La última vez que contaba la historia de Kôji me quede a medias…
(Una de las referencias salvables:
http://dparadiselost.livejournal.com/15692.html#cutid1,
http://dparadiselost.livejournal.com/16001.html#cutid1 )
Continuaba en SDcity en el anterior foro, que como bien sabréis algunas se desvelaba parte del pasado de Kôji por encima, así q recapitulando contare de nuevo parte y continuare con ella. Hace relativamente poco me he mudado a Madrid y no he tenido tiempo para dedicarles, muchas ideas, pero poco tiempo.
Tras la llegada de Ian y Keena, todos andan un poco descolocados. Ian no habla mucho e intenta conocer a todos, aunque le cuesta muchísimo relacionarse. Keena anda jugando con Sumire y Axel y mientras el y Kôji han ido a preparar la merienda.
Ian: Oye… hablando con Sephi… me contó que tu antes… bueno que tuviste una novia... y que os ibais a casar, pero apareció Sumire y se calló.
Kôji se gira y le mira por encima del hombro. Suspira y saca pan de molde y un tarro de mermelada del armario.
Kôji: Sephi es un poco bocazas… No se para que tiene que contarte nada, mientras menos sepas de ese tema, mejor te irá.
Ian: Lo siento, no sabia que te molestaría -se sonroja y aparta la mirada.
Kôji: No tranquilo, es mi pasado y tanto si me gusta como sino, he de vivir con él. -Aparta una silla de la mesa y se sienta, le hace un gesto a Ian para que se siente. Se acerca con una bandeja, con diferentes cosas para la merienda - Bueno, supongo que mi hermano te habrá contado la versión truculenta que haya salido de su mente, otra cosa es como lo viví yo.
Kôji saca rebanadas de pan y comienza a untarles mantequilla mientras Ian prepara unos cola caos.
Kôji: Mis padres son de buena familia con lo cual nunca nos ha faltado nada. Mi padre anda en temas de informática y mi madre trabajaba en restauración de antigüedades, los dos viajaban bastante pero siempre intentaban hacer coincidir sus trabajos en un punto.Hasta que con 10 años mi madre falleció en un accidente de coche. Viajábamos bastante, casi siempre con mi madre, aunque aquel día no se porque extraño motivo mi madre no dejo que la acompañáramos. - Estira el brazo y coge la jarra de café, se sirve un poco y la deja en su sitio.- El caso es que, desde pequeños Sephi y yo siempre hemos sido muy diferentes. Aunque el siempre ha tenido una cierta obsesión conmigo y con lo que yo hacia. Al crecer he intentado distanciarme, estudiando lo que me gustaba pero lejos de casa. Pero al volver a casa por vacaciones siempre estaba el ahí, con el ceño fruncido y recriminándome que le había dejado solo. Gracias a Dios mi hermano David siempre le paraba los pies.
Ian: Sois muchos hermanos ¿no?
Kôji: Bastantes, -sonríe- después de morir mi madre mi padre se caso de nuevo al cabo de un par de años. Yo tenia 12 para 13 y mi madrastra no me caía demasiado bien, se dedicaba su tiempo a ir a los clubes con sus esnobs amigas, al cual siempre nos llevaba en cuanto tenia ocasión para emparejarnos con las hijas de sus amigas. Allí conocí a Naza, una preciosa chica de pelo negro que siempre estaba en contra de su madre, alocada, divertida… Comenzamos a salir con 15 años, podría decir que me enamore de esa “salvaje” que iba contra las normas. Nos escapábamos a hurtadillas al cine o al pantano. Con 18 años le pedí matrimonio y acordamos que en cuanto acabáramos los dos los estudios nos casaríamos. -Se echa hacia atrás en la silla y da un trago al café.
Ian: Vaya, la cosa iba en serio… -Le acerca un montón de sándwiches de mermelada y comienza a preparar unos de foie gras.
Kôji: Así es…Yo tuve que irme a estudiar fuera y ella se quedó con sus padres estudiando en la Universidad de allí, nos veíamos siempre que podíamos, pero en los siguientes años, comenzó a cambiar, descubrí que no era demasiado diferente de su madre, iba al club, se volvió más snob, les exigía a sus padres cosas, que si un coche, que si una casa… Y me di cuenta que esa no era de la persona que me había enamorado, de esa rebelde de 15 años. Y hace un par de años le dije que teníamos que dejarlo.
Ian: No debió tomárselo muy bien.
Kôji: Para nada, me golpeó, me insultó y me dijo que yo era de ella y que jamás nos separaríamos. Desde aquel día, comenzó a seguirme, a llamarme a todas horas. Sephi apareció en escena consolándola, haciéndola ver que yo era un cabrón y el su salvador, envenenándole la cabeza. Y cuando vi que el tema se me podía escapar de las manos, más aun si cabe, decidí marcharme y llevar mi vida como yo quería. Y un día que en una tienda para comprar un regalo para una compañera de Uni, la ví.
Sonrie timidamente mientras mira hacia la puerta de la cocina. En el suelo enfrente de la puerta esta Sumire sentada con las piernas cruzadas, escuchandolos muy sería, al darse cuenta que Kôji se ha percatado de su presencia se sonroja.
Sumire: No quería molestaros, lo siento. -Se levanta.
Kôji: No molestas, sientate en una silla, era hora de que escucharas toda la versión no? Siempre has oido fragmentos. -Aparta una silla y la invita con un ademan a sentarse. Sumire se sienta y le observa con cierta vergüenza.
Sumi: Yo no… no deberia haberos escuchado- Mira hacia Ian, el cual le sonrie y le acerca el bote de cola cao y unos vasos de la bandeja.
Ian: Echanos una mano.
Kôji: Como decía, la vi. Vi a la chica más hermosa que jamás habia visto, dulce pero con carácter, seria pero divertida, callada pero charlatana. Todos sus gestos, esos 10 minutos que pude estar en la tienda, fueron suficientes. No creo que ni se diera cuenta de cómo la miraba. -Mira a Sumire -No es asi?
Sumire: Yo… me fije en ti, pero no pense que un chico como tu…
Ian: En fin, ya hemos terminado!! -Coge la bandeja con todas las cosas - Voy a llevar esto al salón!
Según sale por la puerta Sumire se levanta de la silla, se sienta en la pierna de Kôji, le agarra la cabeza y comienza a besarle apasionadamente. Se aparta de el, le mira a los ojos y le susurra:
Sumi: Te quiero