Título: Dirían que es irreconocible, de no ser por los zombies.
Fandoms: One Piece/The Nightmare Before Christmas.
Claim: General.
Advertencias: Puede contener spoilers de Thriller Bark. No lean si no llegaron ahí.
Dedicatoria: Dedicado con todo el odio/amor del mundo a Su Alteza Celestial (a.k.a
kmiya)
Notas: Una especie de "historia de Thriller Bark" que entremezcla ambos fandoms.
El tiempo pasa y el mundo cambia, eso es algo que todos sabemos. Hay que admitir, entonces, que con el paso de los años se volvió poco práctico tener cada festividad separada en diferentes pueblos. Cada vez que algún desventurado llegaba al bosque de las puertas, entrar a alguna que no le correspondía era como descubrir América para él. Al poco tiempo, desde luego, se volvió problemático, imagínense. Que una persona descubra un continente nuevo es una cosa, pero que haya más de un Colón, y más de una América… Bien, como dije, es poco práctico.
Por eso el Gobierno llegó a un acuerdo, y mucho tiempo atrás, el mundo se volvió uno. Los pueblos se expandieron, las festividades se entremezclaron, la vieja historia del bosque y las puertas se perdió en el tiempo.
Pero no todas las personas eran iguales, lo cual trajo problemas. En general, todos tenían ciertas similitudes que pudieron superar, pero el mayor problema fue Halloween Town. Poca gente allí parecía “humana”, y aquellos que podían pasar desapercibidos por el físico, no lo hacían por su mentalidad. Todas las fiestas y todos los pueblos eran alegres, bondadosos, cálidos. El Halloween no era realmente una excepción, simplemente que cumplía con aquellas características de una forma un tanto retorcida y oscura. Por eso el resto no pudo verlo.
Así fue como la gente llegó a su límite, y finalmente el antiguo Halloween Town fue desplazado a una solitaria isla de West Blue, un lugar al que poco se aventuraban. Estaba bien para ellos, fue como volver al pasado, nadie se quejó.
El mundo continuó prosperando, privando a las abandonadas criaturas que habían dejado de lado de aquellos avances. Los “monstruos” hicieron así los suyos propios.
Fue así como un día llegó un habitante extraño a la isla relegada del mundo. El hombre, o más bien, el gigante parecía encajar a la perfección en aquel oscuro lugar, como si hubiera nacido allí. Poco a poco, fue ganándose el cariño y respeto de los habitantes de la isla, hasta que finalmente se convirtió en su gobernante. Su nombre era Gecko Moria.
Los cambios que siguieron fueron lentos y sutiles, sin explicaciones. Poco se recuerda ya de cómo fue el proceso, lo único que saben los habitantes del antiguo Halloween Town es que un día, su isla ya no era más una isla, sino un barco. Su líder no era sólo su líder, sino un pirata. Y su “Halloween Town” ya no era “Halloween Town”, sino Thriller Bark.