Creo que no quedó como lo tenía en mente :/ Y... entre otras cosas, me da risa leer "draco escucha: Bad Romance - Lady Gaga" xDDD
Título: El verdadero valor
Personajes: Draco, Lucius y Narcisa
Género: Gen
Clasificación: PG
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. El presente fanfiction no está escrito con ánimos de lucrar con él, sino ofrecer un poco de entretenimiento para quien lo lea.
EL VERDADERO VALOR
Draco podría ser todo lo que los demás pensaran. Podría ser arrogante, presumido y carecer de tacto al momento de decir lo que pensaba, pero no era cobarde. Cualquiera que se atreviera a llamar a Draco Malfoy cobarde era porque no sabía lo que era vivir con un psicópata genocida por unos meses y sentir verdadero miedo, no sólo por sí mismo, sino también por sus seres queridos.
Después de la caída de Lord Voldemort y tras una serie de pesados juicios que duraron más de medio año, la Familia Malfoy se había salvado de ir a Azkaban (gracias a la intervención de Potter); perdieron la mayoría de sus bienes y Lucius había sido desterrado de territorio Inglés. Debido a ello, Narcisa y Lucius decidieron mudarse a Francia, a una casa que nada tenía que ver con la enorme Mansión en la que vivieron por casi veinte años.
Narcisa se despidió de su hijo dándole un beso en la frente. Le dedicó una sonrisa un poco triste y murmuró un “no olvides que tu madre te ama” antes de abrazarlo fuertemente. Aún no se iba y ya comenzaba a extrañarlo. Draco respondió al abrazo con suavidad, estrechando entre sus brazos el delgado cuerpo de su madre.
-No podría olvidar eso, madre- respondió antes de depararse de Narcisa y besarla en la mejilla-. Te escribiré. Todos los días.
-Eso espero, hijo.
Draco le sonrió a su madre y miró a Lucius, quien había permanecido en silencio, observando la escena sin decir nada o hacer movimiento alguno. Draco lo miró fijamente hasta que Lucius lo atrajo hacia sí con un fuerte abrazo.
-No tienes que hacer esto, Draco- murmuró-. No tienes por qué ir. Puedes vivir con tu madre y conmigo aquí, en Francia.
-Pero quiero hacerlo, padre- respondió Draco separándose de su padre-. Sé que será difícil, pero no quiero huír en esta ocasión. Lo siento.
Draco sabía que su padre temía por él, después de todo sería el único Malfoy que permanecería en Inglaterra.
-No lo sientas, Draco- respondió Lucius-, si estás seguro de tu decisión entonces no tienes por qué sentirlo. Te deseo suerte.
-Gracias, padre.
Se despidió de ellos y sin demorar más, sacó su varita y se apareció en el símil del Departamento de Transportes Mágicos del Ministerio de Magia Inglés, en Francia, para poder tomar el traslador que lo llevaría de regreso a Inglaterra. Mentiría si dijera que no se sentía nervioso, pero realmente quería quedarse en Inglaterra y demostrar que, pese a todo, un él seguía siendo un Malfoy y como tal, tenía su orgullo.
Lucius y Narcisa se miraron en cuanto su hijo desapareció. Sabían que su hijo era capaz de salir adelante por sí mismo pero no podían dejar de sentirse preocupados por él. Lucius tomó la mano de Narcisa, apretándola suavemente, como diciéndole que Draco estaría bien. Narcisa sonrió y asintió en silencio.
-Estoy orgullosa de él- dijo rompiendo el silencio. Lucius esbozó una media sonrisa y respondió:
-Yo también estoy orgulloso de él.
La gente podría decir y pensar lo que quisiera sobre su hijo. Podrían decir que era un arrogante hijo de Mortífagos, un niño rico que siempre esperaba que se hiciera lo que él deseara. Pero no podían decir que era un cobarde. Porque para hacer lo que Draco estaba haciendo en ese momento, enfrentarse a toda una sociedad que de antemano sabía que lo rechazaría, se necesitaba muchísimo más valor del que los demás pudieran imaginar.