El cine sanara mis heridas, y las que no sane, las curara la musica.
Siempre he estado enamorada del cine, de su maravillosa presencia en mi corazon, de su poder milagroso en mis sentimientos y de su arrollador efecto sobre mi humor.
Entre el viernes y ayer he visto tres peliculas, tres grandes peliculas, todas de distintos genero, todas igual de esplendorosas.
The demonic barber of Fleet´s street me enamoro con su historia, con su musica rayana en la locura, con su interpretacion (siempre amare a Johnny Deep y su absorvente actuacion) pero por sobre todo por ese Londres oscuro y decadente.
Crash me enamoro con sus historias entremezcladas, con sus defectos humanos, con sus esperanzas, con ese instante donde la inocencia le gana a la desesperacion pero por sobre todo por esa nieve cayendo al final mientras todos no tenemos otra opcion mas que chocar entre nosotros para poder sentirnos.
Antes de partir me enamoro por el humor perpetuo de sus actores, por esos paisajes que serian de ensueño sino supiera que son reales, por ese amor que nace de la amistad pero por sobre todo por poder presenciar algo majestuso como la vida.
Que cosa tan maravillosa que es el cine, ¿no te parece?. Y ahora cuentame tu que pelicula te estremece el suelo donde te paras.