Título: Noche de Fantasmas
Autor:
aleenabite Reto: #15
Personaje: Draco Malfoy, Scorpius Malfoy
Rating: PG
Género: Gen
Disclaimer: Todo de la Rowling, Warner, etc, etc,
La Mansión Malfoy siempre había sido tétrica. Desde pequeño Draco había aprendido que en cualquier esquina de aquella milenaria casa podía aparecer cualquier cosa. Fantasmas de antepasados, cuadros despistados, elfos temerosos e incluso alguna que otra araña aturdida.
Nunca le había preocupado mucho el estado de la mansión… hasta que llegó Scorpius. Él había crecido rodeado de aquella penumbra dominante en la casa, pero no quería que su hijo creciese igual que él. La guerra había acabado, ya no se necesitaban tantas preocupaciones sobre la magia negra y no había necesidad de protegerse de todo y todos. Ahora era una época de paz y Draco no quería que su hijo creciese en aquella penumbra perpetua.
Hizo limpieza exhaustiva dentro y fuera de la casa. Se limpiaron tapices, cuadros y lámparas. Las arañas fueron relegadas al desván y las lámparas volvieron a tener aceite y velas nuevas que alumbrasen en condiciones. Todo para que el pequeño de los Malfoy pudiese caminar por la casa sin que le ocurriese algo.
Sin embargo, hay cosas que siempre escapan al control.
Como aquella noche en la que una tormenta reseñable estalló justo encima de la mansión y Scorpius se desveló en plena noche. La única ocurrencia del niño fue cruzar el amplio corredor que unía su habitación con la de sus padres. Todo habría salido bien sino fuese porque con la tormenta muchas velas se habían apagado y los elfos no habían encendido las de esa parte.
El pequeño caminó lentamente por el pasillo atento a cada sonido que escuchaba y temiendo sus propios pasos en la madera. Todo iba relativamente bien hasta que apareció uno de los tantos fantasmas que decidían salir de paseo en noches de tormenta. El niño se quedó paralizado al ver aquella masa casi transparente que flotaba delante de él. En cuanto el alegre fantasma le dijo un simple “hola” el niño echó a correr gritando y casi llorando hasta la habitación de sus padres.
Draco le interceptó justo en la puerta donde el pequeño Scorpius se había estrellado contra él. Les llevó su buena media hora calmarle y sólo cuando Astoria le prometió que su padre saldría a reñir a ese fantasma y él podía dormir con ellos, se calmó.
Draco salió a “reñir” a aquel fantasma malo aunque en realidad lo que consiguió fue acabar de fiesta con la mitad de los fantasmas de la casa y viendo los rayos caer en el jardín trasero de la casa.