I dont like vampires~~

Nov 15, 2011 19:09



▶Disclaimer: El universo de Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto.
▶Fandom: Naruto.
▶Couple: Mada/TobixDei
▶Advertencias: AU | Temática de vampiros. 
▶Notes: En esta historia Madara y Tobi son la misma persona. Yup. Esta viñeta viene dentro de un fic que publicare mas adelante, son una "pareja" secundaria, pero como no quiero que los personajes secundarios se queden abandonados, hare varias viñetas de los secundarios de mi historia~


DAY
-Senpaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaai!

Las aves que se encontraban reposando en el árbol donde se encontraba descansando huyeron espantadas por el enérgico grito del pelinegro que se acercaba trotando con rapidez hacia su superior.

Este abrió los ojos con pesadez y chasqueó la lengua, sintiendo los rayos de sol pegarle directamente en el rostro. Soltó una que otra maldición, agitando suavemente la cabellera rubia que caía con gracia por su espalda, y el flequillo cubriéndole parte del rostro.

Un segundo “senpaaaaaaaaai” se escucho en aquel claro en el bosque, y la ceja sobre su único ojo visible se contrajo en un tic nervioso. Había tenido la esperanza de que su kohai se tardase más en su búsqueda por alimento.
O que hubiera muerto. Ambas opciones eran aceptables.

-Lo siento, no encontré nada de comer. ¡Pero Mire! -El menor se arrodillo frente a su superior y le tendió las bolsas que tenia, moviéndolas frente a él-. Tengo algo aun mejor para usted.

-Más te vale. -El Rubio le arrebató las bolsas de un tirón y metió la mano en una de ellas, tanteando el contenido. Sus ojos azules brillaron cuando encontró lo que buscaba: pinceles, pinturas, entre otras herramientas. Arcilla en sus manos que seria convertida en arte. Una sonrisa de satisfacción se formó en su rostro. Observo de soslayo a su acompañante, quien lo observaba con curiosidad, muy interesado en sus reacciones.

-¿Y a ti que te pasa?

-Oh, nada -aseguró alegremente-. Es que me gusta verlo tan feliz -respondió con honestidad,
mostrando su brillante dentadura-. Es mejor que la antipática expresión acida que siempre pone.
Una vena palpitante se unió a la serie de tics en el rostro  del rubio. La tierra crujió y un rugido furioso se escapo de sus labios después de que en menos de 10 segundos arrancara el árbol en el cual se encontraba apoyado, para después estamparlo contra el cuerpo del pelinegro que se encontraba frente a él, mandándolo a volar varios metros lejos de el.

-¡¡¡YA TE DIJE QUE DEJES DE DECIR ESTUPIDECES!!! -soltó furioso, con una expresión entre adolorida y apenada. La empatía provoco estragos en su cuerpo, sintiendo su pecho arder debido al golpe que le había dado a su compañero.
Este se levanto del suelo, como si nada hubiese pasado, y se frotó la cabeza.

-Lo siento, senpai. -dijo riendo algo nervioso.
 El rubio lo fulmino con la mirada, aun rechinando los dientes, para después soltar el árbol, el cual había arrancado desde las raíces. Este cayo al suelo e hizo un ruido lo suficientemente fuerte como para que su compañero se estremeciera de nuevo ante la posible idea de otro golpe.

-Y una mierda… me largo de aquí. -El rubio sacudió sus ropas despreocupadamente, aun con el ceño fruncido. Se acomodó la chaqueta negra que llevaba puesta y limpio el exceso de tierra en sus pantalones azules. Tomo la bolsa y se echo a andar lejos de su compañero. Este se levantó rápidamente al ver que su superior pensaba dejarlo atrás -cosa que ocurría muy a menudo, a pesar de que no era seguro ni sano estar lejos el uno del otro*─ y sin siquiera preocuparse por limpiarse, lo siguió.

Deidara lo odiaba profundamente. Ambos lo sabían.

-No se preocupe, encontraremos algo de comer pronto.

-Te dije que cerraras la boca. -contestó hosco, sin siquiera mirarlo a los ojos.

NIGTH
Entre largas caminatas en busca de alimento, deteniéndose tan solo para hidratarse y comer alguna que otra fruta, el día se acabó rápidamente, dándole paso a la noche.

La peculiar pareja se detuvo en una casa abandonada**, y a pesar de lo trillado de la situación, decidieron pasar la noche allí. Aunque todo tenía una explicación razonable. Ya no podían aguantar el hambre y ya no deseaban pasar la noche a la intemperie. Además, preferían la oscuridad a la luz, las cosas que hacían no debían ser vistas. Sonaba dramático pero así era.

Por eso, cuando ambos terminaron sentados en el suelo con la espala apoyada en la pared más cercana, con la respiración agitada y la garganta seca, fue inevitable que el rubio se abalanzase sobre su compañero, en busca de los labios de este.

-Ya no puedo más…

Mientras luchaban por deshacerse de la ropa que les estorbaba, Tobi se puso a pensar si había alguna otra especie que tuviese un ritual similar a la hora de “alimentarse”. Sí, sabía que debido a la empatía, bastara con que el se alimentara para que el rubio se diera por satisfecho. Pero aun así no entendía porque siempre terminaban teniendo sexo. No es que le molestara -¿A quien le molestaría?
- pero no le parecía común, en especial cuando su compañero le profesaba su intenso odio a diario.

Lo que ignoraba era que Deidara lo hacia por orgullo, el sexo era una vil excusa a la cual le echaría la culpa del placer que sentía al sentir los colmillos de Tobi hundiéndose en su cuello. No soportaba la vergüenza de casi haberse corrido las primeras veces que este lo mordió.

-M-Muérdeme…-jadeó el rubio en la boca del otro, relamiéndose los labios, con la mirada nublada por el deseo. El pelinegro solo asintió, mirándolo a los ojos, que en ese instante eran tan rojos como la sangre que bullía en su interior. Acarició su rostro, sintiendo la respiración agitada del menor golpeándole el rostro, deslizó los dedos por su larga cabellera, antes de enredar los dedos en esta e obligarlo a inclinar la cabeza hacia un lado, dejando expuesto el pálido cuello.

El eterno deja vú se volvió a repetir. La sensación de la piel siendo penetrada, la sangre inundando su boca y descendiendo por su garganta, el ronco gemido que escapo de los labios de su compañero. Éxtasis puro.

La sensación de que había sido lo correcto salvarle la vida aquel chiquillo rubio que se encontraba al borde de la muerte en una carretera desolada.

Poco antes del amanecer, ya habían acabado. Tobi escuchaba la respiración agitada del rubio, observó el pecho de este subiendo y bajando, las gotas de sudor sobre el cuerpo de este y como resbalaban por su figura. Era hipnótico. Por un momento pensó que estaba enamorado pero no tenia idea de cómo saberlo. Rozó con los dedos el dorso de la mano de Deidara, en un sutil intento de tomarla. El rubio se volteó y le dio la espalda, encogiendo su cuerpo y cubriendo su desnudez con una de las prendas que se encontraba en el suelo. Completa indiferencia.

Sí, Deidara lo odiaba.

Pero a Tobi no parecía importarle.

*En este universo, debido a que Tobi mordió a Deidara y lo convirtio en vampiro, termina compartiendo un vínculo con el. No pueden separarse, porque es doloroso fisicamente. Desde la mordida se vuelven algo asi como "almas gemelas" -cruel-

**Hago enfasis en esto porque ni Tobi ni Deidara, como vampiros que son, pueden entrar a la casa de otra persona sin ser invitados. Me gusta este concepto sobre vampiros asi que lo aplique al fic.

Trololo~~

naruto

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