Gracias, mi equipo, por haberlo intentado hasta el final; por haberos dejado la piel en el campo y haber hecho lo que mejor se os da: jugar a vuestro fútbol.
Gracias porque, a pesar de las dificultades, habéis buscado la forma de marcar hasta el último minuto; porque me habéis demostrado que creer en vosotros es lo mejor que se puede hacer. Doy las gracias por haber perdido con dignidad, con un gran juego.
Doy gracias porque, ahora más que nunca, me siento orgullosa de ser culé, de pertenecer a la afición del que para mí es, ahora mismo, el mejor equipo del mundo.
No voy a mentir, claro que me duele haber perdido, pero es mejor sentir pena que estar enfadado porque los tuyos no han dado la talla, y el nuestro sí lo ha dado. No voy a cuestionar el juego del Inter, porque no soy quién para hacerlo. Cierto que ayer me puse hecha una furia porque me pareció la mayor injusticia del mundo que no hubiéramos pasado, pero ahora lo veo todo con más calma.
Simplemente no pudimos. El Inter se cerró, todos los jugadores se metieron a defender, y no conseguimos pasar, punto.
Y seguiré agradeciéndoselo a mi equipo, a Piqué, que ayer estuvo inconmensurable defendiendo, que hizo un gol que, a pesar de que fue en fuera de juego, estuvo al nivel del mejor de los delanteros.
Gracias también a la gente de todas las aficiones- no solo madridistas, pericos, y demás; sino también a los culés- que respetan a los demás equipos. Gracias a aquellos que, a pesar de las rivalidades y de, como es lógico, sentirse aliviado porque el Barça no vaya a estar en el Bernabéu, son capaces de no restregárselo a los culés. Porque a pesar de que yo soy muy blaugrana, tengo claro que jamás voy a hacer que otro se sienta mal.
Si el equipo rival pierde, no iré a sus aficionados a reírme de sus
desgracias, porque en ese momento han perdido, se sienten mal, y no hace falta que por mi culpa aún se hundan más.
Así que agradezco a aquellos madridistas y demás seguidores de otros equipos que me han respetado y considerado; a los que no hicieron caso a las varias campañas de desprestigio de algunas cadenas hacia el Barça, a aquellos que saben ver y valorar el buen fútbol por encima de cualquier otra cosa. A todos ellos, gracias.
Y nada más, porque hoy me he despertado hecha una mierda, triste y sin ganas de nada. Pero he abierto la ventana, he visto que hacía un sol increíble y me he dicho: Ey, estoy mal, ¡pero no se acaba el mundo!
Así que en definitiva, gracias Barcelona, gracias equipo. Hay más Champions, Ganaremos más Champions. Y en el Bernabéu ganará quien tenga que ganar, y nosotros lo haremos cuando nos toque.
Y la vida sigue