Desentrañando personajes II: Bianca & Samuel.
«Dentro del universo de La Manada, Bianca y Samuel son dos hermanos mellizos (físicamente muy parecidos): de piel blanca y cabello rubio con ojos aguamarina. Ellos han pasado una infancia atroz al ser abandonados en casa de una familia de estrato bajo, nadie sabe quiénes eran sus padres y la razón por la que llegaron ahí. Fueron criados a regañadientes por una pareja que no deseaba tener niños, por lo que su crianza fue complicada.
A los quince años se les negó la alimentación ─pues eran muy pobres─ y se les obligó a buscar un trabajo. Bianca aceptó uno de “modelo” o al menos eso creyó ella, pues su sorpresa fue grande ya que al llegar allí se dio cuenta de que era una fachada para la prostitución. Fue obligada a cumplir su contrato y cuando regreso a casa se sintió incapaz de mirar a su hermano a los ojos, así que mintió diciendo que todo estaba bien. Samuel por otro lado, sintiéndose desesperado al ver que su hermana tenía que trabajar para mantenerlo también aceptó el primer empleo que un extraño en un bar le ofreció; convirtiéndose en el sicario del que sería uno de los más importantes mafiosos de la Colombia contemporánea. Y el chico terminó, siendo profesional de la muerte.
Al estar metida en aquel campo, la joven se la vivía de paseo con los traquetos que conocía hasta que un día conoció al ahijado de un líder de la mafia, Matt. Con quién de inmediato entabló una relación diferente, y nueva para ella; llena de confianza y respeto. Él la tomó como su novia, y la sacó de aquel mundo, llevándosela a vivir con él y dándose la gran vida. Aunque Bianca sufría bastante en las ausencias de Matt, por lo que éste mandó a que el guardaespaldas escoltara a la señorita junto a él.
Samuel por su parte, disfruta el hecho de que su trabajo le proporcione más que lo suficiente para él. Después de meses de incesante y fiel trabajo es promovido. Ahora más que sicario es un guardaespaldas, por lo que tiene que estar en cada una de las fiestas que dan. Se vuelve amigo de los ahijados de su jefe, Matt y Bastian; y hasta el padrino de ellos le toma aprecio. Los tres juntos viven a un ritmo sin futuro hasta que Matt consigue una novia... y la manda a buscar para un fin de semana en una finca con Samuel.
Cual fue la sorpresa cuando Bianca y Samuel se encuentran en el mismo carro. Y ambos confiesan el tipo de vida que llevaban.
Después de encontrarse con Bianca y ambos confesarse, conoce en la fiesta de cumpleaños de Matt a una mujer que le intriga de sobre manera, si bien nunca había querido a nadie o si quiera pensado en el amor. Ésta mujer (Daphne) le hace cambiar de opinión, e incluso le enseña algo que su vida nunca le dejó aprender: a tener esperanza.»