Nadie puede ser perfecto, absolutamente nadie. Si alguien fuese completamente perfecto, el mundo tal y como lo conocemos implosionaría. Los hay que son poco agraciados, o desagradables o tienen pocas luces o, yo que sé, pequeños defectos que los hacen humanos.
Y luego está Dani Mateo, que tiene solo dos defectos, pero de los gordos: es bocazas y es culé. Peligrosa combinación.
Click to view
Jamás me había reido yo tanto de un culé, lo prometo, por madridista que pueda ser.
xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Ains, Dani Mateo, mira que te quiero, pero aunque incluso puede que tal vez quizás, el Barça gane la liga, este momento no me lo quita nadie.
¡SUFRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIID!