I'd lie [AkaPi] [RyoDa] (5/8)
Pareja: Akanishi Jin/Yamashita Tomohisa, Nishikido Ryo/Ueda Tatsuya
Clasificación: 17+
Resumen: Ueda comienza a tener problemas y Ryo es el único que sabe porque, y por eso hará todo lo que este en sus manos para ayudarlo.
Notas de la autora: Leí de nuevo el capitulo y lo primero que pasó por mi mente fue "¿En que demonios pensabas cuando escribiste esto?" Creo que todavía no amaba tanto a Ueda, sino este capitulo hubiera sido diferente. Aun así espero que les guste. Más fanfics aqui.
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( Capitulo 4) (Capitulo 5) ( Capitulo 6)
-Pensé que ya no vendrías- dijo Ryo. Ueda solo asintió y se sentó a su lado- ¿Ocurre algo?
-Lo de siempre, mucho trabajo- esa frase no convenció a Ryo.
-¿Estás seguro?
-Si, no es nada importante- a Ryo le pareció que Ueda estaba aguantando las ganas de llorar.
-Tatsuya-san si te pasa algo puedes…
-¡YA TE HE DICHO QUE ESTOY BIEN!- gritó Ueda exasperado. Ryo lo miró sorprendido, hacía mucho que no lo veía perder así los estribos. Ueda lo miró a los ojos, suplicando- Deja de preguntar por favor… hay cosas que no debes saber Ryo-kun.
Ryo asintió, no muy convencido. Durante el resto del tiempo que pasaron juntos Ryo observó atentamente cada gesto de Ueda, quien no dejaba de hablar de cualquier cosa para evitar que su compañero volviera a preguntar. Para cuando salieron del bar Ryo podía jurar que Ueda estaba demasiado ansioso, de hecho, solo lo había visto así de ansioso una vez.
Ryo bajó la mirada para observar los brazos de Ueda y lentamente intentó tomar uno. Apenas lo tocó Ueda apartó el brazo.
-¿No me habías dicho que lo habías dejado?- preguntó Nishikido, molestó. Ueda bajó la mirada.
-No entiendes Ryo-kun
-Tienes razón- dijo él poniéndose frente a Ueda. Tomó su mano y bajó la manga de su suéter para dejar expuesto el brazo de Tatsuya. Tenía el brazo lleno de cortadas y piquetes de aguja- ¿Por qué lo haces Tatsu?
-Ya te dije que no es asunto tuyo- respondió Tatsuya rehuyendo su mirada.
-Escucha, no voy a cometer el mismo error de la última vez- le dijo obligando a Ueda a mirarlo a los ojos- Si vamos a ser amigos necesito que confíes en mi.
-Ryo por favor…- suplicó Ueda- Mientras menos sepas va a ser mejor para nuestra relación. Yo… no quiero que vuelvas a odiarme.
-Pero es que esto no está bien…- insistió Ryo.
-Precisamente porque las cosas no están bien. No quiero hablar de eso- se soltó del agarre de Ryo y caminó rápidamente a su auto.
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-Eh, Ryo- le llamó Yuya- ¡Nishikido!
Ryo parpadeó y lo miró confundido.
-¿Ryo-san estas bien?- preguntó Koyama consternado- Últimamente pareces ido.
-Yo estoy bien- respondió. Tanto como Yuya como Koyama se miraron confundidos.
-Si tú estás bien entonces…- la pregunta de Koyama se vio interrumpida por la llegada de Kato y de Yamapi. Masuda se había reportado enfermo y no asistiría ese día al ensayo.
Para el final del día era más que obvio que algo le preocupaba a Nishikido pero él se negó a hablar del tema.
-Creo que deberías hablar con él Pi- le dijo Yuya.
-No te preocupes, ya lo había pensado- respondió Yamashita. Yuya y los demás salieron de la habitación, dejando a Yamapi y a Ryo solos- Neee Ryo-kun, tu auto sigue en el taller ¿no? Te llevo a tu casa.
-Sé lo que intentas P-chan, pero de verdad estoy bien- respondió Ryo tomando sus cosas.
-Yo no digo que no estés bien- dijo Yamashita siguiéndolo fuera de la habitación- pero pareces preocupado por algo, quiero ayudarte.
Ryo lo miró dudoso. Tal vez Yamapi pudiera decirle que ocurría con Ueda, ya que se la pasaba con los de KAT-TUN (especialmente con Akanishi por obvias razones) que el que pasaba con NEWS. Nishikido siguió a Yamashita hasta su auto y ambos subieron en él.
-Muy bien, suéltalo ¿Qué te preocupa?- la pregunta de Yamapi fue tan directa que Ryo no supo que contestar.
-Hace unos días Ueda-san y yo fuimos a tomar. Él llegó tarde y se me hizo raro porque, bueno tu sabes, Ueda-san generalmente es muy puntual- Yamapi asintió pero no dijo nada, así que Ryo continuó- Estaba muy a la defensiva y… bueno creo….
-¿Qué pasa Nishikido?- preguntó Yamapi preocupado.
-Yamashita, creo que Ueda-san se droga- Yamashita apretó el freno tan intempestivamente que el auto de atrás casi choca con ellos. Volteó a mirar a Ryo con la boca abierta. ¿Ueda Tatsuya se droga? Era imposible.
-Ryo, ¿estás seguro de esto?- preguntó aun en shock.
-Tenía unas marcas en los brazos…- dijo Ryo llevándose las manos a la cabeza- No estoy seguro de si se droga pero por lo menos se está infligiendo heridas, y son muy graves Pi.
-¿Las viste?- Nishikido asintió- Bueno, podría haber tenido un accidente y no nos enteramos porque Johnny-sama…
-Creo que no estás entendiendo Tomo-chan- le interrumpió Ryo dejando ver que estaba ansioso por la situación- Yo lo he visto hacerlo.
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“Tranquilo, yo intentaré averiguar que pasa” Hasta que Yamashita le prometió eso a Ryo pudo salir de su apartamento. Nishikido estaba totalmente fuera de sí, con eso le dejaba más que claro que sentía algo por Ueda, aunque aun no podían asegurar que estaba enamorado de él.
Llegó a la sala de ensayos de KAT-TUN donde Jin ya lo estaba esperando. Evidentemente la llamada tan sorpresiva de Tomohisa lo había preocupado porque en cuanto lo vio llegar corrió a preguntarle si estaba bien.
-Si, estoy bien. Pero ya averigüe la razón por la que Ueda y Nishikido se llevan tan mal, y no te va a gustar nada.
Rápidamente Yamapi puso al corriente de lo que le había dicho Ryo.
-Es imposible Pi- gritó molesto Akanishi- Conozco a Tatsuya muy bien, no importa lo que hubiera pasado él jamás actuaría así.
-Por eso debes hablar con él- respondió Yamashita sin perder la calma- Es la única forma en que podremos saber la verdad y tal vez así esos dos puedan llevarse mejor.
-Lo siento Yamashita, no puedo hacer eso- dijo Jin.
-¿Por qué no? Tú también dijiste que Ueda-san ha estado comportándose raro… Tenemos que averiguarlo.
Jin accedió a preguntarle a Ueda y volvió a donde estaban los demás. El ensayo transcurrió demasiado rápido para Jin, así que cuando Ueda salió de la habitación no lo notó de inmediato. Salió tras él cuando se dio cuenta de su ausencia.
-Eh, Ueda- le llamó. Ueda esperó a que lo alcanzara y Jin pudo notar ciertas cosas que parecían confirmar la historia de Ryo.
Lo primero fue que la expresión de Ueda estaba completamente vacía, estaba así desde hacía algunos días, ¿qué le había pasado al Ueda que siempre le daba una sonrisa sin importar lo cansado que estuviera? El segundo detalle fue los suéteres de manga larga que le había dado por usar últimamente, ese no era el estilo de Ueda. Jin trató de relajarse, no podía permitirse caer en pánico.
-¿Te importa si te acompaño a casa? No traje mi auto- Ueda asintió. Ese era otro hábito extraño, Ueda había comenzado a caminar de casa al trabajo y de vuelta. Jin debía usar eso a su favor y conseguir aclarar lo que pasaba ahí.
-¿Sabes? Ryo-kun está un poco preocupado- dijo Jin- Yamashita dijo que hoy no se había concentrado. ¿Tienes idea de que le pasa?
Ueda lo miró, con frialdad
-¿Por qué habría de saberlo?
-Oh, es que ustedes parece que se están llevando mejor…- dijo Akanishi consternado por su actitud.
-No, no estamos yendo a ningún lado- dijo Ueda, sin intención de continuar hablando. Akanishi decidió entonces probar algo más radical.
Lo tomó del brazo, eso hizo que Ueda soltara un grito de dolor. Cuando Jin le descubrió el brazo y vio que tan mal estaba se le revolvió el estomago.
-¿Qué demonios está pasando contigo?- le preguntó.
-Nada…
-Tatsuya… soy tu amigo
-Lo sé- dijo Ueda con tristeza. Akanishi abrazó a Ueda y este comenzó a llorar.
-Vamos a otro lugar a hablar ¿te parece bien?- Ueda asintió.
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-¿Hablaste con Akanishi-kun?- le preguntó Ryo a Yamapi en cuanto llegó a la sala de ensayos. Pi asintió.
-Dijo que hablaría con él. No sé cómo le habrá ido.
Ryo asintió intentando mostrarse tranquilo pero Yamashita sabía que no lo estaba. Se aseguró de que nadie los estuviera viendo y le habló en voz baja.
-Ayer dijiste que tu habías visto a Ueda-san lastimarse… ¿Esa es la razón por la que no te agradaba?
Ryo bajó la mirada.
-Si. Tal vez si no me hubiera alejado de él… si hubiera hecho algo para ayudarlo… entonces no estaría en esta situación.
-¿Qué es lo que pasó?- esa era una pregunta que Ryo no estaba muy seguro de querer contestar pero tal vez si Yamashita lo entendía podría ayudar a Ueda.
-Comenzó casi cuando comenzamos el grupo… - comenzó- Ueda-san y yo habíamos coincidido algunas veces dentro de la empresa. No éramos precisamente amigos pero solíamos comer juntos algunas veces. Él actuaba extraño, a veces parecía muy alegre y otras parecía deprimido. Un día me animé a preguntarle si le ocurría algo…
-¿Qué te dijo?
-Parece que tenía problemas con la persona con la que salía. Su relación no iba bien. Cuando ellos terminaron fue cuando Ueda-san comenzó a actuar así.
-¿Cómo ahora?- preguntó Yamapi. Ryo asintió.
-Cambió todo, desde su forma para vestir y su peinado hasta lo que comía- Ryo hizo una pausa y entonces Yamashita supo que seguía la parte desagradable de la historia- Todo el mundo piensa que a Tatsuya le gusta cambiar su imagen por querer experimentar, pero yo sé que en realidad la cambia dependiendo de su estado de ánimo… y en ese entonces yo no sabía que tan deprimido estaba.
-¿Te estás culpando?- Yamashita estaba sorprendido, Ryo rara vez mostraba preocupación por alguien que no fuera su amigo y menos aun por Ueda Tatsuya -Nishikido-kun tu no pudiste haberlo sabido…
-No me culpo porque Ueda-san estuviera haciéndose daño Pi- le interrumpió- Me culpo porque no intenté detenerlo.
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-Cuando hago esto no me siento tan mal
Akanishi estaba sorprendido, ¿por qué no había notado nada?
-Tat-chan ¿por qué no me lo dijiste?- Jin le puso la mano en el hombro- Podría haberte ayudado.
-Hubo un tiempo en que desapareció… -dijo Ueda en voz baja- pero ahora de nuevo me siento mal… y … no se que… hacer
-Tatsuya, yo… nosotros te ayudaremos…- le prometió Jin. Ueda lo miró asustado.
-No, por favor, no se lo digas a los demás- pidió
-Pero son tus amigos…
-No quiero que lo sepan. Yo sé que puedo salir de esto, no soportaría que ellos me miraran con lastima… Sería peor.
-Ellos no lo harían- dijo Jin.
-Por favor Akanishi-kun- dijo Ueda mirándolo a los ojos- no se los digas. Si deben enterarse yo se los diré pero por ahora no…
-Está bien- dijo Jin- No les diré nada, pero tú debes prometer que buscarás ayuda.
Ueda bajó la mirada.
-Lo intentaré
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Yamashita y Akanishi, pese a que estaban preocupados por el asunto, no tuvieron ningún problema en caer inconscientes apenas tocaron la cama. Pero Ryo y Ueda no corrieron la misma suerte.
Ueda no pudo pegar el ojo. Durante toda la noche estuvo batallando con el instinto de ir al baño y coger una navaja, se sentía terriblemente mal y pasó toda la noche llorando. Por otra parte, Ryo estuvo dando vueltas en la cama, analizando cada posibilidad para descubrir que podía hacer por Ueda. Desde hacía una semana que no había hablado con él y pensaba que, si lo hacía, probablemente podría hacer lo que no había logrado antes: que Ueda dejara de lastimarse.
Otra razón por la que ninguno de los dos había podido dormir había sido porque el incidente que había tomado lugar hace poco menos de ocho años.
---Flash back---
-Ueda-san te ves pálido ¿Estás bien?
-Si Nishikido-san- respondió el mayor- Solo que nunca pensé que estar en una banda fuera tanto trabajo, los ensayos casi me matan.
-Pues no puedes quejarte… ¿qué pensarán los demás de su líder?- preguntó Ryo mientras se llevaba a la boca una bola de arroz- Por cierto… ¿cómo va eso?
-Ah, ¿lo del líder?- Ryo asintió- Lo mande por un tubo, yo no puedo con eso.
La forma en que Ueda dijo eso le pareció muy extraña a Ryo. ¿No había sido Tatsuya el que había dicho que ser el líder era lo mejor? Tal vez estaba fanfarroneando, aun así Ryo no pudo evitar preguntarlo
-¿Seguro que estas bien?- preguntó intentando fingir des interés- ¿Cómo van las cosas con Tana-san?
Ueda se puso de pie intempestivamente.
-No hay razón por la que tenga que contarle eso a alguien como tú- dijo molesto. Ryo lo miró sorprendido mientras salía del comedor.
-¿Pero que demonios se cree?- dijo en voz baja mientras terminaba de comer. Miró la hora, tenía quince minutos para cambiarse e ir a ensayar. Tomó su mochila y caminó hacía el baño más próximo.
Cuando entró estuvo a punto de desmayarse. Ueda estaba ahí, con los brazos totalmente cubiertos de sangre. Él no notó que Ryo estaba ahí y fue a enjuagarse las manos.
-¿Qué te pasó?- preguntó Ryo sorprendido. Ueda se dio la vuelta, sobresaltado, y dejó caer un pequeño objeto plateado. Era una navaja, cubierta de sangre. La sangre de Ueda.
-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Ueda nervioso. Ryo lo ignoró y fue a recoger la navaja.
-¿Tú te hiciste eso?- preguntó mirando los brazos del otro. Una línea roja los recorría, se notaba que la intención era que doliera y Nishikido apostaba a que dolía mucho. Ueda no dijo absolutamente nada- Ueda-san ¿por qué?
-No es asunto tuyo- respondió Ueda molesto.
-¿Por qué?- insistió Ryo. Se acercó a él y le tomó de las manos, tuvo cuidado. Ueda no se lo creía- Yo puedo ayudarte…
-No quiero que me ayudes- respondió Ueda, pero había algo diferente. Su voz sonaba rota. Miró a Ryo a los ojos- Quiero que me duela, necesito una razón para llorar. Lo perdí todo…
-¿Tana-san?- Ueda asintió- Ella no lo vale…
-¡NO HABLES DE ELLA COMO SI LA CONOCIERAS!- gritó Tatsuya. Las lagrimas comenzaron a recorrer su rostro- Si es necesario moriré por ella.
-Ueda-san no…
-Voy a morirme y no hay nada que tú ni nadie pueda hacer para impedirlo- Ryo odió esas palabras, ya se lo habían dicho hace mucho. La ira lo cegó por un momento… una guerra estaba por empezar.
-Muy bien, entonces hazlo- le dijo mirándolo a los ojos, rentándolo- Debí suponer que eras un cobarde, no sé porque me molesté siquiera en hablarte.
Y entonces salió de la habitación. Era una declaración de guerra, pero curiosamente eso fue lo que logró que Ueda la olvidara. A partir de ese instante solo existió Nishikido Ryo
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Ryo no lo soportó más. Debía verlo, realmente necesitaba ver a Ueda. Así que tomó sus llaves y salió corriendo del lugar.
Ueda tampoco pudo quedarse en su cama pero estaba decidido a hacerle caso a Jin y a Nishikido, no podía seguirse haciendo daño. Tomó su abrigo y salió de su apartamento.
Justo cuando iba bajando las escaleras se topó cara a cara con Ryo. No supo que decir, había evitado hacerse daño en casa para encontrar a su “veneno personal” Esa era la razón por la que Ueda necesitaba llorar esta ocasión: estaba enamorado de Nishikido y no podían estar juntos.
-Hola, perdona que haya venido así- dijo Ryo después de un rato. Ueda no dijo nada- Tenemos que hablar. Vamos a tu apartamento
Ueda asintió y caminó de vuelta a su departamento. El reloj marcaba medianoche.
Clasificación: 17+
Resumen: Ueda comienza a tener problemas y Ryo es el único que sabe porque, y por eso hará todo lo que este en sus manos para ayudarlo.
Notas de la autora: Leí de nuevo el capitulo y lo primero que pasó por mi mente fue "¿En que demonios pensabas cuando escribiste esto?" Creo que todavía no amaba tanto a Ueda, sino este capitulo hubiera sido diferente. Aun así espero que les guste. Más fanfics aqui.
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( Capitulo 4) (Capitulo 5) ( Capitulo 6)
-Pensé que ya no vendrías- dijo Ryo. Ueda solo asintió y se sentó a su lado- ¿Ocurre algo?
-Lo de siempre, mucho trabajo- esa frase no convenció a Ryo.
-¿Estás seguro?
-Si, no es nada importante- a Ryo le pareció que Ueda estaba aguantando las ganas de llorar.
-Tatsuya-san si te pasa algo puedes…
-¡YA TE HE DICHO QUE ESTOY BIEN!- gritó Ueda exasperado. Ryo lo miró sorprendido, hacía mucho que no lo veía perder así los estribos. Ueda lo miró a los ojos, suplicando- Deja de preguntar por favor… hay cosas que no debes saber Ryo-kun.
Ryo asintió, no muy convencido. Durante el resto del tiempo que pasaron juntos Ryo observó atentamente cada gesto de Ueda, quien no dejaba de hablar de cualquier cosa para evitar que su compañero volviera a preguntar. Para cuando salieron del bar Ryo podía jurar que Ueda estaba demasiado ansioso, de hecho, solo lo había visto así de ansioso una vez.
Ryo bajó la mirada para observar los brazos de Ueda y lentamente intentó tomar uno. Apenas lo tocó Ueda apartó el brazo.
-¿No me habías dicho que lo habías dejado?- preguntó Nishikido, molestó. Ueda bajó la mirada.
-No entiendes Ryo-kun
-Tienes razón- dijo él poniéndose frente a Ueda. Tomó su mano y bajó la manga de su suéter para dejar expuesto el brazo de Tatsuya. Tenía el brazo lleno de cortadas y piquetes de aguja- ¿Por qué lo haces Tatsu?
-Ya te dije que no es asunto tuyo- respondió Tatsuya rehuyendo su mirada.
-Escucha, no voy a cometer el mismo error de la última vez- le dijo obligando a Ueda a mirarlo a los ojos- Si vamos a ser amigos necesito que confíes en mi.
-Ryo por favor…- suplicó Ueda- Mientras menos sepas va a ser mejor para nuestra relación. Yo… no quiero que vuelvas a odiarme.
-Pero es que esto no está bien…- insistió Ryo.
-Precisamente porque las cosas no están bien. No quiero hablar de eso- se soltó del agarre de Ryo y caminó rápidamente a su auto.
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-Eh, Ryo- le llamó Yuya- ¡Nishikido!
Ryo parpadeó y lo miró confundido.
-¿Ryo-san estas bien?- preguntó Koyama consternado- Últimamente pareces ido.
-Yo estoy bien- respondió. Tanto como Yuya como Koyama se miraron confundidos.
-Si tú estás bien entonces…- la pregunta de Koyama se vio interrumpida por la llegada de Kato y de Yamapi. Masuda se había reportado enfermo y no asistiría ese día al ensayo.
Para el final del día era más que obvio que algo le preocupaba a Nishikido pero él se negó a hablar del tema.
-Creo que deberías hablar con él Pi- le dijo Yuya.
-No te preocupes, ya lo había pensado- respondió Yamashita. Yuya y los demás salieron de la habitación, dejando a Yamapi y a Ryo solos- Neee Ryo-kun, tu auto sigue en el taller ¿no? Te llevo a tu casa.
-Sé lo que intentas P-chan, pero de verdad estoy bien- respondió Ryo tomando sus cosas.
-Yo no digo que no estés bien- dijo Yamashita siguiéndolo fuera de la habitación- pero pareces preocupado por algo, quiero ayudarte.
Ryo lo miró dudoso. Tal vez Yamapi pudiera decirle que ocurría con Ueda, ya que se la pasaba con los de KAT-TUN (especialmente con Akanishi por obvias razones) que el que pasaba con NEWS. Nishikido siguió a Yamashita hasta su auto y ambos subieron en él.
-Muy bien, suéltalo ¿Qué te preocupa?- la pregunta de Yamapi fue tan directa que Ryo no supo que contestar.
-Hace unos días Ueda-san y yo fuimos a tomar. Él llegó tarde y se me hizo raro porque, bueno tu sabes, Ueda-san generalmente es muy puntual- Yamapi asintió pero no dijo nada, así que Ryo continuó- Estaba muy a la defensiva y… bueno creo….
-¿Qué pasa Nishikido?- preguntó Yamapi preocupado.
-Yamashita, creo que Ueda-san se droga- Yamashita apretó el freno tan intempestivamente que el auto de atrás casi choca con ellos. Volteó a mirar a Ryo con la boca abierta. ¿Ueda Tatsuya se droga? Era imposible.
-Ryo, ¿estás seguro de esto?- preguntó aun en shock.
-Tenía unas marcas en los brazos…- dijo Ryo llevándose las manos a la cabeza- No estoy seguro de si se droga pero por lo menos se está infligiendo heridas, y son muy graves Pi.
-¿Las viste?- Nishikido asintió- Bueno, podría haber tenido un accidente y no nos enteramos porque Johnny-sama…
-Creo que no estás entendiendo Tomo-chan- le interrumpió Ryo dejando ver que estaba ansioso por la situación- Yo lo he visto hacerlo.
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“Tranquilo, yo intentaré averiguar que pasa” Hasta que Yamashita le prometió eso a Ryo pudo salir de su apartamento. Nishikido estaba totalmente fuera de sí, con eso le dejaba más que claro que sentía algo por Ueda, aunque aun no podían asegurar que estaba enamorado de él.
Llegó a la sala de ensayos de KAT-TUN donde Jin ya lo estaba esperando. Evidentemente la llamada tan sorpresiva de Tomohisa lo había preocupado porque en cuanto lo vio llegar corrió a preguntarle si estaba bien.
-Si, estoy bien. Pero ya averigüe la razón por la que Ueda y Nishikido se llevan tan mal, y no te va a gustar nada.
Rápidamente Yamapi puso al corriente de lo que le había dicho Ryo.
-Es imposible Pi- gritó molesto Akanishi- Conozco a Tatsuya muy bien, no importa lo que hubiera pasado él jamás actuaría así.
-Por eso debes hablar con él- respondió Yamashita sin perder la calma- Es la única forma en que podremos saber la verdad y tal vez así esos dos puedan llevarse mejor.
-Lo siento Yamashita, no puedo hacer eso- dijo Jin.
-¿Por qué no? Tú también dijiste que Ueda-san ha estado comportándose raro… Tenemos que averiguarlo.
Jin accedió a preguntarle a Ueda y volvió a donde estaban los demás. El ensayo transcurrió demasiado rápido para Jin, así que cuando Ueda salió de la habitación no lo notó de inmediato. Salió tras él cuando se dio cuenta de su ausencia.
-Eh, Ueda- le llamó. Ueda esperó a que lo alcanzara y Jin pudo notar ciertas cosas que parecían confirmar la historia de Ryo.
Lo primero fue que la expresión de Ueda estaba completamente vacía, estaba así desde hacía algunos días, ¿qué le había pasado al Ueda que siempre le daba una sonrisa sin importar lo cansado que estuviera? El segundo detalle fue los suéteres de manga larga que le había dado por usar últimamente, ese no era el estilo de Ueda. Jin trató de relajarse, no podía permitirse caer en pánico.
-¿Te importa si te acompaño a casa? No traje mi auto- Ueda asintió. Ese era otro hábito extraño, Ueda había comenzado a caminar de casa al trabajo y de vuelta. Jin debía usar eso a su favor y conseguir aclarar lo que pasaba ahí.
-¿Sabes? Ryo-kun está un poco preocupado- dijo Jin- Yamashita dijo que hoy no se había concentrado. ¿Tienes idea de que le pasa?
Ueda lo miró, con frialdad
-¿Por qué habría de saberlo?
-Oh, es que ustedes parece que se están llevando mejor…- dijo Akanishi consternado por su actitud.
-No, no estamos yendo a ningún lado- dijo Ueda, sin intención de continuar hablando. Akanishi decidió entonces probar algo más radical.
Lo tomó del brazo, eso hizo que Ueda soltara un grito de dolor. Cuando Jin le descubrió el brazo y vio que tan mal estaba se le revolvió el estomago.
-¿Qué demonios está pasando contigo?- le preguntó.
-Nada…
-Tatsuya… soy tu amigo
-Lo sé- dijo Ueda con tristeza. Akanishi abrazó a Ueda y este comenzó a llorar.
-Vamos a otro lugar a hablar ¿te parece bien?- Ueda asintió.
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-¿Hablaste con Akanishi-kun?- le preguntó Ryo a Yamapi en cuanto llegó a la sala de ensayos. Pi asintió.
-Dijo que hablaría con él. No sé cómo le habrá ido.
Ryo asintió intentando mostrarse tranquilo pero Yamashita sabía que no lo estaba. Se aseguró de que nadie los estuviera viendo y le habló en voz baja.
-Ayer dijiste que tu habías visto a Ueda-san lastimarse… ¿Esa es la razón por la que no te agradaba?
Ryo bajó la mirada.
-Si. Tal vez si no me hubiera alejado de él… si hubiera hecho algo para ayudarlo… entonces no estaría en esta situación.
-¿Qué es lo que pasó?- esa era una pregunta que Ryo no estaba muy seguro de querer contestar pero tal vez si Yamashita lo entendía podría ayudar a Ueda.
-Comenzó casi cuando comenzamos el grupo… - comenzó- Ueda-san y yo habíamos coincidido algunas veces dentro de la empresa. No éramos precisamente amigos pero solíamos comer juntos algunas veces. Él actuaba extraño, a veces parecía muy alegre y otras parecía deprimido. Un día me animé a preguntarle si le ocurría algo…
-¿Qué te dijo?
-Parece que tenía problemas con la persona con la que salía. Su relación no iba bien. Cuando ellos terminaron fue cuando Ueda-san comenzó a actuar así.
-¿Cómo ahora?- preguntó Yamapi. Ryo asintió.
-Cambió todo, desde su forma para vestir y su peinado hasta lo que comía- Ryo hizo una pausa y entonces Yamashita supo que seguía la parte desagradable de la historia- Todo el mundo piensa que a Tatsuya le gusta cambiar su imagen por querer experimentar, pero yo sé que en realidad la cambia dependiendo de su estado de ánimo… y en ese entonces yo no sabía que tan deprimido estaba.
-¿Te estás culpando?- Yamashita estaba sorprendido, Ryo rara vez mostraba preocupación por alguien que no fuera su amigo y menos aun por Ueda Tatsuya -Nishikido-kun tu no pudiste haberlo sabido…
-No me culpo porque Ueda-san estuviera haciéndose daño Pi- le interrumpió- Me culpo porque no intenté detenerlo.
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-Cuando hago esto no me siento tan mal
Akanishi estaba sorprendido, ¿por qué no había notado nada?
-Tat-chan ¿por qué no me lo dijiste?- Jin le puso la mano en el hombro- Podría haberte ayudado.
-Hubo un tiempo en que desapareció… -dijo Ueda en voz baja- pero ahora de nuevo me siento mal… y … no se que… hacer
-Tatsuya, yo… nosotros te ayudaremos…- le prometió Jin. Ueda lo miró asustado.
-No, por favor, no se lo digas a los demás- pidió
-Pero son tus amigos…
-No quiero que lo sepan. Yo sé que puedo salir de esto, no soportaría que ellos me miraran con lastima… Sería peor.
-Ellos no lo harían- dijo Jin.
-Por favor Akanishi-kun- dijo Ueda mirándolo a los ojos- no se los digas. Si deben enterarse yo se los diré pero por ahora no…
-Está bien- dijo Jin- No les diré nada, pero tú debes prometer que buscarás ayuda.
Ueda bajó la mirada.
-Lo intentaré
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Yamashita y Akanishi, pese a que estaban preocupados por el asunto, no tuvieron ningún problema en caer inconscientes apenas tocaron la cama. Pero Ryo y Ueda no corrieron la misma suerte.
Ueda no pudo pegar el ojo. Durante toda la noche estuvo batallando con el instinto de ir al baño y coger una navaja, se sentía terriblemente mal y pasó toda la noche llorando. Por otra parte, Ryo estuvo dando vueltas en la cama, analizando cada posibilidad para descubrir que podía hacer por Ueda. Desde hacía una semana que no había hablado con él y pensaba que, si lo hacía, probablemente podría hacer lo que no había logrado antes: que Ueda dejara de lastimarse.
Otra razón por la que ninguno de los dos había podido dormir había sido porque el incidente que había tomado lugar hace poco menos de ocho años.
---Flash back---
-Ueda-san te ves pálido ¿Estás bien?
-Si Nishikido-san- respondió el mayor- Solo que nunca pensé que estar en una banda fuera tanto trabajo, los ensayos casi me matan.
-Pues no puedes quejarte… ¿qué pensarán los demás de su líder?- preguntó Ryo mientras se llevaba a la boca una bola de arroz- Por cierto… ¿cómo va eso?
-Ah, ¿lo del líder?- Ryo asintió- Lo mande por un tubo, yo no puedo con eso.
La forma en que Ueda dijo eso le pareció muy extraña a Ryo. ¿No había sido Tatsuya el que había dicho que ser el líder era lo mejor? Tal vez estaba fanfarroneando, aun así Ryo no pudo evitar preguntarlo
-¿Seguro que estas bien?- preguntó intentando fingir des interés- ¿Cómo van las cosas con Tana-san?
Ueda se puso de pie intempestivamente.
-No hay razón por la que tenga que contarle eso a alguien como tú- dijo molesto. Ryo lo miró sorprendido mientras salía del comedor.
-¿Pero que demonios se cree?- dijo en voz baja mientras terminaba de comer. Miró la hora, tenía quince minutos para cambiarse e ir a ensayar. Tomó su mochila y caminó hacía el baño más próximo.
Cuando entró estuvo a punto de desmayarse. Ueda estaba ahí, con los brazos totalmente cubiertos de sangre. Él no notó que Ryo estaba ahí y fue a enjuagarse las manos.
-¿Qué te pasó?- preguntó Ryo sorprendido. Ueda se dio la vuelta, sobresaltado, y dejó caer un pequeño objeto plateado. Era una navaja, cubierta de sangre. La sangre de Ueda.
-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Ueda nervioso. Ryo lo ignoró y fue a recoger la navaja.
-¿Tú te hiciste eso?- preguntó mirando los brazos del otro. Una línea roja los recorría, se notaba que la intención era que doliera y Nishikido apostaba a que dolía mucho. Ueda no dijo absolutamente nada- Ueda-san ¿por qué?
-No es asunto tuyo- respondió Ueda molesto.
-¿Por qué?- insistió Ryo. Se acercó a él y le tomó de las manos, tuvo cuidado. Ueda no se lo creía- Yo puedo ayudarte…
-No quiero que me ayudes- respondió Ueda, pero había algo diferente. Su voz sonaba rota. Miró a Ryo a los ojos- Quiero que me duela, necesito una razón para llorar. Lo perdí todo…
-¿Tana-san?- Ueda asintió- Ella no lo vale…
-¡NO HABLES DE ELLA COMO SI LA CONOCIERAS!- gritó Tatsuya. Las lagrimas comenzaron a recorrer su rostro- Si es necesario moriré por ella.
-Ueda-san no…
-Voy a morirme y no hay nada que tú ni nadie pueda hacer para impedirlo- Ryo odió esas palabras, ya se lo habían dicho hace mucho. La ira lo cegó por un momento… una guerra estaba por empezar.
-Muy bien, entonces hazlo- le dijo mirándolo a los ojos, rentándolo- Debí suponer que eras un cobarde, no sé porque me molesté siquiera en hablarte.
Y entonces salió de la habitación. Era una declaración de guerra, pero curiosamente eso fue lo que logró que Ueda la olvidara. A partir de ese instante solo existió Nishikido Ryo
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Ryo no lo soportó más. Debía verlo, realmente necesitaba ver a Ueda. Así que tomó sus llaves y salió corriendo del lugar.
Ueda tampoco pudo quedarse en su cama pero estaba decidido a hacerle caso a Jin y a Nishikido, no podía seguirse haciendo daño. Tomó su abrigo y salió de su apartamento.
Justo cuando iba bajando las escaleras se topó cara a cara con Ryo. No supo que decir, había evitado hacerse daño en casa para encontrar a su “veneno personal” Esa era la razón por la que Ueda necesitaba llorar esta ocasión: estaba enamorado de Nishikido y no podían estar juntos.
-Hola, perdona que haya venido así- dijo Ryo después de un rato. Ueda no dijo nada- Tenemos que hablar. Vamos a tu apartamento
Ueda asintió y caminó de vuelta a su departamento. El reloj marcaba medianoche.