Por fin, por fin, por fin, ¡Aleación de Ley!
¿Alguien dudaba de que Sanderson tendría un post exclusivo para él? ♥ ♥ ♥
Título original: The Alloy of Law: A Mistborn Novel (Aleación de Ley, 368 pags.)
Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Ediciones B, 2012
Idioma original: Inglés (traducción de Rafael Marín Trechera)
Wax Ladrian se ve obligado a abandonar su vida como vigilante de la ley en los lejanos Áridos del Norte para regresar a la capital y hacerse cargo de la casa Ladrian, que se ha quedado sin dirección tras la muerte de su tío. Echando de menos su vida de acción en el extrarradio, las fiestas y la parafernalia de la alta sociedad se le hacen insufribles. Pero pronto se verá envuelto sin querer en una serie de extraños robos que están haciendo tambalear los imperios económicos de los peces gordos de Elendel, y la llamada de la justicia lo atrapará de nuevo, empujándolo a investigar a unos criminales que no sólo ponen en peligro cargamentos de mercancías, sino también la vida de rehenes inocentes, secuestradas para oscuros propósitos...
Después de todo lo que he estado leyendo últimamente, Aleación de Ley ha sido como unas vacaciones, o regresar a tu lugar ideal después de mucho vagabundeo por ahí. Es tontería negar que tengo una debilidad absoluta por Sanderson, que me parece el mejor escritor contemporáneo de fantasía que hay ahora mismo en el mercado. Y, aunque la sombra de Nacidos de la Bruma pesa mucho y cogí esta secuela con un poco de miedo, no me ha decepcionado en absoluto.
Dos días hemos tardado en leerla, y han sido dos días de risas constantes, disfrute a tope, maquinaciones, teorías y chillidos, porque este libro es la pura definición del fanservice. Puedes leerlo sin haber leído la trilogía original, pero no lo recomiendo; la novela perdería muchísimo sin poder captar todos los guiños, las referencias y las perlitas que el autor disemina por el texto para sus lectores. De hecho, eso es lo que lo ha hecho más especial para mí, porque la trama en sí es muy sencilla (no deja de ser una novela corta, a menos con respecto a los cánones de Sanderson). Quizá, ése sea el aspecto negativo a destacar: siendo una novela corta, algunas cosas parecían precipitadas, metidas con calzador o un poco excesivas, aunque gran parte de las incongruencias del texto son, sin duda, por culpa de la traducción (inteligibilidad muy cuestionable, edición penosa llena de erratas… en serio, Nova/Ediciones B, ponte las pilas de una vez, que esto es escandaloso). Y las peleas. No sé si ha sido porque ya estaba yo algo cansada y oxidada, pero las peleas se me han hecho pesadas y confusas, sobre todo al final. Aunque eso también puede ser por culpa de la traducción, lamentablemente.
El argumento es muy simple y, aun así, ha dado mucho margen para hacer teorías, cosa que echaba muchísimo de menos. Lo que más me gusta de Sanderson es que hace pensar y buscar pistas. Siendo una trama de medio investigación, además, conseguía ponerte al nivel de los protagonistas, sacando conclusiones con ellos, jugando a hacer conexiones. Lo hemos leído a tres manos, Marta, Branca y yo, y ha sido una experiencia fantástica, las tres elucubrando, las tres volviéndonos locas con cada pequeño detalle. Hacía mucho que no disfrutaba tantísimo con una novela. Seguramente, desde que leímos El Héroe de las Eras en Semana Santa. Aleación de Ley no tiene la enorme carga argumental de Nacidos de la Bruma, pero sale del paso muy airosa. Y es divertidísima.
Los personajes, como siempre en Sanderson, han sido espectaculares. Mi favorito es Wayne, desde luego, también siento debilidad por ese tipo de payasos y tiene una personalidad y un background muy bien construidos. Sus dinámicas con Wax eran tronchantes, incluso si a veces se estiraba la broma un poco más de lo necesario. También me ha gustado que Wax mezcle elementos tan discordantes: rebelde y aventurero, pero refinado y un poco estirado; mitad sheriff de western, mitad noble de ciudad, ahora pegando tiros, ahora jugueteando en su laboratorio. No tiene un carisma arrollador y eso es algo que me gusta, porque ahí el carismático es Wayne. No tiene que ser siempre el protagonista quien se lleve el gato al agua en todos los aspectos. También estoy muy satisfecha con las mujeres que ha creado. Es interesante que Marasi sea tan diametralmente opuesta a Vin y me ha encantado que los chicos nunca la traten por defecto como "sexo débil". Siempre le dan la oportunidad de implicarse o mantenerse al margen, cuidándola más por su inexperiencia y su estatus que por su sexo; y, cuando Marasi se queda atrás, es porque ella misma decide hacerlo, porque no se siente segura o porque tiene miedo. Me ha parecido muy, muy real. Y su ramalazo de estudiosa friki se me antojó súper tierno. Ha estado muy bien su trayectoria a lo largo de la novela y también su final, muy bien manejado y con un desenlace inmejorable. Estupendo, Sanderson. Y no nos olvidemos de Ranette. ¡Ni de Steris! Dios santo, ¡me enamoré de Steris! Es tan Sheldon Cooper que… ♥
Las religiones han tenido un papel sobresaliente y es maravilloso ver cómo ha manejado Sanderson el asunto a partir del final de Nacidos de la Bruma. La cantidad de guiños que implica el sistema religioso de Elendel sólo es apta para fans de la saga, desde luego, y me he sentido una friki absoluta desmenuzando las referencias. Simplemente magistral; es uno de los puntos fuertes de este autor, y a mí me vuelven loca todos los códigos culturales de una sociedad, desde costumbres básicas hasta prácticas religiosas. Le da muchísima consistencia a esos mundos. Soy una apasionada del worldbulding. Por otro lado, el desarrollo de Scadrial en los 300 años que han pasado desde el final de Nacidos de la Bruma ha sido increíblemente interesante. Como mucha gente ha señalado ya, los mundos de la literatura fantástica tienden a ser estáticos, siempre anclados en la misma etapa histórica a través de los siglos. Eso es muy irreal, el ser humano no funciona de esa forma. Así que el trabajo realizado en Aleación de Ley me parece cien veces más loable. No importa la sencillez del argumento, porque la novela casi es un escaparate para mostrar los logros de ese mundo, tanto físicos como intelectuales. El desarrollo tecnológico, el cambio en la terminología alomántica tradicional, los "nacidobles", las nuevas combinaciones genéticas, los nuevos problemas, los inmortales sin rostro, Ojos de Hierro, las conspiraciones… Esta novela es la punta del iceberg, un primer esbozo de algo mucho, muchísimo más grande. Qué gran capacidad tiene Sanderson para enganchar y hacernos soñar. Y qué ganas de que salga la secuela.
En cuanto a técnica… pff, maravillosa. Maravillosa narración (lástima de traducción), maravillosa habilidad para hilar pensamientos y darle cuerpo a los personajes, maravillosos diálogos y maravilloso humor. Nada resulta acartonado, nada interfiere en la humanidad de los protagonistas. Hay cosas precipitadas, pero no incoherencias (Sanderson nunca se permite ni la incoherencia más nimia) ni nada fuera de lugar que haga chirriar al conjunto. Una obra sencilla y entretenida, sin demasiadas pretensiones, pero fantástica de todas formas; y, como ya he dicho antes, especialmente pensada para deleitar a los fans.
Gracias, Sanderson. Gracias de todo corazón.
Como si quisieran resarcirse por las... cuestionables portadas que nos endosaron en la trilogía original, la estética de Aleación de Ley es p-r-e-c-i-o-s-a. Me alegro muchísimo de que conservaran la portada original. Eso sí, no nos libramos de las erratas ni queriendo. Parecen una plaga, está afectando gravemente a editoriales importantes que no deberían permitirse este tipo de patinazos.
Bueno, YA TENEMOS ENCIMA EL CELSIUS, OMGOMGOMG. Viajamos el martes, así que el lunes subiré un post de despedida y os contaré por encima qué tal llevo El nombre del viento, porque finalmente me va a ser imposible terminarlo antes del festival. Por desgracia, no es un libro que se pueda leer en maratón...