Pérdidas.
Fandom: NCIS
Personaje: L.J. Gibbs
Tabla: Momentos
Tema: #30 Final
Palabras: 198
Y de pronto nada parece tener sentido… El dolor, la rabia y la impotencia lo han convertido en una especie de zombi. Su mente y su corazón se centran en un único objetivo, venganza.
El sonido de un disparo rasga el aire, sabe que ha dado en el blanco. Su revancha ha sido consumada, pero aún así continua siendo un zombi. El dolor no se ha ido, ni siquiera ha disminuido.
Ojo por ojo, diente por diente, vida por vida. Pero aún así la rabia y la impotencia continúan, quitó una vida y aquello no sirvió para revivirlas, no sirvió para aliviar su dolor.
Todo continua sin tener sentido. No habrá más besos robados, tampoco caricias trémulas al amanecer, las palabras de amor murieron junto con ella.
Nunca volverá a ver aquel adorado rostro infantil o sentirá aquella pequeña manita apretando la suya mucho más grande y callosa; el brillo de los colores se perdió en medio de una caja a medio llenar, olvidada adrede en un sótano.
Su voz atormentada, se torna en gritos agonizantes que rasgan el silencio y la oscuridad cada noche y todo continua sin tener sentido. Ellas se han ido y no volverán.
Nuevas Sonrisas.
Fandom: NCIS
Personaje: L.J. Gibbs
Tabla: Momentos
Tema: #20 Celebración
Palabras: 194
Ha sido un caso difícil. De esos que los suelen tener levantados hasta la media noche y alertas antes del amanecer, uno de aquellos que les hace preguntarse, si es justo llamar a un ser como aquel... “humano”.
Sin embargo las cosas han salido bien. La niña descansa la cabecita llena de rizos rubios junto al rostro cansado de su madre, que con el rímel corrido y los ojos aún rojos de tanto llorar, agradecida sonríe al equipo.
-Valió la pena… ¿verdad? -murmura Ziva, con una sonrisa llena de ternura y felicidad iluminando su rostro.
Más que una pregunta ha sonado como una afirmación, él se limita a responder con un ligero asentimiento antes de dar su próxima orden.
-Todos a casa, ¡ahora!
Ninguno discute, toman sus mochilas y se alejan a paso rápido camino al ascensor, él es último en partir, mientras piensa en toda la razón que tiene su agente a prueba.
Todas aquellas horas de insomnio han valido la pena y no sólo por ver el rostro aliviado de la madre o la sonrisa radiante de la pequeña.
Ha valido la pena porque ha visto renacer el brillo en aquellos ojos que hasta hace unos meses parecían no tener vida, ha visto renacer la esperanza de nuevo en ella, ha visto sus labios curvarse en una sonrisa, presagiando el retorno de muchas más.