Hoy pensaba en Él... pero creo que mi capacidad para sufrir es limitada y dedicarle una entrada seria más de lo mismo, como ayer, igual que ayer... multiplicada y magnificada eso sí, que Serrat me gusta, pero no es comparable ni remotamente a lo que siempre he sentido por Bosé...
Duele.
Además estoy convencida de que no nos afecta. Es sólo una ley que no resuelve nada y que vulnera el principio de inocencia del que, supuestamente, partimos todos. Duele porque lo que es justo y la justicia no tienen nada que ver. Otra vez.
Y mientras tanto traiciones aun mayores se firman a diario... No quiero pensar... Por lo menos hoy es jueves (filmoteca) y en el cine siempre encuentro consuelo.