A Song We Left Unsung - Capítulo 2
Capítulo 2: Cámara lenta
Baekhyun suspiró. No tenía pensado salir esa noche, pero su amigo de la universidad, Tao, lo presionó para que lo hiciera. Unos antiguos compañeros del muchacho chino iban a ir a un bar local a tomar algunas bebidas, y le habían dicho que fuera y llevara con él a un amigo. Nunca se necesitaba mucho para convencer a Tao de salir, y era a Baekhyun a quien solía escoger como compañía, para disgusto de este último.
Simplemente no podía decirle que no. Culpaba a su aegyo.
Baekhyun ya tenía un mal presentimiento acerca de cómo iba a resultar aquella noche. Mientras que él era reservado y cohibido, Tao era un jovial e impredecible manojo de energía. Se ponía también muy emocional al beber, y era pésimo para tolerar el alcohol. Baekhyun descubrió que, en el mejor de los casos, tenía que estar constantemente vigilando a su amigo, pero con apenas un par de tragos de vodka con jugo de arándanos sus problemas podían multiplicarse por cien. No estaba de humor para pasarse sentado en el frío piso embaldosado del baño intentando consolar al panda triste mientras se pasaba dos horas llorando. No aquella noche, de todas formas.
Pero bueno, ni modo; aunque sea no iban a tener que viajar mucho para regresar a casa. Imaginó que podría soportar estar en el bar durante unas pocas horas.
Ambos se hallaban sentados en un sillón bermellón de cuero, enfrentados a los amigos de Tao, a quienes Baekhyun nunca había visto antes. Kai parecía ser agradable, pero encontró a Kris demasiado intimidante. Se lo atribuyó al hecho de que probablemente fuera porque medía dos metros.
Tao fue hasta la barra a buscar bebidas, dejando a Baekhyun tratando de iniciar una conversación incómoda con los otros dos. Pero no era muy bueno para las charlas triviales, y ellos pronto se pusieron a hablar entre sí, dejándolo a él solo con sus pensamientos.
-¿No se suponía que Chanyeol estuviera aquí? -Pudo escuchar a Kris preguntar.
-Llegará con algo de retraso. Dijo que se nos uniría pronto para beber -contestó Kai.
Cuando Tao retornó, se quedaron sentados un rato con sus tragos, esperando a que llegase el tal Chanyeol, quienquiera que fuera.
-¿Chanyeol es amigo tuyo también? -le preguntó Baekhyun a Tao mientras los otros dos conversaban entre ellos.
-Algo así. También fui a la escuela con él, pero no somos súper cercanos ni nada. Es el mejor amigo de Kris, y él le dijo a Chanyeol que yo te traería esta noche -agregó con un guiño-. Aparentemente, preguntó sobre tu aspecto.
-¿Por? ¿También le gustan los hombres?
Tao no pudo reprimir una sonrisita.
-A Chanyeol le gusta todo lo que tenga pulso.
Baekhyun tosió.
-… Estupendo. ¿Qué le hizo pensar que bateo para el otro equipo?
-Supongo que el hecho de que eres un estudiante de moda ayudó… ¡Au!
El más bajo lo fulminó con la vista.
-Mira quién habla. Agradece que solo te di un golpe en el hombro.
Tao puso los ojos en blanco.
-Por favor, las amenazas no funcionan con la Reina del Wushu. En fin, aquí llegó Chanyeol.
Baekhyun observó mientras un muchacho alto, de cabello ondulado y castaño claro, se les aproximaba. Kris se puso de pie y le dio un abrazo de oso. Kai lo imitó antes de voltearse para presentárselo a él.
-Chanyeol, este es el amigo de Tao, Baekhyun.
Chanyeol lo miró con ojos como platos, estupefacto, pero pronto le iluminó el rostro una sonrisa. Un ojo se le crispó un poco, y le tendió una mano.
-Hola, Baekhyun. Es todo un gusto conocerte.
La mano tendida parecía estar moviéndose hacia Baekhyun en cámara súper lenta. Él consiguió devolverle una sonrisa débil y se la estrechó. De pronto se le secó la garganta, y tragó con nervios. Chanyeol era un poco… bueno… era muy lindo. Sacudió la cabeza con violencia, como para borrar ese pensamiento, al parecer olvidándose que se encontraba en público.
Todavía no se había dado cuenta de que no le había soltado la mano a Chanyeol. Lo notó, finalmente, cuando vio que Chanyeol lo miraba con una expresión rara, pese al hecho de que seguía sonriendo. Baekhyun retiró la mano con tanta velocidad como si estuviera en llamas. Chanyeol no pudo evitar reír ante la mezcla de horror y mortificación en su rostro, y él no pudo evitar pensar que el rubor que se le formaba en las mejillas era adorable. Su sonrisa de por sí gigantesca se ensanchaba y se crispaba más a cada segundo.
-Vaya que eres interesante, ¿a que sí?
Fue un comentario amistoso, pero de todos modos a Baekhyun le avergonzó. Se rió, nervioso, sin saber cómo responderle. Luego murmuró algo acerca de qué bueno que era conocerlo, antes de que sus rodillas cedieran y él colapsara en el sillón, al lado de Tao, de quien ya había tomado nota mentalmente para evadirlo durante el resto de la noche.
* * *
Más tarde, mientras Chanyeol y los demás se hallaban absortos en un juego de billar, Tao arrastró a Baekhyun hasta el rincón más alejado de la habitación.
-Escuché a Chanyeol decirle a Kai que piensa que eres muy atractivo. Creo que le gustas. Deberías ir y hablarle.
El otro se mostró inquieto ante la idea.
-Pero ni siquiera lo conozco. No sabría qué decirle.
Tao rodó los ojos.
-Duh. Por eso es que tienes que hablarle, zonzo. Para tu información, así es como la gente normal se conoce… ¡Au! ¡Deja de golpearme, los moretones me salen con facilidad!
Baekhyun suspiró.
-Todavía no estoy lo suficientemente ebrio como para esto.
Su amigo comenzó a empujarlo con fuerza hacia la zona del pool, para consternación suya.
-No necesitas estarlo. Simplemente confía en tu encanto natural. Tal vez tengas que cavar hondo, pero estoy seguro de que está ahí enterrado, en alguna parte. Y algo de eye-smile tampoco haría daño.
Dejó a Baekhyun al lado de Chanyeol, quien en ese momento se encontraba aguardando su turno. Tao los rodeó a ambos con sus brazos y los empezó a alejar de la mesa.
-Chicos, ustedes vayan a conocerse un poco. Yo me encargaré de cubrirte, Chanyeol. -Le sacó su palo de billar, y con un último guiño, se fue.
«Chicos», pensó Baekhyun. «Seguramente él sea el más joven entre nosotros.»
Alzó la vista para encontrarse con Chanyeol sonriéndole. Se sonrojó y miró al suelo. Luego, a la pared, al techo, a sus zapatos, a los de Chanyeol, a la mancha siniestra en la alfombra y a cualquier cosa que pudiera mirar y no fuera el rostro del muchacho junto a él.
Al final, Chanyeol rompió aquel silencio incómodo.
-Ehm… ¿quieres algo de beber?
«Maldición. Ahora voy a tener que mirarlo.»
Alzó la vista hacia Chanyeol a regañadientes, y él le volvía a sonreír.
-Mm… bueno. Gracias.
-No hay por qué. ¿Con qué deseas emborracharte?
Baekhyun se encontró con que apenas podía pensar con claridad estando en presencia de alguien tan atractivo. Buscaba con furia en su cerebro nombres de bebidas alcohólicas que le gustaran, pero tenía una laguna mental. Tras lo que le pareció una hora, se rindió.
-Eh… sorpréndeme.
-Me haces hacer todo el trabajo, ¿eh? -Chanyeol le sonrió-. Enseguida vuelvo.
Baekhyun dejó escapar un suspiro de alivio e intentó calmarse mientras el otro no estaba. Sentía como si su corazón estuviera latiendo demasiado rápido y a la vez demasiado lento. Miró hacia donde Tao y el resto seguían jugando al billar; su amigo notó que lo veía y le dedicó un guiño y un pulgar arriba alentador. Él lo maldijo mentalmente por haberlo metido en una situación tan estresante.
«Ojalá que se rompa tu bolso de Gucci preferido.»
Chanyeol regresó al poco tiempo, con una cerveza en una mano y algo azul en la otra. Le entregó ese brebaje a Baekhyun, quien le agradeció y observó el vaso con cautela.
-¿Qué es esto?
El más alto dejó salir una risita.
-Es Alizé azul con limonada. Pruébalo, creo que te va a gustar.
Baekhyun se preguntó brevemente cuáles serían las posibilidades de que tuviera Rohypnol como un ingrediente sorpresa extra. Dio un sorbito. La bebida sabía agradable, parecido a un caramelo.
-Está bueno.
Chanyeol sonrió.
-Es dulce, como tú.
El cumplido lo dejó ardiendo como una señora menopáusica. Chanyeol debió haberlo notado, porque se volvió a reír.
-Eres muy atractivo, Baekhyun. Si me permites el atrevimiento de preguntar, ¿estás saliendo con alguien?
«No, no te lo permito», pensó. Aunque le tenía que dar créditos por estar haciendo un verdadero esfuerzo. Sobre todo con alguien tan indiferente como él.
-Ehm… no, actualmente no.
-… Porque me encantaría invitarte a cenar.
Baekhyun lo observó como si fuera de otro planeta. Chanyeol simplemente volvió a reír.
«Apuesto a que esa es su reacción para todo.»
-Sólo si te inclinas para ese lado, claro -agregó el otro-. No te sientas obligado.
Baekhyun sopesó las opciones. No podía negar el hecho de que Chanyeol era agradable… y hermoso, además. A lo mejor una sola cita no le haría ningún mal. De todas maneras, tenía el presentimiento de que Tao le propinaría una patada Wushi a los huevos si no le daba una oportunidad.
-De acuerdo. ¿Por qué rayos no?
En cuanto esas palabras abandonaron su boca, se arrepintió un poco; más que nada por los nervios que otra cosa. Chanyeol sonrió y le entregó un celular.
-Si me dieras tu número sería genial. Podemos salir la próxima semana, si estás libre.
Baekhyun aceptó y le devolvió el teléfono a un Chanyeol sonriente.
Y se quedó helado al sentir repentinamente unos labios tibios en su mejilla.
Labios que le pertenecían a Chanyeol.
Sobre su cara.
El monólogo interno de Baekhyun desapareció y fue reemplazado por algo similar a «asdfghjkl». Chanyeol permaneció un instante más con su rostro casi pegado al de él antes de apartarse y sonreírle.
-Lo espero con muchas ansias.
Baekhyun miró más allá y vio a Tao aplaudiéndole en el fondo. No pudo evitar pensar que su vida estaba por volverse mucho más interesante.
← Anterior · Siguiente →
Índice