Say you'll miss me.
Comunidad: fandom_insano
Título: Es hora de comer.
Fandom: One Piece/The Dresden Files.
Claim: Robin/Bob.
Tabla: Tabla de la Infancia.
Prompt: 002. Trabalenguas.
Advertencia: Ninguna. Es Pre-DF.
Notas: La musa es cruel *gota*.
Summary: ¿Qué tanto puede hacer una calavera? Te sorprenderías.
-¡Wow! -exclamó la calavera-. Nunca pensé que finalmente tendría una dueña. Siempre me tocan magos amargados.
Robin no gritó. La expresión de sorpresa en su rostro fue mínima. Pero aún así, se alejó varios centímetros del escritorio sobre el cual reposaba su objeto favorito: aquel cráneo que acaba de hablar.
Y que nunca antes había hablado.
-Y vaya dueña. Al fin tuve un poco de suerte -continuó hablando el objeto. Y luego silbó. Silbó. ¡¿Cómo silba una calavera?!
En las cuencas vacías brillaban ahora dos luces anaranjadas que la miraban fijamente, como ojos.
-¿Cómo se llama, señorita? -preguntó la calavera, con una inusual felicidad. La misma felicidad que tiene un pervertido cuando puede ver… algo de su “agrado”.
-Interesante… -Fue toda la respuesta que Robin le dio, mientras observaba fijamente al objeto, pensativa. Aunque las luces ya no estaban más posadas en su rostro, precisamente.
Y se volvió más interesante cuando la puerta de su habitación se abrió bruscamente, y las figuras de Luffy, Usopp y Chopper se asomaron por el hueco, desde el cual podía verse perfectamente a Bob.
Título: Es hora de comer.
Fandom: One Piece/The Dresden Files.
Claim: Robin/Bob.
Tabla: Tabla de la Infancia.
Prompt: 002. Trabalenguas.
Advertencia: Ninguna. Es Pre-DF.
Notas: La musa es cruel *gota*.
Summary: ¿Qué tanto puede hacer una calavera? Te sorprenderías.
-¡Wow! -exclamó la calavera-. Nunca pensé que finalmente tendría una dueña. Siempre me tocan magos amargados.
Robin no gritó. La expresión de sorpresa en su rostro fue mínima. Pero aún así, se alejó varios centímetros del escritorio sobre el cual reposaba su objeto favorito: aquel cráneo que acaba de hablar.
Y que nunca antes había hablado.
-Y vaya dueña. Al fin tuve un poco de suerte -continuó hablando el objeto. Y luego silbó. Silbó. ¡¿Cómo silba una calavera?!
En las cuencas vacías brillaban ahora dos luces anaranjadas que la miraban fijamente, como ojos.
-¿Cómo se llama, señorita? -preguntó la calavera, con una inusual felicidad. La misma felicidad que tiene un pervertido cuando puede ver… algo de su “agrado”.
-Interesante… -Fue toda la respuesta que Robin le dio, mientras observaba fijamente al objeto, pensativa. Aunque las luces ya no estaban más posadas en su rostro, precisamente.
Y se volvió más interesante cuando la puerta de su habitación se abrió bruscamente, y las figuras de Luffy, Usopp y Chopper se asomaron por el hueco, desde el cual podía verse perfectamente a Bob.