Título: III. Trueno.
Parte de: La mejor forma de aprender es a través de la experiencia.
Fandom: LMF!HS!KHR.
Claim: TríoDeLocas-Gokudera. (Yes, menos :DU).
Advertencias: Mucho wtf, sosedad y... SOSEDAD.
Notas: :3U Ahora intentaré escribir algo serio, rly. Pero esto era más rápido de escribir en lo que el café hacía efecto. Y duh, lamento la idiotez de este coso LOLU.
Las tres muchachas corrían casi a la velocidad de la luz para salvar sus vidas. Ya se habían alejado varias cuadras de su edificio en la persecución, y aunque comenzaban a estar exhaustas, sabían que detenerse significaría la muerte instantánea.
Se metieron a escondidas al jardín de una casa, y se ocultaron entre las sombras y los matorrales para no ser vistas por su atacante. Necesitaban descansar urgentemente.
-Dios, la casa de Sawada sí que queda lejos… -se quejó Miyu.
-¡Les dije que no le enviaran fics a Gokudera! Deben enviárselos a Tsuna, ¡a Tsuna! -las regañó Luga, respirando agitadamente.
-No fui yo quien cometió ese acto suicida -aclaró Cosa.
Ambas chicas miraron inmediatamente a Miyu, quien desvió la vista hacia el suelo.
-P-pensé que Gokudera se veía desanimado porque su “novio” no estaba dándole atención, así que le envié los fics para consolarlo.
Tanto Lugh como Ciel se golpearon el rostro con la palma de la mano. ¡Por amor al Cielo…!
-Claro, Miyu. Estaba desanimado por eso, no porque Oda se tomó cuatro semanas de descanso y todos queremos saber qué va a pasar en One Piece -dijo Lluvia sarcásticamente.
-¿Ves? Sabía que me apoyarías -respondió Selene, lo que le hizo ganarse una mirada asesina.
-Sabes que estoy contigo en todos los shippeos y eso, C-oso… -comenzó Luga.
-Pero no cuando esos shippeos pueden conseguir que nos maten.
-Exacto.
Miyu las miró suplicante, para que no la entregaran a su vecino con tal de salvarse. Sus amigas podían ser bastante malvadas en ocasiones.
Ambas suspiraron.
-¿Al menos alguien agarró la poción de lluvia antes de salir corriendo? Eso sería muy útil.
-Yo no pude -respondió Miyu, más animada.
-Yo lo intenté, pero sólo conseguí agarrar la del Trueno.
-…Tú y tu obsesión por el color verde va a hacer que nos maten, gracias.
Luga sonrió inocentemente, pero Miyu miraba la botellita verde pensativa.
-El atributo del Trueno es solidificación, ¿no? -la joven extendió la mano pidiendo que le pasaran el frasquito-. Creo que tengo una idea.
Luego de que la poción estuvo en sus manos, salió de los matorrales con sus amigas siguiéndola. Las tres se dirigieron a la calle, donde Gokudera ya las había alcanzado y estaba buscando indicios de dónde se encontraban. Al verlas, el Guardián instantáneamente sacó varios cartuchos de dinamita, dispuesto a arrojárselos sin decir palabra.
-N-no es necesario que te lo tomes tan a pecho, Gokudera.
-Y para que conste, yo no escribí el fic.
Miyu le lanzó una mirada bastante fea a Cosa, quien simplemente sonrió.
-No puedo estar seguro de quién escribió esa… cosa. Así que sencillamente las mataré a todas y listo -respondió el italiano, sonriendo bastante psicópata.
Justo cuando el ataque había sido enviado hacia ellas, Selene destapó la botellita y lanzó el líquido verde al aire. Pero en lugar de caer al suelo como la gravedad mandaba, la poción quedó suspendida en el aire, comenzando a solidificarse en una especie de cristal verde, y a expandirse formando una esfera perfecta alrededor de las tres Vermillione.
Cuando las diversas explosiones causadas por la dinamita se produjeron, ninguna de estas consiguió dañar el cristal verde, y mucho menos a las jóvenes refugiadas tras él.
Las tres muchachas miraron aquel escudo estupefactas.
-Esto… definitivamente va a ser muy útil -murmuró Luga.
-Necesitamos más de esta poción…
Las tres asintieron. Pero al cabo de unos segundos, Cosa formuló la duda que acababa de pasar por las mentes de todas.
-…No nos quedamos encerradas aquí dentro, ¿verdad?