Happy birthday, Sho! - Love bug

Jan 25, 2017 22:52



Pareja: Matsumoto Jun x Sakurai Sho
Clasificación: PG
Resumen: Tres momentos importantes en la relación de Sho y Jun.
Hola! Sí, he pasado mucho tiempo lejos de este lugar. ¿Saben? A medida que crecemos la vida se hace más horrible. Si pueden evitarlo haganlo, pero bueno, supongo que habrá cosas buenas jeje
Ahora, este es el primer shot de cumpleaños para Sho. Cada oneshot está inspirado en una canción (éste surgió de la canción Love bug de Jonas Brothers). Me gusta poner mi reproductor en aleatorio y ver que sale. Digo, no es la gran trama de la historia, pero al menos me distrajo un poco.

Más fanfics por aquí.

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Te llamé por primera vez ayer
Finalmente encontré esa parte que me faltaba
Estaba tan cerca, pero a la vez tan lejos
Me dejaste sin saber qué decir

- ¿Se te perdió algo?

La rudeza con la que el chico frente a él le habló hizo que Sho se pusiera nervioso y mirara a su alrededor como si estuviera perdido. Nadie en la cafetería parecía estar prestándoles atención, pero aun así, el castaño parecía realmente avergonzado. No parecía entender qué le había hecho dejar su asiento al fondo de la cafetería para finalmente acercarse al chico de mirada profunda, labios carnosos y cabello rizado que había estado observando de lejos las últimas semanas. Sabía que su comportamiento podría asustar a cualquiera, pero desde el primer momento en que miró a aquel chico había sentido una atracción indescriptible hacia él.

Su acompañante parecía realmente molesto por la presencia de Sho (o tal vez porque siguiera mirándolo sin articular palabra), incluso el castaño pensó que se veía un poco nervioso por la forma en que se revolvía en su asiento. Ese pensamiento lo hizo sonreír y relajarse un poco aunque no por ello dejó de retorcer el dobladillo de su camisa entre sus dedos. Seguía sin saber qué responder a la pregunta del chico y éste pareció perder la poca paciencia que aún tenía, así que con una mirada un tanto mordaz, dijo:

- Si no necesitas nada, entonces hazme el favor de…

- ¿Puedo invitarte un café? -escupió finalmente el castaño sin poder siquiera mirar al chico a los ojos. Su acompañante pareció sorprendido por la pregunta y fue su turno de mirar a su alrededor, tal vez pensando que era una broma.

- ¿Por qué querrías hacer eso? -preguntó el chico receloso, posando la mirada en las manos de Sho, que las retorcía tanto que parecía que en cualquier momento se le caería un dedo. Sin poder evitarlo, el chico sonrió ligeramente de lado, pero consiguió disimularlo al enarcar una ceja, aunque de todas formas Sho ni siquiera estaba mirandolo.

- Sólo… creí que te gustaría -musitó Sho consiguiendo levantar la mirada por fin. En el momento en que sus miradas se encontraron, ambos se congelaron. La expresión extrañada del chico no era nada en comparación con la expresión estupefacta de Sakurai, quien además sintió una ligera corriente eléctrica recorrer su espalda, sólo por tener durante algunos segundos los profundos ojos castaños del chico sobre los suyos. Una voz en su cabeza comenzó a gritarle que dejara de hablar y sólo lo besara, pero la parte más racional de sí intentaba hacer que volviera a respirar y que siguiera con el plan.

Tras lo que pareció una eternidad, el chico de mirada profunda apartó bruscamente la mirada, y poco a poco pareció relajarse. Entonces para alivio y sorpresa de Sho, asintió levemente y señaló la silla frente a él, provocando que una sonrisa eufórica se extendiera por el rostro del castaño.

- Sólo tengo una condición…

La mano de Sho se detuvo en el borde de la silla y miró aprehensivo al contrario, quien al verlo volvió a sonreir divertido al ver lo que había provocado.

- Tienes que decirme tu nombre.

- Sakurai Sho -respondió con ánimo, apartando la mano de la silla para hacer una inclinación profunda hacia el contrario. Por alguna razón cuando volvió a erguirse, la postura de Sho había cambiado y era totalmente evidente la alegría que sentía en ese momento. El chico de cabello rizado lo miró de pies a cabeza, sin dejar de sonreír e inclinó la cabeza a modo de saludo.

- Bueno , Sakurai Sho -dijo el chico a su vez reclinando la cabeza sobre su mano-, si me traes un capuchino y me cuentas un poco de ti, puede que quiera darte mi número.

La forma en la que dijo todo aquello, hizo que el aludido se sintiera avergonzado, pero eso no lo detuvo de correr al mostrador a buscar el café que acababa de pedirle. El chico no consiguió contener la carcajada que escapó de sus labios cuando vio a Sho desaparecer, y el castaño debía admitir que su corazón había dado un vuelco al escucharlo.

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Ahora estoy sin palabras
Enloquecido, simplemente me quedé sin aliento
Nunca pensé que me atraparía de nuevo el amor
Desesperado, completamente enamorado en el acto
Nunca pensé que me toparía con el amor de nuevo
Habían pasado dos semanas desde aquel día y todos los días Sho miraba los 10 dígitos que el chico había escrito en una servilleta después de aquel encuentro en la cafetería. Justo debajo del número, había añadido una nota:

“De verdad me gustó conocerte, Sho. Llama cuando quieras.
Matsumoto Jun”

Cada vez que leía aquella nota, una sonrisa boba aparecía en sus labios al recordar que todo había ido muy bien. Jun y él habían hablado hasta que la cafetería cerró y tuvieron que buscar otro lugar para hablar. Le había contado todo lo que sabía de sí mismo y Jun había hecho preguntas que Sho jamás se había hecho. Terminaron caminando en el parque hasta bien entrada la noche, cuando Matsumoto se había dado cuenta de lo tarde que era y había corrido a buscar un taxi. La servilleta de alguna forma había aparecido en el bolsillo de su chaqueta cuando Sakurai buscó las llaves de su auto.

No tenía ninguna duda de que Jun había disfrutado aquella velada, y ahora la verdadera pregunta era por qué no había llamado aún. Para empeorar las cosas, el trabajo no le había permitido a Sho volver a la cafetería en toda una semana, y cuando lo había hecho, Jun no estaba ahí. Así que durante algunos días el castaño había estado preguntándose si se habría enfermado o si como a Sho su trabajo como fotografo le había impedido ir. Incluso el castaño llegó a preguntarse si había pensado que sólo quería jugar con él y no querría volver a hablarle.

Por ello, después de todo un día de soportar los regaños de Ninomiya y Aiba (sus compañeros de trabajo que parecían nunca estar trabajando), Sakurai llegó a casa y con dedos temblorosos marcó los 10 dígitos que había memorizado hacía tanto. Pasaron unos cuantos segundos antes de que Jun respondiera la llamada.

- ¿Sí?

Esa simple palabra hizo que Sho se quedara sin habla. Sonaba exactamente igual que la última vez que habían hablado. Incluso, le pareció que podía imaginar su rostro en ese preciso instante, sorprendido y ligeramente confundido por no saber quién llamaba (mentalmente Sho se abofeteó por no haberle dado su número antes de irse). Le tomó unos cuantos instantes y varias respiraciones profundas volver a encontrar su voz hasta que finalmente pudo volver a hablar.

- Hola, Jun -la voz del chico reflejaba a la perfección lo nervioso que se sentía por finalmente estar hablando con él. Sho pudo escuchar un leve jadeo de sorpresa y un momento de caos por el teléfono, incluso le pareció que Jun le gritaba a alguien que se callara, antes de volver a hablar.

- Bueno, Sakurai, ya era hora -aunque Jun intentaba sonar molesto, el castaño estaba seguro que había una gran sonrisa en su rostro-. ¿Crees que le doy mi número a cualquiera?

- Lo siento, mi vida es un caos constante -respondió Sho, escuchando que Jun reía al escucharlo, lo que provocó que sonriera amplio antes de seguir hablando-. Te lo compensaré con un café.

- Quieres arreglar todo con café -bufó divertido su interlocutor-. Esta vez, quiero udon.

- Entonces comeremos udon -asintió el castaño pese a que sabía que Jun no podía verlo-. ¿Paso a buscarte?

- No soy una chica, Sakurai. Nos vemos en mi casa a las seis.

- ¿Tu casa? -la sorpresa en la voz del chico hizo que Jun soltara una carcajada y respondiera en tono presuntuoso.

- Es el mejor udon que probarás jamás. Te lo prometo.

Cuando Sho colgó tras haber arreglado los detalles con el contrario, sentía sus manos temblar y la sonrisa boba en su rostro no parecía querer desaparecer. Una parte de sí pensaba que seguramente todo esto era un sueño porque no había forma de que alguien como Matsumoto se hubiera fijado en el tímido Sakurai Sho.

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La besé por primera vez ayer
Fue todo lo que deseaba
De pronto se me olvidó cómo hablar
Desesperado, sin aliento
Cariño, ¿no te das cuenta?
Tuvieron que pasar dos semanas más, dos citas más (una en el restaurante más caro que Sho pudo encontrar), antes de que Sho se atreviera a besar a Jun. Por la forma en que el menor de inmediato correspondió aquel beso, no le costó trabajo imaginar que él había estado esperándolo. Sho debía admitir que había sido un impulso provocado por la forma en que los labios de Matsumoto se movían mientras hablaba, particularmente por aquel lunar que Jun tenía en el labio superior.

El corazón de Sho parecía que estaba a punto de explotar y, como cada vez que estaba con el menor, parecía haber olvidado como respirar. Los dedos del chico encontraron su lugar en el cabello castaño de Sakurai, quien no tardó en abrazarlo por la cintura, olvidando completamente que se hallaban a mitad de la calle en Ginza (Jun había insistido que lo acompañara de compras) rodeados de gente. Las bolsas que hasta hacía unos segundos yacían tiradas en la acera, pero a ninguno de los dos parecía preocuparles lo que pasara con sus compras.

Cuando Jun se alejó de él, un tenue rubor cubría sus mejillas, lo que sin duda sorprendía a Sho que en tan poco tiempo había aprendido a amar la actitud confiada del menor. Algo le decía que ese era el primero de muchos besos y estaba dispuesto a obtenerlos en ese instante sin importar quién estuviera mirandolos. Sin embargo, apenas Sakurai se inclinó hacia el chico de cabello rizado (y labios deliciosos), Jun se alejó sonriendo divertido. Entonces alborotó el cabello castaño de su pareja consiguiendo un gruñido molesto por parte del mayor para después colocar la mano en la mejilla ajena.

- Feliz cumpleaños, Sakurai Sho -susurró juntando sus frentes con cuidado-. Espero que hayas disfrutado tu regalo.

Lo único que Sho pudo hacer en respuesta a eso, fue sonreír y apretar un poco más a Jun contra su cuerpo. Sí, definitivamente ese había sido un gran regalo de cumpleaños.
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EDIT 250717: Bueno, sé que ya no es cumpleaños de Sho (de hecho estamos más cerca del cumpleaños de Jun que del de Sho), pero planeo publicar los otros one shots que faltan... Así que terminé editando este. Sorry not sorry.

fanfic, sakurai sho, arashi, matsumoto jun, sakumoto

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