Fic:My Boy - destiel - Cap 6

Dec 13, 2012 21:50



A Dean le costaba respirar por la creciente excitación que experimentaba, podía sentir al ángel a su lado y el aliento de este en su cuello, se volteó y miró a Castiel a los ojos, los cuales volvían a brillar de manera extraña.

El deseo que tenía por él le estaba nublando la mente, se preguntó desde cuándo comenzó a sentir eso tan fuerte, cuando dejó de ser sólo una sobreprotección casi paternal para pasar a una necesidad carnal de poseerlo sólo para él, deseaba saborear su boca, su piel. Pero eso no estaba bien. Dean lo quería mucho por lo que no deseaba aprovecharse de la inocencia que desbordaba el ángel.

-Castiel…- dijo Dean removiéndose bajo él, lo tenía muy cerca y comenzaba a ponerse nervioso.

El ángel ya no aguantaba más, su cuerpo tenía necesidad del rubio y él no podía, ni quería hacer nada por evitarlo. Se acercó más a Dean y lo besó torpemente, abrió su boca un poco, invitándole, derrumbando todas las resistencias del humano.

El cuerpo de Dean también sentía necesidad por Castiel. Aceptó la invitación introduciendo su lengua en la boca del ángel, entregándose completamente a las sensaciones que le producía y le dio uno de sus mejores y más apasionados besos.

Para Castiel, que nunca había besado, al menos no de esa manera, era casi una tortura lo bien que se sentía besarlo y soltó un pequeño gemido de protesta cuando se separaron un momento para recuperar el aliento.

Escuchar al ángel gemir de esa manera echó abajo lo último que quedaba de los prejuicios que aún mantenía Dean, tomó a Castiel de su espalda y lo recostó en la cama mientras le besaba, luego se subió a horcajas sobre él y se quitó la camiseta quedando sólo con sus bóxer, lo miró, este temblaba ligeramente, además podía sentir en su trasero la erección que tenía bajo toda la ropa que llevaba.

El ángel le miraba hacia arriba recorriendo todo su cuerpo y no pudo reprimir la acción de morderse el labio inferior. Gesto que no pasó desapercibido por Dean y que le excito aún mas, le encantaba que Castiel le mirara de ese modo, sentirse deseado por él era lo mejor. Volvió a besarlo, esta vez con más ansias, fue un beso mojado, lleno de lenguas y gemidos.

En un movimiento rápido que Castiel no alcanzó a notar, Dean se quitó lo que le quedaba de ropa, quedando totalmente desnudo sobre él. Siguió besándole mientras le acariciaba y movía sus caderas contra la erección del ángel para aumentar el roce, le tomó las manos instándole a acariciarlo también, quería sentir sus manos sobre su cuerpo y también deseaba que él lo sintiera. Suponía que esa era la primera vez que Castiel tenía sexo, por lo que deseaba que se convirtiera en algo inolvidable.

Castiel comenzó a acariciarlo y se levantó un poco de la cama para besarlo, luego bajó recorriéndole el cuello con su lengua mientras le daba pequeños mordiscos, siguió más abajo por su pecho y se detuvo en sus tetillas. La ropa comenzaba a molestarle demasiado pero no quería dejar de tocar a Dean. Este notó la incomodidad del ángel, pero tampoco quería darle todo lo que quería tan fácilmente, su lado perverso comenzaba a aflorar lentamente, nunca fue muy romántico en la cama y no empezaría ahora.

De un tirón lo sentó en la cama y le quitó la gabardina, la chaqueta y las lanzó por ahí, desató su corbata pero no se deshizo de ella. Una sonrisa pícara se instaló en su cara lo que hizo a Castiel estremecer, de pronto se sentía como una presa acorralada. Dean le tomó las manos, se las alzó sobre su cabeza y con la corbata las ató al respaldo de la cama.

-Dean...- susurro Castiel con expresión suplicante.

-No quiero que te sueltes, Castiel, o tendré que castigarte severamente- le dijo, aún con esa sonrisa que despertaba sentimientos encontrados en el ángel, y volvió a besarle.

Castiel estaba tan concentrado en el beso que le daba Dean que no notó como le desabrochaba los pantalones hasta que los tuvo a mitad de sus muslos, el rubio se los había bajado sólo un poco, para liberar su miembro y comenzó a masturbarle.

A Castiel nuevamente le sorprendió la sensación de placer concentrada en su verga, se sentía demasiado bien, hasta creyó que se podría acostumbrar a eso.

Mientras le masturbaba, Dean metió su mano libre en su propia boca y se lamió los dedos.

Era la imagen más sensual que Castiel había visto y deseo con todas sus fuerzas lamer también esos dedos.

El rubio dejó de lamerse cuando creyó que era suficiente y comenzó a dilatarse y lubricarse él mismo, aun a horcajas sobre el ángel, luego se posicionó mejor y de un tirón quedó enfundado completamente sobre Castiel, reprimiendo un gemido de dolor. Empezó a moverse repetidamente sobre él y esta vez no reprimió los gemidos de placer que comenzaban a brotar.

Castiel no cabía en sí, eran demasiadas las sensaciones nuevas para analizar, así que literalmente se desconectó y se dejó llevar por todas ellas. Soltó sus manos muy fácilmente de las ataduras que le hizo Dean, no aguantaba más las ganas de tocarlo. Al estar así, dentro de él, sentía un nuevo vínculo, lo tomó por la nuca y lo tiró hacia abajo para poder besarlo, fue un beso desesperado y apasionado, de esos que cortan la respiración.

Dean también sintió como se volvía uno con Castiel, un lazo invisible se creó entre ellos, uno que los envolvía totalmente.

Con cada movimiento aumentaba el roce que hacían ambos estómagos en la verga de Dean, por lo que con un par de embestidas más se corrió profusamente mientras besaba y mordía los labios del ángel. Este sentía como se tensaba todo el cuerpo de Dean y una presión espasmódica se ejerció sobre su propio miembro haciéndolo terminar también en ese momento.

Dean cayó rendido sobre Castiel y este le abrazó tiernamente aún con la respiración agitada.

El ángel siempre había amado a los humanos, aún antes de que su padre se lo ordenara, pero lo que sentía por Dean era infinitamente superior.

Acaricio su espalda recorriendo y grabando cada detalle, le encantaba el cuerpo de ese humano, su piel era mucho más suave de lo que había imaginado y las pecas que tenía por todos lados le conferían un aspecto infantil y travieso.

Dean se incorporó aun sentado sobre Castiel, se limpió y comenzó a desvestirlo, le quitó la camisa, los pantalones y la ropa interior, luego se recostó junto a él y tapó a ambos sin decir nada, se pegó a Castiel y lo abrazo fuertemente, temiendo que fuera a desaparecer como todo lo que amaba en la vida. Pasaron unos minutos y se quedó profundamente dormido debido al cansancio acumulado.

Castiel se sentía muy atraído a Dean y no había dejado de mirarlo en ningún momento, también tenía la impresión que si dejaba de verlo este desaparecería de su lado. Se quedó así, admirándolo durante toda la noche, no quería pensar en nada sólo quería disfrutar de lo que tenía en ese momento, disfrutar de Dean.

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