Reto: # 4 El Torturador Torturado
Título: La Historia del masoquista
Personaje: Draco Malfoy, Harry Potter
Rating: G
Género: Gen
Advertencias: none… por más que piensen que es slash, NO lo es XDD
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
La Historia del masoquista
-¿No sientes algunas veces, que tu vida ha sido sacada de un libro de cuentos?
-No, ¿por qué lo dices?
-Encontré este libro de cuentos que mi madre solía leerme cuando era niño y las historias que tienen las puedo relacionar con mi vida… y creo que en todas las historias estás tú.
Otro hechizo, otro golpe, otro insulto.
Esta vez Draco escupe sangre y sabe que se ha pasado. Pero tal vez logre que Potter lo deje en paz por al menos una semana.
Ve como el Gryffindor mira asustado la sangre que acaba de escupir y sabe que ha perdido su batalla de alejar a Potter de su vida. Lo ve en sus ojos llenos de arrepentimiento y quiere reír y llorar por el idiota cabezón héroe.
Draco se limpia la boca con la manga de su túnica y ríe sardónicamente, provocando a Potter, sacando el animal que lleva prácticamente a flor de piel.
-Vámonos Harry -dice Granger y Draco siente algo de alivio al ver que el moreno se deja arrastrar por sus amigos.
Camina a duras penas hacia el despacho de su padrino y este al verlo llegar sólo niega con la cabeza. Luce tan cansado. Draco también se siente así.
Draco se acomoda en el único sofá de la tétrica oficina y se quita la túnica con dolor. En pocos minutos su padrino se sienta a su lado con posiciones y ungüentos. Al quitarse la camisa ambos ven los moretones que se comienzan a formar. De verdad que esta vez sí se paso, Potter lo golpeaba casi con ganas de hacerlo nada bajo sus puños.
-¿Cuándo te vas a dejar de estas estupideces? -pregunto el profesor de posiciones sin mirarle a la cara, pero sus labios apretados dejaban claro lo molesto que estaba.
-Cuando Potter deje de seguirme -respondió Draco frunciendo el ceño -el tonto no parece entender que lo quiero lejos de mi.
-Entre más lo alejes más se te acercara. -concluyó Severus pasándole un pequeño vial con liquido purpura el cual Draco tomó con rapidez -creo que Potter no puede estar sin ti.
-Creo que Potter me quiere salvar -corrigió Draco sintiéndose incomodo con las palabras de su padrino.
Severus se puso de pie y regreso a su escritorio. Comenzó a mover pergaminos y Draco cerró los ojos sintiéndose sumamente cansado y adolorido.
-Tal vez deberías dejar de intentar salvarlo tú -escuchó a su padrino decir y algo en su voz hizo que Draco abriera los ojos y le mirara sorprendido.
-No puedo, él es nuestra única salvación -contestó Draco sintiendo algo de pena.
-Hay otras formas Draco -dijo Severus molesto- desde que tenías cinco años siempre quisiste ser amigo de Harry Potter, y no has hecho más que dañar cada oportunidad de cumplir con eso.
Draco bajó la mirada, su corazón latiendo con fuerza. Era cierto, desde que tenía memoria siempre se imaginó siendo amigo de Harry Potter el niño que vivió. El que acabo con el Lord Oscuro.
-No soy el único que quiere que sea amigo de Harry Potter, te recuerdo que nuestro maravilloso Lord también lo desea -respondió Draco con amargura. -Si llegáramos a ser amigos y el Lord se entera…
Tragó seco y negó con la cabeza, aún mirando al suelo, aún ocultando los sentimientos que sabía estaban claros en sus ojos.
-¿Crees que Potter no se dará cuenta de tu plan tarde o temprano? -dijo Severus tranquilamente.
-¿Potter? -cuestiono con burla -Tal vez Granger, pero Potter jamás.
-¿Sabes que te torturas al torturarlo? -preguntó Severus su voz sonaba algo triste, Draco odiaba causar ese tipo de sentimientos en su padrino.
-Lo que sea necesario para ganar la guerra -concluyó Draco poniéndose en pie.
Al girarse listo para ir a su habitación y descansar por lo menos lo que le restaba del día lo vio recostado a la puerta con los brazos cruzados y una mirada feroz.
Miró a su padrino el cual fingía estar concentrado en un libro.
Potter había estado escuchando la conversación y era obvio que su padrino lo sabía. ¡Malditos sean los dos!
Fingió que Potter no estaba allí y que toda la situación no era de lo más vergonzosa y caminó hacia la puerta, Potter se hizo a un lado y justo cuando la abrió y saboreo su momentánea libertad el Gryffindor lo tomó de un brazo.
“Acabaré con él, y cuando todos esto allá terminado tu y yo hablaremos Draco”
El susurro de Potter… Harry lo acompaño toda la noche y el resto de la guerra.