AQUÍ ESTA (HARTO DE RUTINA)
Aquí está, ridiculizado desde este lado del sistema, harto de rutina. Se inquieta y se pregunta si lograría resistir o escapar al estereotipo de vida que la norma llama "lo normal de la gente común". Claro, es normal ganar posición en la sociedad para comprar una vida. De lo contrario se vería obligado a vegetar sin ropaje, sin hogar, sin alimento, sin esperanzas de ningún tipo. A esto la norma llama “raro” o “anormal” porque quien permanece afuera de la sociedad, queda fuera del sistema. Al régimen no le conviene inutilizar su tropa ya que la precisa para retroalimentarse. Para ello organiza el engendro del consumo.
Cumple con una labor, a cambio de cierto capital para subsistir y prolongar su vida. Se pregunta, ¿existe otra forma de subsistencia en esta orbe? Acaso se haya cautivo en este modelo experimental y salvaje en el cual obtiene un incentivo para reinvertirlo en el mercado y así se reproducen en aglomeraciones de compradores que retornan sus ingresos para volcarlos en el mercado, haciendo de éstos unos perfectos adictos reincidentes.
No puede escapar a los murmullos de los burlones que rotulan e imparten críticas, como tampoco logra escapar a la moda, a las tradiciones, a las codicias, a las ambiciones y a todo lo que absorbe e impregna desde que asimiló los modales culturales de su raza, transmutándolo en lo que es: una máquina humana que se reproduce por generaciones. Las conductas que le son enseñadas las copia por mímica, como copia los gestos de sus padres.
Cumple con su ciclo vital y reinventa nuevos modelos a seguir, “el ideal colectivo”, el único que mueve al hombre a todo o nada: “el consumo”. Producir, adquirir, consumir y extinguir "Ad infinitum". Producir, adquirir, consumir, extinguir... hasta que la existencia misma consuma su cuerpo regresándolo a la tierra en cenizas. Y retornará al mundo del polvo para ser nuevamente consumido, pues del polvo se concibe y al polvo ha de retornar. Así germinará otro hombre, para repetir sin cesar la marcha de sus semejantes.
“Desventurados los que corren a las comercios en las navidades, porque serán los comercios los que han de volver a ellos en forma de resumen mensual".
Diego Martin Casale Triemstra © 2008