u_u *sigh*
Comunidad: reto_diario, mision_insana.
Título: Motivos por los cuales el viaje en el tiempo nunca está bien visto.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: G/Spanner/Gokudera.
Tabla: Colores.
Prompt: Rojo.
Advertencias: Spoilers del Arco del Futuro por los personajes (No sólo Spanner, aparecen otros~). Alternative Universe (con ambientación heróica-sci fi-fantasy, aunque no se ve xD).
Notas: NO puedo creer lo que surgió de ver un 4802 en una casa pasando con el micro *gota*. Como sea, el OoC es horrendo, destrocé a G y a Spanner ;__________________; mi autoestima bajó a niveles más subterráneos, gracias.
Lal se agarró el puente de la nariz y se obligó a respirar profundamente mientras contaba hasta diez. No podía explotar con todo su carácter frente a Uni, sería inadecuado y ella tenía más autocontrol que eso. Aún así, su mirada no era menos feroz cuando la dirigió hacia Gokudera, quien respondió con una de igual intensidad.
De no haber estado la líder allí, posiblemente el cuartel habría terminado siendo explotado. De nuevo.
-¿Y él decidió quedarse? -preguntó Lal, haciendo uso de todo su autocontrol para que su voz sonara genuinamente inquisitiva, y no como un gruñido de advertencia.
-Más bien no lo dejaron irse -respondió Gokudera, sin molestarse en ocultar el malhumor en su tono.
-¿Y por qué demonios no lo arrastraste de regreso aquí a la fuerza?
-¡Lo que haga ese tipo no es asunto mío! -espetó el italiano, cruzándose de brazos antes de agregar, en un murmullo que sonaba molesto por otros motivos:-. Además no sé cómo manejar esa máquina.
Uni decidió que aquel era el momento preciso para intervenir, antes de que Lal le saltara encima al menor gritándole que debía haber traído de regreso a su compañero usando cualquier método a su alcance, y cosas por el estilo.
-Ya, ya. Spanner sigue teniendo la máquina del tiempo. Regresará cuando quiera hacerlo, no es necesario alterarse por eso.
-¡Claro que es algo para alterarse! ¡Necesitamos de todos los técnicos posibles en este momento! ¡Y eso lo incluye a él! -exclamó Lal, antes de dirigirle una mirada molesta a su “subordinado”-. ¿Y de quién fue la idea de “probar” la nueva máquina del tiempo visitando a la Primera Generación?
Gokudera la miró furioso, a punto de responder algo, cuando Uni decidió volver a intervenir.
-Por favor, dejen de pelearse -pidió con suavidad, aunque algo en su tono y su mirada no dejaban lugar a réplicas-. De todas formas, algo bueno podría resultar de todo esto.
Spanner bebió el té con calma, como si aquella situación fuera la más normal del mundo. Miró a su alrededor cautelosamente, y al final preguntó por tercera vez en la tarde:
-¿Vas a permitirme conocer a Primo?
Pudo ver perfectamente cómo aparecía la vena en la sien de G por la molestia. Era exactamente igual que cuando hacía enojar (a diario) a Gokudera. Esos dos realmente eran muy parecidos, lo que le causaba curiosidad. Pero no tanta como la idea de poder conocer al famoso Vongola Primo. Si había alguien que le interesaba más a Spanner que Sawada Tsunayoshi, era el fundador de ese grupo al que pertenecía.
-¿Crees que dejaré que un extraño como tú se acerque a él? Olvídalo.
-Interesante forma de tratar a un posible enemigo.
Debía darle puntos a G por su paciencia. A pesar de los parecidos que le encontraba con Gokudera (no podía evitar compararlos), éste último ya lo hubiera volado en pedazos de haber sido quien lo escuchaba. En cambio, G se limitó a mirarlo con molestia durante unos segundos, para luego sonreír de una forma un tanto… insinuante.
-Tch. Sé que no eres un enemigo. Aún así no te permitiré acercarte a Giotto. -El hombre encendió un cigarrillo, sin perder la sonrisa. De pronto, un peculiar brillo (que a Spanner se le hacía vagamente familiar) apareció en sus ojos-. De hecho, si realmente eres del futuro, yo debería estar haciendo las preguntas.
El técnico no suprimió la leve sonrisa que se formó en sus labios. Había reconocido esa expresión; “interés” era la forma más sana de definirlo.
G y Gokudera realmente eran bastante similares después de todo.
-
Spanner no regresó al presente hasta pasados algunos días, y, aunque nadie esperó lo contrario, no contó absolutamente nada acerca de lo que había ocurrido en ese tiempo, sino que se dedicó a ignorar los violentos “regaños” (o palizas) de Lal y las preguntas (y reclamos) de Gokudera.
El único comentario que soltó distraídamente un día, mientras trabajaba en una de sus invenciones e ignoraba descaradamente las quejas de la Mano Derecha de Sawada Tsunayoshi, fue algo similar a:
-Hm, sería bueno que también te parecieras a él en eso.
Y Gokudera tardó mucho, mucho tiempo en saber qué era “eso”.
Título: Motivos por los cuales el viaje en el tiempo nunca está bien visto.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: G/Spanner/Gokudera.
Tabla: Colores.
Prompt: Rojo.
Advertencias: Spoilers del Arco del Futuro por los personajes (No sólo Spanner, aparecen otros~). Alternative Universe (con ambientación heróica-sci fi-fantasy, aunque no se ve xD).
Notas: NO puedo creer lo que surgió de ver un 4802 en una casa pasando con el micro *gota*. Como sea, el OoC es horrendo, destrocé a G y a Spanner ;__________________; mi autoestima bajó a niveles más subterráneos, gracias.
Lal se agarró el puente de la nariz y se obligó a respirar profundamente mientras contaba hasta diez. No podía explotar con todo su carácter frente a Uni, sería inadecuado y ella tenía más autocontrol que eso. Aún así, su mirada no era menos feroz cuando la dirigió hacia Gokudera, quien respondió con una de igual intensidad.
De no haber estado la líder allí, posiblemente el cuartel habría terminado siendo explotado. De nuevo.
-¿Y él decidió quedarse? -preguntó Lal, haciendo uso de todo su autocontrol para que su voz sonara genuinamente inquisitiva, y no como un gruñido de advertencia.
-Más bien no lo dejaron irse -respondió Gokudera, sin molestarse en ocultar el malhumor en su tono.
-¿Y por qué demonios no lo arrastraste de regreso aquí a la fuerza?
-¡Lo que haga ese tipo no es asunto mío! -espetó el italiano, cruzándose de brazos antes de agregar, en un murmullo que sonaba molesto por otros motivos:-. Además no sé cómo manejar esa máquina.
Uni decidió que aquel era el momento preciso para intervenir, antes de que Lal le saltara encima al menor gritándole que debía haber traído de regreso a su compañero usando cualquier método a su alcance, y cosas por el estilo.
-Ya, ya. Spanner sigue teniendo la máquina del tiempo. Regresará cuando quiera hacerlo, no es necesario alterarse por eso.
-¡Claro que es algo para alterarse! ¡Necesitamos de todos los técnicos posibles en este momento! ¡Y eso lo incluye a él! -exclamó Lal, antes de dirigirle una mirada molesta a su “subordinado”-. ¿Y de quién fue la idea de “probar” la nueva máquina del tiempo visitando a la Primera Generación?
Gokudera la miró furioso, a punto de responder algo, cuando Uni decidió volver a intervenir.
-Por favor, dejen de pelearse -pidió con suavidad, aunque algo en su tono y su mirada no dejaban lugar a réplicas-. De todas formas, algo bueno podría resultar de todo esto.
Spanner bebió el té con calma, como si aquella situación fuera la más normal del mundo. Miró a su alrededor cautelosamente, y al final preguntó por tercera vez en la tarde:
-¿Vas a permitirme conocer a Primo?
Pudo ver perfectamente cómo aparecía la vena en la sien de G por la molestia. Era exactamente igual que cuando hacía enojar (a diario) a Gokudera. Esos dos realmente eran muy parecidos, lo que le causaba curiosidad. Pero no tanta como la idea de poder conocer al famoso Vongola Primo. Si había alguien que le interesaba más a Spanner que Sawada Tsunayoshi, era el fundador de ese grupo al que pertenecía.
-¿Crees que dejaré que un extraño como tú se acerque a él? Olvídalo.
-Interesante forma de tratar a un posible enemigo.
Debía darle puntos a G por su paciencia. A pesar de los parecidos que le encontraba con Gokudera (no podía evitar compararlos), éste último ya lo hubiera volado en pedazos de haber sido quien lo escuchaba. En cambio, G se limitó a mirarlo con molestia durante unos segundos, para luego sonreír de una forma un tanto… insinuante.
-Tch. Sé que no eres un enemigo. Aún así no te permitiré acercarte a Giotto. -El hombre encendió un cigarrillo, sin perder la sonrisa. De pronto, un peculiar brillo (que a Spanner se le hacía vagamente familiar) apareció en sus ojos-. De hecho, si realmente eres del futuro, yo debería estar haciendo las preguntas.
El técnico no suprimió la leve sonrisa que se formó en sus labios. Había reconocido esa expresión; “interés” era la forma más sana de definirlo.
G y Gokudera realmente eran bastante similares después de todo.
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Spanner no regresó al presente hasta pasados algunos días, y, aunque nadie esperó lo contrario, no contó absolutamente nada acerca de lo que había ocurrido en ese tiempo, sino que se dedicó a ignorar los violentos “regaños” (o palizas) de Lal y las preguntas (y reclamos) de Gokudera.
El único comentario que soltó distraídamente un día, mientras trabajaba en una de sus invenciones e ignoraba descaradamente las quejas de la Mano Derecha de Sawada Tsunayoshi, fue algo similar a:
-Hm, sería bueno que también te parecieras a él en eso.
Y Gokudera tardó mucho, mucho tiempo en saber qué era “eso”.