Si no estás viendo Sons of Anarchy, te compadezco. Estás perdiéndote la que es con toda seguridad una de las mejores series del momento, sin exageraciones, sin medias tintas, sin excusas. La primera temporada tiene un arranque lento, como el paso de un anciano que está muy seguro de sí mismo; te agarra por el cuello y te presenta a un puñado de personajes horribles, imposibles de querer, los menea delante de tu nariz y te dice "¿los ves? Míralos bien porque vas a enamorarte de todos". Y sin saber cómo llega la segunda temporada, y no tienes tiempo de hacerte preguntas. Es una sucesión de relaciones rotas, de desventuras, de personas que se quieren mucho y sufren todavía más y en algún momento, no sabes cuándo, te das cuenta de que estás sufriendo con ellos. Porque son los chicos, son los hijos, son familia (disfuncional, remendada, de moral gris y chalecos negros). Y los quieres, y no sabes cómo ni desde cuándo.
Y los ves ponerse el casco y notas el material contra tu cráneo. Y cuando motan en su moto, eres tú el que siente el viento de la carretera en la cara.
Me cago en la leche, menudo inicio de temporada. He sufrido como una perra durante los cincuenta minutos que ha durado, y al mismo tiempo he disfrutado porque ha sido tan bueno y ha estado tan bien llevado que no sabía si echarme a llorar o quitarme el sombrero o qué.
Confieso que durante un momento he estado convencida de que Tara se iría. Todos hemos pensado lo que ha dicho Jax en algún momento; que ella no pertenece a su mundo, y que de irse a Chicago su vida volvería a ser fácil. Pero ha vuelto a sorprenderme, como siempre, no sólo por el hecho de quedarse, sino por plantarle cara a Stahl y hablar de los chicos como my family. El orgullo que refleja la cara de Clay durante esa escena es el que yo siento. COME ON GURL, YOU'LL GROW UP TO BE GEMMA TELLER ONE DAY.
Que hablando de Gemma (el mejor personaje de toda la serie y no aceptaré argumentos en contra de esta verdad universal que acabo de escribir), siento decir que la shippeo con Tig. No es mi culpa si cada una de sus escenas exuda TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA (pero casi). No me malinterpretéis, el Gemma/Clay es la ley pero aún así una flan tiene que shippear lo que una flan tiene que shippear. Quiero pensar que no es una casualidad el hecho de que sea Tig precisamente el encargado de cuidar de Gemma -pocas cosas pasan en esta serie sin tener ninguna razón. Y por cierto: la escena de Gemma con su padre, cuando él llama a gritos a su madre muerta. Ay, mi corazón.
La muerte de Half-Sack es algo que todavía no he superado. Comprendedme, acabé de ver la segunda temporada anoche a eso de las 11 de la noche y pasaron tantas, tantísimas cosas (Abel y Gemma) y no sé. No he tenido tiempo, supongo. Ni ganas. Tengo la sensación de que en cualquier momento va a aparecer para hacer la carga del club más ligera, menos dura, que girará la esquina con una sonrisa mientras conduce una ambulancia robada y hablará de implantes para mantener el equilibrio y a mí me entrara la risa floja delante de la pantalla. Ay, Kipp. Cómo he llorado cuando el club te ha entregado por fin el rango que mereces y ha incluído la parca en tu chaleco.
Lo de Hale no me lo he visto venir en absoluto. O sea, yo pensaba que esta temporada íbamos a tenerle urgando en los asuntos de los Sons, siendo el único hombre justo e ingenuo y, básicamente, un buen policía en el pueblo corrupto de Charming, y de repente la última escena, que ha sido como una montaña rusa de menos de cinco minutos, y BOOM. Madre mía. Si esto es lo que nos han dado en el primer capítulo, no quiero ni pensar lo que nos espera el resto de la temporada.
RIP MIS NERVIOS. DESCANSEN EN PAS, KAVRONES.