Me: So some ass was parked in East Upper last night at 1am that shouldn't have been, so I had to park in the circle. And then I went to move it today and it was covered in ice and snow.
Stephi: Yeah, I thought last night that it would be bad if it snowed and I woke up today, and said "oh no.."
Me: So now you can go into East Upper parking, and there are all the dry cars, and my car all covered in snow and ice.
Stephi: Crying it's emo car tears of snow.
Me: And slitting it's emo tires.
Stephie: You should post that.
And I did.
Analisis de "Vejeces" por Jose Asuncion Silva is ©Rojelio M. Ramirez, 2005 and may not be reproduced in any form, tangible or electronic, without expressed written consent by the aforementioned.
En el mundo del arte, es bien sabido que muchas artistas se suicidaron porque no creyeron que quepan en su tiempo. Este enigma es reflejado en las obras de cada uno de ellos. Un ejemplo es José Asunción Silva, quien creía lo mismo. También, como las artistas pasados, su falta de fe en el mundo está manifestada en sus escritos. En este ensayo, intenta describir la reflexión de su falta de fe en su: vida, figuras retóricas, y tema en “Vejeces.”
El escritor de “Vejeces” tenía una vida llena de poesía bella, y circunstancias desafortunadas. José Asunción Silva nació en Bogotá, Colombia en 1865, y rápidamente se hizo uno de los más altos autores de su época. Empezó a escribir sus primeros poemas a la edad de diez. Estos versos son muy influidos por Gustavo Bécquer, y muchas de sus obras siguientes retienen los mejores elementos del romanticismo. En su vida, viajó a Europa y aprendió los estilos más importantes de la época. Además que ser inteligente y amado, la muerte de su familia, su hermana en particular, causa a él a pensar que no cabía en su época y añoraba vivir en tiempos pasados. Por eso, él se suicidó en 1896.
Su estilo refleja su habilidad de expresar emociones en maneras tan bonitas y su anhelo por tiempos pasados. Primero, sus obras son similares a Gustavo Bécquer. De él aprendió a expresar mucha información, sentimientos, y pensamientos en poemas cortos pero acertados. Un ejemplo de esto es el poema de este ensayo, “Vejeces.” Todo el poema cabe en una página, pero hay tantas emociones y referencias al pasado que es difícil comprender las todas un una sola lectura. Se tiene que pensar en el significado de cada objeto, de cada imagen, y luego verlos en su totalidad para así entender el significado total de este poema. El segundo autor que influyó a José Asunción Silva es Edgar Alan Poe. Neil Gaiman, un autor inglés, habla de las obras de Poe en la introducción de una colección de sus poemas. Pero, hace una cosa inesperada, describe las obras de Silva también, en particular “Vejeces.” “Read the poems aloud. Read the stories aloud. Feel the way the words work in your mouth, the way the syllables bounce and roll and drive and repeat, or almost repeat. Poe’s poems” o aquí, los de Silva, “would be beautiful if you spoke no English,” o, en este caso español. “Lines which, when read on paper, seem overwrought or needlessly repetitive or even mawkish, when spoken aloud reshape and reconfigure” (Poe, 2004). Está hablando de Poe, sí, pero del mismo modo se puede interpretar su descripción como refriéndose a Silva. Es porque los dos, Poe y Silva, tienen una manera de hablar con ritmos y ciertas palabras que ataquen al corazón del lector. También, como Poe, habría querido haber vivido en un tiempo pasado. Poe, simplemente quería vivir durante los años en que vivían sus amadas, pero Silva quiere regresar a un tiempo de antigüedad y sabiduría. También, su estilo modernista “canta a las épocas pasadas que considera más esplendorosas que la actual” (Wikkipedia, 2005). También, hay un tono modernista en “Vejeces.” Es de asombro ante la antigüedad, el valor, el carácter, y la sabiduría de las cosas viejas. Al final describe sus sujetos con palabras que apelan a los cinco sentidos; en “Vejeces” usa imágenes de tacto, olfato y visto para alabar una serie de cosas viejas y así mostrar su tema que habla sobre su insatisfacción con su época y su añoranza por los tiempos pasados.
“Vejeces” tiene una abundancia de figuras retóricas que ejemplifican el tema de añoranza de cosas viejas y tiempos pasados. Para empezar, él usa la personificación, primero, para establecer una relación íntima con todas las cosas, y, segundo, para hablar con cada uno individualmente. El premier ejemplo de personificación es en el verso tres cuando habla de “las épocas muertas” (3). Es posible que estas épocas hayan pasado pero el uso de “muertas” muestra que tiene un anhelo por tiempos pasados, que le gustan más que el suyo. Segundo, habla con un objeto, que esta dormida. “¡Colores de anticuada miniatura, hoy, de algún mueble en el cajón, dormida” (12). La personificación aquí quiere decir que son olvidados pero el “yo” las despierta para admirarlas. También el “yo” usa la segunda persona para hablar con las cosas viejas y establecer una relación más íntima también. Ejemplos de esto son, “guardáis de lo pasado los reflejos” (22), “arpa olvidada que al sonar, te quejas” (36), y “barrotes que formáis un monograma” (37). Muestra su tema en estos tres versos con su beatificación de las cosas, igual que con su adoración de y su discusión con ellas. El último ejemplo de figuras retóricas de pensamiento es el apóstrofe en el verso 11. “¡Colores de anticuada miniatura,/ hoy, de algún mueble en el cajón, dormida” (11-12). Llama a la cosa con este apóstrofe para admirar su sabiduría y valor. Por estas figuras retóricas de pensamiento, es fácil inferir que el autor tiene una gran añoranza por cosas y períodos pasados.
José Silva usa únicamente una figura retórica lógica en su obra. Es como un clímax, pero es una gradación al revés. “¡Las crónicas, historias y consejas, / las formas, los estilos, los colores / las sugestiones místicas y raras / y los perfumes de las cosas viejas” (48-51)! Es una gradación que representa la degeneración de las cosas viejas en la mente del hombre. Empieza con una cosa bien concreta como es la crónica y a medida que avanza la estrofa, los objetos se hacen menos concretos, y mas intangibles, hasta que el objeto es sólo un perfume. La gradación muestra como un objeto que no se utiliza cada día y pierde su importancia para la gente hasta que queda completamente en el olvido. Pasa el tiempo y el objeto se convierte en una mera memoria, como un perfume que se esparce por el aire y luego se pierde.
Finalmente, Silva usa muchas figuras retóricas de lenguaje para enfatizar su tema de su insatisfacción con su época y su añoranza por los tiempos pasados. Primero, él usa un ejemplo de epíteto en verso dieciocho: “medio borrada por el liquen verde” (18). Todo el mundo sabe que liquen es un verde vibrante, y el uso redundante del adjetivo “verde” pone énfasis en lo viejo que es la divisa. A seguir, el asíndeton muestra dos cosas: el movimiento del poema y el asobro del “yo” ante las vejeces. “medio borrada por el liquen verde; / misales de las viejas sacristías; / de otros siglos fantásticos espejos / que en el azogue de las lunas frías / guardáis de lo pasado los reflejos; / arca, en un tiempo de ducados llena, / crucifijo que tanto moribundo, / humedeció con lágrimas de pena” (18-22). Al omitir las conjunciones, muestra el movimiento del autor de cosa a cosa. Además, muestra que su fascinación con las vejeces le causa omitir las conjunciones, porque le llenan, en su lugar, con imaginación y amor. La última figura retórica se encuentro por todo el poema: la aliteración. Sobre todo se oye la aliteración de la “s.” “les son dulces, gratísimas y caras, / las crónicas, historias y consejas, / las formas, los estilos, los colores
las sugestiones místicas y raras / y los perfumes de las cosas viejas” (47-51)! Usa el sonido “s” para expresar la musicalidad del poema y de las cosas viejas.
José Asunción Silva vivía una vida de lágrimas. Las personas más importantes de su vida se murieron a una edad temprana. Por eso, añoraba las épocas anteriores tanto que se suicidó. Su amor y adoración por las cosas viejas corre por todo el poema. Él huye de su tiempo para estar con sus vejeces queridas, porque, como dice el poema, “a los poetas soñadores, / les son dulces” (46-47).