May 22, 2011 20:35
Para P.
Siempre que hago recuento
de todas las mujeres
con las que me miré
a los ojos sucede.
Siempre que la noche
se esconde en tallos verdes
y torturas de poema,
y aún el miedo concede
que el deseo me gane
para su empresa aleve,
siempre que el vino
es un zarzal de esquejes,
un cruce de veredas
del que no sale indemne
ni el verbo ni la estampa;
siempre, siempre, sïempre,
que otra vez vuelvo a verla,
velis nolis sucede:
como la sombra al sauce
quiero atarme, indeleble
compañero, sïempre.