Draco entro en la terraza de Malfoy Manor donde sus padres estaban tomando el desayuno, arrastrando un poco los pies y con cara preocupada
- Papa, mama, tengo que hablar con vosotros.- Dijo intentando aparentar serenidad.
-¿Qué te pasa hijo? ¿Tienes algún problema?- Dijo su padre dejando de leer el periódico.
- ¿Qué pasa hijo?- pregunto su madre con aparente aplomo.
- Dinos ¿Té pasa algo?- repregunto su padre al ver que su hijo no acababa de animarse a hablar.
- Es que os tengo que decir una cosa muy importante.- Dijo Draco arrastrando las palabras más de los normal.
Y entonces todas las voces empezaron a atropellarse las unas a las otras
- Hay Merlin, ¿no me digas que estas metiendo en problemas? Mira que lo advertí, que no era buena idea, pero no…
- Claro, vas a Hogwarts y te mezclas con los Huffelpuff y los Ravencalws y después pasa lo que pasa.
- Que no, que no, que no es eso, que no hombre, que no, que no es eso hombre.- Replicaba Draco cada vez mas fuerte intentando hacerse oír frente a la avalancha desbocada que eran sus angustiados padres.
- Hay, santa Morgana que disgusto.
- ¿Pero que es hijo? ¡¿Qué es?! ¡¿Qué pasa?!
- ¡Pues que soy el primero de la clase de estudios Muggles, joder!
- Ah, el primero ¿no?- Dijo Lucios después del breve silencio que se impuso a la noticia soltada por su hijo.
- No es nada malo, es solo que soy el que esta sacando las mejores notas, porque como se parece a lo que damos en runas y ahora estoy con el rollo de los filósofos, de las biblias,…
- Lo sabia se me ha echado a las drogas esas modernas.- Dijo Narcisa, ocultando su lloroso rostro tras un pañuelo.
- Que no que la biblia no es una droga, todo lo contrario, si de hecho ahora soy de los mejores de la escuela, si estoy en el cuadro de honor.
- Ah.- Dijo su padre y su madre descubrió su rostro con asombro.- siendo así yo tampoco lo veo mal ¿no? ¿Tu que crees?- Dijo Lucius preguntando a su mujer
- Yo, mientras él sea feliz.
- Hem, ¿nos quieres decir algo más hijo?
- ¿Me dais dinero para salir?
Después de que saliera su hijo de la terraza el matrimonio volvió a su desayuno, Narcisa revisando el correo y Lucius a leer su periódico, pero al cabo de un rato él la miro a ella fijamente y exclamo
- Rarito como los de tu familia ha salido