No acepto cuentas de psicólogos ni denuncias de ningún tipo. FUERON ADVERTIDOS.
Título: ¿Quién es el pervertido aquí?
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: Mukuro/Fran/Chrome/Mukuro (Porque es trío de todos con todos :'D. O eso intenta).
Advertencias: Spoilers de todo el Arco del Futuro. ¿Trío? SOSEDAD Y OOC CAPACES DE PRODUCIRLES PESADILLAS.
Notas: Cierta escena de una viñeta zombie de ayer (?!), varios SPAMs y una aspirina con pepsi causaron esto (?). Es horrible, lo sé. Pero lo advertí, así que nada de tratar de sacarme dinero por los traumas producidos, ¿eh? DDD: Igual quiero aclarar: SOY YO EL PROBLEMA ACÁ, EL TRÍO ES COMPLETAMENTE AMOR, NO TIENEN LA CULPA DE NADA D: Yo no les hago justicia ;_;
Cuando Fran se escabulló aquella noche en su habitación, se metió en su cama despreocupadamente, y la abrazó como solía hacer de vez en cuando, Chrome estaba segura de que se trataba de otro de sus intentos (que siempre conseguían resultados “positivos”) por hacer enojar a Ken a la mañana siguiente, por lo que simplemente suspiró resignada y no dijo nada. Ya se había acostumbrado a terminar, de alguna manera u otra, en medio de las peleas de esos dos. O, básicamente, de las peleas de Fran con absolutamente todo el mundo.
Acostumbrada como estaba a los juegos del chico, simplemente cerró los ojos y se dispuso a dormir, sabiendo que al día siguiente le tocaría llevar a cabo la “ardua” tarea de ser escudo nuevamente. (Aunque no se quejaba, porque aquellas situaciones, aunque no lo pareciera, siempre se le hacían muy divertidas). Sin embargo, no tardó en abrir los ojos nuevamente al sentir que estaba siendo observada. Y no se equivocaba, porque la mirada de Fran estaba clavada fijamente sobre ella.
Pero lo que más notó fue la repentina cercanía que había entre sus rostros (que estaba segura que no era tan grande antes), y rápidamente se ruborizó ante eso. ¿En qué estaba pensando?
-¿Fran?
El chico simplemente respondió acercándose más a ella, hasta que una voz en sus cabezas los interrumpió.
“No estarás pensando en corromper a mi linda Chrome, ¿no, pequeño?”.
La chica no pudo evitar sonrojarse aún más ante eso, si es que era posible. Fran suspiró.
-Maestro, ¿no debería estar durmiendo o algo?
“Nunca voy a dormir antes que los niños, podrían hacer travesuras mientras me distraigo”.
El joven ilusionista abrió la boca para contestar, pero se contuvo, teniendo una mejor idea.
Antes de que algo más lo detuviese, continuó con lo que había planeado hacer antes de la interrupción de su Maestro. Se acercó más a Chrome, y posó sus labios en los de ella, besándola con suavidad al inicio, y luego más hambrientamente al ver que la chica le correspondía, atrayéndola más hacia si para profundizar el beso.
Pero aquel momento duró poco.
A pesar de sentir el cambio inmediatamente, se tomó unos instantes, en los que continuó como si nada, antes de romper el beso. Al separarse confirmó que Chrome ya no estaba allí, sino que había sido “reemplazada” por la poderosa ilusión de Mukuro, quien lo miraba con su habitual sonrisa maliciosa en su rostro.
-Está usted enfermo, Maestro -dijo despreocupadamente Fran (sólo él podía reaccionar así ante tal situación).
-Nada de eso, pequeño. Sólo protejo la inocencia de mi Chrome.
-¿Y se da cuenta, Maestro, de que usted es el pervertido aquí?
Mukuro sonrió ante aquella pregunta. No podía negarlo, ciertamente. Pero ambos lo eran.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: Mukuro/Fran/Chrome/Mukuro (Porque es trío de todos con todos :'D. O eso intenta).
Advertencias: Spoilers de todo el Arco del Futuro. ¿Trío? SOSEDAD Y OOC CAPACES DE PRODUCIRLES PESADILLAS.
Notas: Cierta escena de una viñeta zombie de ayer (?!), varios SPAMs y una aspirina con pepsi causaron esto (?). Es horrible, lo sé. Pero lo advertí, así que nada de tratar de sacarme dinero por los traumas producidos, ¿eh? DDD: Igual quiero aclarar: SOY YO EL PROBLEMA ACÁ, EL TRÍO ES COMPLETAMENTE AMOR, NO TIENEN LA CULPA DE NADA D: Yo no les hago justicia ;_;
Cuando Fran se escabulló aquella noche en su habitación, se metió en su cama despreocupadamente, y la abrazó como solía hacer de vez en cuando, Chrome estaba segura de que se trataba de otro de sus intentos (que siempre conseguían resultados “positivos”) por hacer enojar a Ken a la mañana siguiente, por lo que simplemente suspiró resignada y no dijo nada. Ya se había acostumbrado a terminar, de alguna manera u otra, en medio de las peleas de esos dos. O, básicamente, de las peleas de Fran con absolutamente todo el mundo.
Acostumbrada como estaba a los juegos del chico, simplemente cerró los ojos y se dispuso a dormir, sabiendo que al día siguiente le tocaría llevar a cabo la “ardua” tarea de ser escudo nuevamente. (Aunque no se quejaba, porque aquellas situaciones, aunque no lo pareciera, siempre se le hacían muy divertidas). Sin embargo, no tardó en abrir los ojos nuevamente al sentir que estaba siendo observada. Y no se equivocaba, porque la mirada de Fran estaba clavada fijamente sobre ella.
Pero lo que más notó fue la repentina cercanía que había entre sus rostros (que estaba segura que no era tan grande antes), y rápidamente se ruborizó ante eso. ¿En qué estaba pensando?
-¿Fran?
El chico simplemente respondió acercándose más a ella, hasta que una voz en sus cabezas los interrumpió.
“No estarás pensando en corromper a mi linda Chrome, ¿no, pequeño?”.
La chica no pudo evitar sonrojarse aún más ante eso, si es que era posible. Fran suspiró.
-Maestro, ¿no debería estar durmiendo o algo?
“Nunca voy a dormir antes que los niños, podrían hacer travesuras mientras me distraigo”.
El joven ilusionista abrió la boca para contestar, pero se contuvo, teniendo una mejor idea.
Antes de que algo más lo detuviese, continuó con lo que había planeado hacer antes de la interrupción de su Maestro. Se acercó más a Chrome, y posó sus labios en los de ella, besándola con suavidad al inicio, y luego más hambrientamente al ver que la chica le correspondía, atrayéndola más hacia si para profundizar el beso.
Pero aquel momento duró poco.
A pesar de sentir el cambio inmediatamente, se tomó unos instantes, en los que continuó como si nada, antes de romper el beso. Al separarse confirmó que Chrome ya no estaba allí, sino que había sido “reemplazada” por la poderosa ilusión de Mukuro, quien lo miraba con su habitual sonrisa maliciosa en su rostro.
-Está usted enfermo, Maestro -dijo despreocupadamente Fran (sólo él podía reaccionar así ante tal situación).
-Nada de eso, pequeño. Sólo protejo la inocencia de mi Chrome.
-¿Y se da cuenta, Maestro, de que usted es el pervertido aquí?
Mukuro sonrió ante aquella pregunta. No podía negarlo, ciertamente. Pero ambos lo eran.