Awkward - Interludio: Chanyeol
Chanyeol jamás se habría imaginado, ni en un millón de siglos, que su último año de secundaria iba a resultar así.
A principios de año, cuando Baekhyun tenía los ojos puestos en Kim Jonghyun (o como él secretamente lo llamaba, «El Enano»), nunca habría pensado que unos meses más adelante se enamoraría del chico. Había algo distinto en la forma en que su amigo actuaba alrededor de Jonghyun, y fue gracias a eso que Chanyeol se pudo dar cuenta. Tras ver a los incontables novios de Baekhyun ir y venir durante toda la preparatoria, finalmente creyó haberle descifrado el patrón. Pero entonces llegó el estúpido de Jonghyun y lo arruinó.
Lo arruinó todo.
Chanyeol realmente no tenía pensado confesársele a Baekhyun ni nada… por supuesto que no. Preferiría morir antes que ser rechazado por la única persona que le despertó sentimientos. Sabía que Baekhyun nunca sentiría lo mismo por alguien tan raro como él, pero sabía también que Baekhyun lo amaba como su mejor amigo, y esa era una posición a la que él jamás renunciaría. Chanyeol podía vivir estando solo, irremediablemente enamorado del chico bajito e inconsciente, siempre y cuando nadie más llegara y se lo arrebatara.
Lo cual, evidentemente, era la intención de Jonghyun.
A Chanyeol nunca le preocuparon los otros novios de su amigo, principalmente porque eran idiotas, y el otro nunca los mantenía cerca por mucho tiempo. Pero Baekhyun se comportaba de forma totalmente distinta cuando estaba alrededor de Jonghyun, todo tímido y torpe, y a él le producía náuseas el verlo adular tanto a alguien así. De esa manera supo… que Baekhyun lo amaba.
Eso fue lo que le hizo cambiar de opinión. Cada día que pasaba se volvía más y más dolorosamente obvio que el enamoramiento de Baekhyun hacia aquel enano estúpido se intensificaba. Chanyeol decidió que le diría a su amigo lo que sentía, con la ingenua esperanza en su corazón de que aquello, de alguna manera, lo alejara de Jonghyun y lo acercara hacia él.
Baekhyun no tenía idea de cuánto había hecho Chanyeol por él. Y no era de los que le restriegan esas cosas en la cara a la gente, pero simplemente quería que su amigo… lo notara.
Podría haber estado de camino hacia una beca para la mejor Universidad de ciencias de Corea. Todos sus profesores de la secundaria habían estado alentándolo. Supuestamente, ya tenía garantizado entrar a la Secundaria de Ciencias de Seúl, cuyo proceso de selección era aterrador y riguroso. Y Chanyeol quería ir. Había, de hecho, soñado con ello.
Pero entonces se tuvo que enamorar del estúpido Byun Baekhyun durante su último año de secundaria. Byun Baekhyun, quien tenía el corazón puesto en uno de los mejores institutos de arte de la ciudad, cuando apenas el año anterior le había dicho a Chanyeol que quería ir a la Secundaria de Ciencias de Seúl también.
Él ya lo había planeado todo: asistiría a la secundaria junto a su mejor amigo, impresionándolo constantemente con su genio científico. Luego, ingresarían a la mejor universidad del mundo y se pasarían toda la noche en su dormitorio «estudiando», pero en su lugar se acurrucarían juntos en la cama, con las piernas entrelazadas, y escucharían la música rara de Baekhyun, y todo le parecía tan perfecto al chico de catorce años.
Pero luego Baekhyun cambió de parecer, y bueno… aquello nunca formó parte de su plan. Chanyeol jamás había tenido un dilema más grande en su vida. Baekhyun tenía prácticamente un pie en la puerta de entrada de aquella estúpida escuela de arte, y ahí estaba él, siendo fastidiado desde todas partes por su futuro en la ciencia.
Park Chanyeol no tenía nada que hacer en una secundaria de arte. Pero Baekhyun estaría allí, y ser separado de su mejor amigo era algo que no podía soportar.
Recuerda haber llorado… un montón. El día que envió su carta a la Universidad de Ciencias diciendo que no iba a asistir, Chanyeol lloró sobre el piso de su habitación durante horas, porque aquella universidad era su futuro. Su antiguo profesor de ciencias, el señor Hong, se enfadó mucho con él, y el pensar en su rostro decepcionado solo lo hacía llorar más. Pero quería estar con Baekhyun, y aquel pensamiento fue lo único que consiguió detener su llanto.
El programa de ciencias de aquella escuela era pasable, sin embargo. Chanyeol sabía que probablemente iba a conseguir entrar a una buena universidad; no precisamente a la mejor, pero siempre intentaba verle el lado positivo. Se inscribiría en un buen programa de ciencias… todo iba a estar bien.
No le gustaba pensar así, pero el hecho de que Baekhyun jamás se hubiera dado cuenta de cuánto había sufrido él por su culpa le molestaba un poco.
De hecho, le molestaba mucho.
Durante todo el tiempo que llevaba conociéndolo, Chanyeol siempre hizo lo imposible para hacer feliz a Baekhyun. En la secundaria le encantaba jugar al básquet, aunque era más que evidente que al muchacho bajito no le gustaba todo el tiempo que le consumía. Pero prefería perder un estúpido hobby que a su mejor amigo. Chanyeol estaba aterrado de que Baekhyun de pronto decidiera que ya no quería ser amigo suyo.
Así que fue totalmente lógico que él terminara explotando, ¿no? No pretendía hacerlo ante Baekhyun aquel día frente a la biblioteca, pero cada vez que Chanyeol estaba solo, terminaba pensando demasiado. Y el pensar en haberse pasado casi la mitad de su vida tratando de complacer a Baekhyun, solo para que a cambio él se enamorara de otra persona, le hizo perder la razón.
Estar algunos días alejado del muchacho era lo que necesitaba. Tras su charla con Kai, aumentó su confianza respecto a lo que dijo acerca de que Jonghyun se habría ido en unas semanas. Y estaba comenzando a pensar que tenía razón. Cuando ya no consiguió aguantar la soledad y se disculpó con Baekhyun, se dio cuenta de que no había signos de Jonghyun por ninguna parte, y Baekhyun lucía más apagado de lo normal aquella mañana también. Y pese a que no le gustaba ver triste a su mejor amigo, el hecho de que tal vez, por fin, hubiese decidido mandar por la borda a Jonghyun hizo que su corazón se hinchara de alegría.
Las cosas estaban regresando a la normalidad, y Chanyeol no podría haber estado más feliz. Sin embargo, permanecieron normales solo por un tiempo breve, porque no mucho después, Baekhyun le dio la sorpresa más grande que se llevó en toda su vida.
Al rememorar ese día, Chanyeol se siente muy estúpido. Apiñados dentro de un armario con su mejor amigo hablando en voz baja, luciendo perfecto, diciéndole cosas como «significas mucho para mí»… ¿qué se suponía que pensara él? Probablemente solo haya sido producto de su mente ilusa, loca de amor, pero… en verdad creyó que Baekhyun iba a confesársele.
Pero no lo hizo… y lo que le dijo… bueno, Chanyeol jamás habría podido preverlo ni en un millón de trillones de años.
Habría sido una mentira enorme y descarada si dijera que jamás había fantaseado con ello, pero ¿que abiertamente le pidan acostarse con su mejor amigo, de quien lleva años enamorado irremediablemente? Y… ¿por qué estaba Baekhyun siquiera pidiéndoselo? No lo sabía. No supo ni por qué aceptó. Honestamente… ya no sabía nada. Todo había pasado tan deprisa, y él quería hacerlo con Baekhyun… realmente, realmente quería. A pesar de no saber bien cuál era el motivo de su amigo, decidió que… si Baekhyun no podía amarlo a su manera, entonces iba a hacer que se enamorara de él.
Hizo todo lo que le fue posible para que la primera vez de Baekhyun no fuera menos que perfecta. Ni siquiera durmió la noche anterior. Tenía que ser perfecta, sólo… tenía que serlo.
Ese era el único pensamiento que tenía cuando se hallaba echado encima de su mejor amigo, jadeando sin aliento en su habitación. Había hecho todo con precisión textual, temeroso de meter la pata, y sintió al mundo sacudirse bajo sus pies cuando Baekhyun lo besó. Fue tan raro, pero también fue literalmente el momento más maravilloso de la vida de Chanyeol, así que no le importó en lo más mínimo que para Baekhyun no fuera tan perfecto como hubiese esperado.
Pero sí lo fue para él. Más que perfecto. Ya estaba a medio camino del cielo cuando escuchó a su mejor amigo pronunciar aquellas palabras que llevaba ya ni recordaba cuánto tiempo queriendo oír. Cuando Baekhyun murmuró sin respiración aquel «te amo», sintió que el corazón se le disparaba hacia todas las partes de su cuerpo. Quería llorar, y podría haber jurado que sintió lágrimas empezando a acumularse, pero todo a partir de ese momento se volvió un borrón. Recuerda haber dicho «también te amo», y en su mente lo oyó tan claro, pero en retrospectiva, está bastante seguro de que lo susurró contra el cuello de Baekhyun mientras le abría su corazón.
Esperaba que Baekhyun lo hubiera escuchado. Creyó que lo hizo, pero conforme pasaba la tarde, empezó a dudar de sí mismo más y más, y su mente le reproducía los peores escenarios. Así que, con Baekhyun firmemente arropado junto a él y dormido, se aproximó y le susurró «te amo» una y otra vez, solo en caso de que no lo hubiera escuchado a la primera.
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