ¿Por qué? Porque tu HAS CAMINADO por ese bosque, has conocido a sus animales, su belleza, has aprendido de sus gentes metido directamente en los pies del protagonista y has aprendido a apreciar lo que hace bella a Pandora, lo que hace bella Avatar.

Y eso sería imposible sin esa imaginería para lo visual, sin esos efectos de ordenador, sin esos GENIOS a los que me gustaría igualarme algún día. Porque en esta película, POR PRIMERA VEZ, la parafernalia y los millones ESTAN AL SERVICIO DE LA HISTORIA y no al revés, y transforman un cuento con moralina, un Pocahontas remasterizado, en una de las películas más bellas que he visto nunca.

Para mí, esto es el cine. Experimentar en mis propias carnes las experiencias de otros, las historias, el dolor de los protagonistas, luchar sus luchas, vivir sus decepciones, participar en sus victorias. Son muchas las películas que consiguen eso sin el aspecto visual abrumador que Avatar tiene de su parte; es la forma 'clásica' de vivir el cine: buenas actuaciones, una historia cercana, diálogos mágicos.

Pero Avatar ha logrado que contando la misma historia, mostrando a los mismos personajes, recitando los mismos diálogos, los espectadores hayan experimentado algo totalmente nuevo. Hayan visitado Pandora,  conocido a los Na' vi, que el dilema de Jack Sully haya sido el suyo, que la desesperacion y las lagrimas de Neytiri al ver su pueblo destruido, toda esa belleza sepultada y destruida por la ignorancia de otros se hayan clavado en sus corazones.

¿Es la misma historia de siempre? Sí. Pero no deja de ser maravillosa.

Si la era digital va a ser así, si va a sumarse a la belleza cinematrográfica que ya existe, si viene a convivir y no a destruir, ojala que se quede. Nos queda mucho y mejor por ver.

En otro orden de cosas, el Sábado pasado fue imposible ver Avatar (no he leido cifras, pero esta película tiene que estar batiendo records de todo tipo, no recuerdo yo unos cines tan llenos desde la época de Titanic), vimos Bienvenidos a Zombieland.



No hay mucho que decir sobre esta película, salvo que me ha hecho reir lo que no me he reido en años y eso ya es mucho. La película tiene gore a puñados (lo adoro) y chistes más o menos fáciles. Una historia de amor facilona, un protagonista carismático, un puñado de sustos y absolutamente ningún punto negro en la hora y media que dura. Te ries, disfrutas y sales del cine con una sonrisa gigantesca y energías como para machacarle la cabeza a un centenar de zombies. ¿Merece la pena? Mucho. En esta vida de mierda, cualquier excusa para reirse y pasarlo bien es casi obligatoria.

Y ahi mi critica cinemátográfica navideña, ojala pudiese ir más al cine, porque este año 2009 ha sido TAN BUENO que me ha dejado con ganas de más, de MUCHO MÁS.

critica, cine

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