Medianoche en Hogwarts (# 94)
Autor: dark_rachel
Reto: #94.
Título: Medianoche en Hogwarts
Rating: PG (creo, porque me habéis liado, cabritas ¬¬)
Summary: Estar recluido en Hogwarts todo el año tiene que ser duro para los profesores. Dos de ellos guardan un oscuro y romántico secreto... ¿quiénes?
Medianoche en Hogwarts.
Están a punto de dar las doce de la noche, y los pasillos de Hogwarts están desiertos. Por fin. Minerva lleva un par de horas dando vueltas, buscando alumnos rezagados y parejas que se esconden en las clases para dar rienda suelta a sus impulsos.
Su despacho está tan ordenado como siempre, y se acerca a la ventana. Le gustan esas noches tranquilas. Sola, en su despacho, con una botella de hidromiel a mano, en silencio…
-Minerva…
Se da la vuelta y ella está allí, con sus cuentas y sus gafas, y su botella de jerez en la mano. Borracha otra vez. Minerva suspira, cansada de que siempre sea lo mismo. Un día. Y otro. Y otro. Y de que siempre acuda a ella.
-Minerva… yo…
Sybill se tambalea, mientras ella pone los ojos en blanco y corre a ayudarla. La sostiene en brazos, buscando con la mirada una silla donde dejarla descansar. Mierda. No hay silla, la suya está rota…
La mira a los ojos, tiene la mirada desenfocada, probablemente ni siquiera pueda verla bien. Tiene el pelo revuelto y las mejillas húmedas, de llorar, probablemente
-Minerva, yo… te quiero…
Abre los ojos. Mucho. ¡¿Que… qué?! Que… ella… ¡¿qué?!
-Pero qué…
En ese momento, Sybill juntó sus labios con los suyos, impidiéndole hablar. Siente sus manos en su cintura, y su lengua abriéndose paso poco a poco en su boca. Durante un solo segundo piensa que es una locura, que a ella le gustan los hombres, que Sybill es una paranoica, que está borracha… Y que le gusta.
Ese beso, el sabor a jerez en su boca, las torpes manos de la profesora de adivinación rodeando su cintura, acercándola a sí misma cada vez más. Deja de pensar, se une al baile de lenguas y se acerca a Sybill.
Después de todo, no está tan mal.
Reto: #94.
Título: Medianoche en Hogwarts
Rating: PG (creo, porque me habéis liado, cabritas ¬¬)
Summary: Estar recluido en Hogwarts todo el año tiene que ser duro para los profesores. Dos de ellos guardan un oscuro y romántico secreto... ¿quiénes?
Medianoche en Hogwarts.
Están a punto de dar las doce de la noche, y los pasillos de Hogwarts están desiertos. Por fin. Minerva lleva un par de horas dando vueltas, buscando alumnos rezagados y parejas que se esconden en las clases para dar rienda suelta a sus impulsos.
Su despacho está tan ordenado como siempre, y se acerca a la ventana. Le gustan esas noches tranquilas. Sola, en su despacho, con una botella de hidromiel a mano, en silencio…
-Minerva…
Se da la vuelta y ella está allí, con sus cuentas y sus gafas, y su botella de jerez en la mano. Borracha otra vez. Minerva suspira, cansada de que siempre sea lo mismo. Un día. Y otro. Y otro. Y de que siempre acuda a ella.
-Minerva… yo…
Sybill se tambalea, mientras ella pone los ojos en blanco y corre a ayudarla. La sostiene en brazos, buscando con la mirada una silla donde dejarla descansar. Mierda. No hay silla, la suya está rota…
La mira a los ojos, tiene la mirada desenfocada, probablemente ni siquiera pueda verla bien. Tiene el pelo revuelto y las mejillas húmedas, de llorar, probablemente
-Minerva, yo… te quiero…
Abre los ojos. Mucho. ¡¿Que… qué?! Que… ella… ¡¿qué?!
-Pero qué…
En ese momento, Sybill juntó sus labios con los suyos, impidiéndole hablar. Siente sus manos en su cintura, y su lengua abriéndose paso poco a poco en su boca. Durante un solo segundo piensa que es una locura, que a ella le gustan los hombres, que Sybill es una paranoica, que está borracha… Y que le gusta.
Ese beso, el sabor a jerez en su boca, las torpes manos de la profesora de adivinación rodeando su cintura, acercándola a sí misma cada vez más. Deja de pensar, se une al baile de lenguas y se acerca a Sybill.
Después de todo, no está tan mal.