[2] Pulsaciones espontaneas
Prácticamente su cabello era un nido de pájaros. Después de ducharse dos veces y haberle untado un montón de químicos, no se arregló para nada, incluso quedo peor.
Ahí estaba con el cabello echo un revoltijo, parecía un huevo frito y con el pasar de los días la pintura se le estaba desvaneciendo. No hay peor cosa que un mal teñido que no dura nada y un cabello sin brillo es un sitio perdido.
Esta no es su semana, piensa mientras camina pisando las hojas de otoño, está más claro que el agua que no puede irle más mal. Además de tener problemas graves de confianza con el hecho sexual, más se profundizaron con el rechazo de Junhoe.
Jinhwan deja salir un suspiro. No daba el modo de tener una mente vacía con estos líos permanentes, se sentía tan exhausto. Sus piernas parecían gelatina y su ropa estaba doblada (dado que se le olvido plancharla ayer) y no quería ni recordar cómo se humillo a sí mismo en frente de Junhoe. ¡Y había dejado mocos en su camisa! De tan solo pensarlo, le entraba rabia y las mejillas se inundaban de carmesí.
No quería ni ver al bailarín hoy. ¿Cómo pudo ser tan estúpido? ¡Obviamente no puede andar pidiendo ese tipo de cosas! Se cubre la cara con las manos y trata, en vano, de calmarse.
Antes de entrar al colegio, divisa a Bobby y Junhoe caminando y riéndose. A la velocidad de la luz camina hasta el aula, furiosamente, y tratando de mantener el pulso en pie. Cree que gritan su nombre, pero su corazón está latiendo tan fuerte que no logra escuchar nada más.
Cuando llega al aula, está completamente vacía, a pesar de que solo faltan cinco minutos para que toque el timbre. Se sienta en su puesto, pone sus brazos encima de la mesa como modo de guarida y entierra su cabeza. Esta tan avergonzado y arrepentido. Nunca antes lo habían rechazado de esa manera, no quiere ni pensar en qué pasará si el colegio se entera. Y cambiarían los hechos radicalmente, dirían que le pidió una noche candente a Junhoe y este rechazo por ser muy pequeño. O inventarían cualquier cosa. Y Hanbin lo dejaría en un abrir y cerrar de ojos. Puede aguantar de todo menos que Hanbin lo abandone.
Los alumnos empiezan a entrar al cabo de unos minutos. Trató de llegar lo más tarde posible al colegio para no tener que hablar con su novio. La culpa lo carcome centímetro por centímetro, más encima tuvo la desdicha de querer engañarlo.
El sentimiento de mentira y la culpabilidad no es algo que se lleven bien con Jinhwan. Mientras más trata de guardar un secreto, más miserable se siente. Es como si miles de dagas se le enterraran en la cabeza cada vez que miente o engaña. Unas ejemplares emociones humanas con las que no puede lidiar.
Entra Chanwoo y le da un saludo natural. El muchacho se sienta detrás de él y siempre le pide las respuestas: son cercanos, pero Chanwoo no parece ser un chico sexualmente activo. Es más, Jinhwan cree que esta en la misma escala que él, absolutamente y deplorablemente virgen.
-Hola Jinhwannie-la mano de Yunhyeong cae en su cabello y lo alborota, está vez Jinhwan lo deja pasar porque, ciertamente, es imposible que su cabello este peor-Te ves un poco demacrado ¿Te sientes bien?
-Realmente, no-contesta el pequeño.
-Entonces deberías ir a la enfermería-sugiere el muchacho tomando asiento en el puesto de al lado-Estás muy pálido.
Jinhwan abre la boca en dirección de su amigo. Generalmente así empieza el día cotidianamente, Yunhyeong y él conversando cualquier cosa trivial: programas, series, animes, video juegos con un Chanwoo escuchando y opinando a veces.
Hoy es la excepción ya que Junhoe entra con Bobby.
Traga duro persiguiéndolo con la mirada. Y sabe que Yunhyeong lo observa atentamente. Pero Junhoe siempre luce apuesto, a pesar que el día esta nublado, su cabello está perfecto. Detrás de esa camisa se marcan sus músculos y los bíceps bien formados. Es solo sexual, se dice comiéndoselo lentamente, solo que él lo rechazo.
Yunhyeong carraspea y Jinhwan se obliga a quitar su mirada. Ante la objetiva determinación de su mejor amigo, hay algo que sospecha, una confrontación de cómplice y quizás guarda el secreto en el fondo de su ser, sin embargo, Yunhyeong le da una mirada fija.
-Como te estaba diciendo, creo que debes ir a la enfermería, te ves a punto de coger un resfriado brutal-recomienda Yunhyeong aún con esa mirada puesta en él-Le diré al profesor que no te sentías bien, ve...
-No creo que sea para tanto, solo es el clima-excusa el pequeño y trata de evadir la conversación-¿Cómo estuvo tu cita ayer?
-Nah, aburrida.
Su conversación se estanca en ese punto, pronto el profesor de lenguas llega y pasa algo relacionado con una novela. Están un poco grandes para entretenerse con la anarquía estricta de un debate sobre los grandes e históricos escritores de los tiempos, no obstante, eso no quita la versión del profesor que se funde al centro del aula con un ejemplar de Shakespeare.
El curso completo roda los ojos, esa novela es como una fantasía inconclusa para el profesor, Romeo y Julieta esta tan manoseada que ya no se puede hacer nada para detenerlo.
-En esta clase vamos a tener una breve opinión sobre este relato-comenta el profesor hablando alto, Hanbin lo mira-Su verdadera opinión sobre el libro, no quiero respuestas elaboradas.
No le quita la mirada y termina con un guiño matutino.
-¿Quién quiere ser el primero? -pregunta mirando a todos los alumnos, como nadie levanta la mano, se decide por Donghyuk.
Jinhwan no escucha nada más. Prefiere dejar en privado su comentario sobre esa novela romántica. Escribe rápidamente en su libreta lo que dicta el profesor con gran énfasis y termina por apuntar a su novio. Al amado y querido Hanbin.
-Dígame Señor Kim, ¿cuál es su opinión personal sobre este libro?
-Romántico, clásico y desastroso-contesta.
Puede ser atractivo pero sus respuestas son tan plásticas como él. El profesor se queda en silencio, se rasca el cuero cabelludo y bufa, también esperaba algo más profundo. Y Jinhwan lo mira y se decepciona.
-¿Señor Koo? ¿Puede iluminarlos con su lógica sobre este relato?
El pequeño suelta su lápiz grafito y lo observa, expectante y lleno de emoción. Junhoe es conocido por el centro estudiantil como gran relatador de cuentos, muchas veces lo veía en el patío con un libro entre sus manos. Al principio pensó que era un método de conquista, después de dio cuenta que era un gusto exquisito.
-Después de analizarlo, creo que mi versión sobre este cuento de Shakespeare es meramente básica-murmura con ética-Y a veces creo que estamos viendo un punto muy lejos del cual nos quería enseñar el escritor. Se trata de dos adolescentes superiormente caprichosos y adinerados, no obedecen a sus padres y se ven involucrados en una dinámica pelea de familias. Un leve cliché. Y como no pueden estar juntos, acaban con un plan infantil y nauseabundo.
-Será porque no viviste en esa época, antes el amor era mucho más respetado que en estos tiempos-trata de corregir el profesor.
Junhoe niega.
-Mi punto es ese. Es honesto y además... es un poco absurdo, no es la única obra que tiene. Hay muchas desconocidas, hoy en día nadie muere de amor.
-Acertado, señor Koo. Su obra se puede medir de diferentes maneras-menciona el profesor-Empecemos con lo que tengo preparado. Ya que estamos con grandes clásicos, vamos a escuchar un poco Jane Austen.
A Junhoe le gustan los literarios más centrados y complicados, como Julio Verme, García Márquez, Agatha Christie, Julio Cortázar u Nie
Todo lo contrario de Jinhwan que prefiere las novelas donde no tiene que reflexionar tanto y se ve envuelto en un final feliz y superficial.
Pasa el resto del día escondiéndose de Hanbin y Junhoe, tratando de parecer lo más normal que puede.
No puede quitarse de la cabeza lo inútil que se siente estar en estas condiciones. Faltan dos semanas para cumplir los seis meses y sus piernas se desconciertan de tanto fervor. Un día estará arrastrándose por esas paredes de todo lo que tiene que planificar. Le duele la cabeza a montones y el sudor caliente que le recorre la espalda no es nada bueno.
☂
A tratado de ponerle mucha atención a Jinhwan durante estos últimos días. Lo tiene prisionero en su pecho y no lo deja escapar, el chico es un análogo de un cadáver. En sus cuidadosas y disimuladas miradas lo ha visto sonreír con el dolor de su corazón, camina con la cabeza agachada y a veces choca con las personas. Le duele y siente una pena ciclópea ante el muchacho, pero no puede hacer nada más.
Estuvo a punto de aceptar esa proposición. Estudiando bien la anatomía de Jinhwan, está bien proporcionado. Y no era secreto que era deseado por las mujeres y hombres, a pesar de estar en una relación.
Junhoe se sentía muy sádico viéndolo cada día destruirse drásticamente. La piel ictérica y la presunción de los hechos equivalentes, era desproporcionado y evasivo en sus sentimientos de lástima. Pero, toda alma caritativa, se tensaba de tan solo echarle una mirada rápida y desgraciadamente se sentía culpable.
Aunque...pensándolo críticamente y no con su cabeza, si no que, con la entrepierna, Jinhwan era la victima perfecta para un naufragio de placer desconocido. No es un problema darle experiencia, pero a Junhoe se le revolvía el estómago solo de saber que no sería para él.
Podría conformarse con ser su guía. Hanbin podría tenerlo todo el tiempo que quisiera, pero se satisfacía sabiendo que él iba a ser el primero.